sábado, 15 de abril de 2006

Estamos de acuerdo ¿en qué?

Siempre se señala como un hecho positivo que, a pesar de las crisis y conflictos que atravesó la Argentina en los últimos años, existe un consenso social sobre que la democracia es la mejor forma de gobierno y que no hay que caer en experimentos autoritarios. Y de verdad es un hecho positivo. Significa que a pesar de todo, estamos de acuerdo en una cosa: la democracia debe mantenerse como sistema.

El único problema, en mi opinión, es que no estamos de acuerdo en qué es la democracia. No se asusten, no pienso dar una clase teórica.

¿Se acuerdan de diciembre de 2001? ¿El "que se vayan todos", las asambleas populares, los cacerolazos? En ese momento todos estaban ilusionados con la democracia directa, el terminar con la representación, en una nueva sociedad más "democrática". La cuestión estaba en que el gobierno constitucional y representativo también es democrático. No quiero entrar en cuestiones de definición sobre "directa" e "indirecta" y otras cosas, sólo quiero decir que en ese momento quedó en claro que para muchos argentinos el sistema ideal era el de la no representación y el asambleísmo. Sin importar que los sistemas representativos existen por la razón más sencilla y poderosa de todas: porque funcionan, mientras que la democracia directa no.

O si vamos a casos más recientes, tenemos las elecciones del rector de la UBA. Cuando uno de los candidatos aparece como el favorito a ganar la elección, un grupo de estudiantes y activistas políticos hace lo posible para bloquear la elección. Curiosamente, el discurso de este sector defiende la "democracia" en contra de la "dictadura" que representaría Alterini por haber sido funcionario menor en una (me parece que a más de uno se le caería la cara de vergüenza si se publicaran los currículums de nuestras figuras públicas...), sin importar que llegaría al rectorado de acuerdo con los reglamentos y procedimientos comunes. Entonces parecería ser que la democracia no tiene nada que ver con elegir libremente de acuerdo a las reglas, sino con seguir la supuesta voz de un "pueblo", la cual conocemos gracias a los iluminados que la entienden.

Me hizo acordar al comentario del diputado Bonasso (ex terrorista para los que no estaban al tanto de ese dato): "Si el pueblo se equivoca, allí estaremos nosotros para corregirlo", en referencia a la impugnación de un diputado debidamente elegido para su cargo por motivos de "idoneidad moral" que son una burla si miramos los nombres y antecedentes de los otros miembros del Congreso.

A lo que quiero llegar con esto es que todavía no tenemos una idea en común de qué es democracia; si es una utopía de participación total e irrestricta (e impracticable) en todos los asuntos , el acatamiento a la supuesta voluntad de una construcción ideológica llamada "pueblo" que nos es comunicada por sus iluminados, o algo más modesto: la posibilidad de elegir o de ser elegidos libremente por nuestros pares para los cargos públicos de acuerdo a las leyes vigentes. Y hasta que no nos pongamos de acuerdo en qué es esa democracia que respetamos y defendemos, no creo que nos vayamos a poner de acuerdo en nada más. Por favor disculpen el largo del post.

1 Comentarios:

Blogger Mayor Payne dijo...

Muchas gracias por la crítica, Juan José, y tenés razón en tu planteo. Cuando puse la frase de "esa democracia que respetamos y defendemos", me refería a la opinión mayoritaria de afirmar que "la democracia" es el mejor sistema y que hay que defenderla frente a cualquier amenaza. La contradicción de términos a la que hacés referencia es real, y viene por el lado de que existe una idea de "democracia" que todos decimos defender y respetar, pero que a la vez nadie te sabe decir qué es esa democracia.
En lo que hace a mi idea particular de democracia (gracias por remarcarme la falta de ella), para mí es el sistema en el que todos los habitantes pueden expresar sus opiniones y formular propuestas libre y responsablemente, y en el cual podés elegir a quienes van a gobernar en tu nombre o presentarte vos mismo para ser elegido por los demás, todo dentro de las leyes que gobiernan a la sociedad y al Estado. Justamente, la importancia del respeto a las leyes es que evitan que quede todo en manos de la "voluntad" de algún grupo o líder, que viene a ser el primer paso hacia la tiranía.
Una vez más, gracias por la crítica constructiva!

2:02 p. m.  

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