Legalize!
¿Saben qué? Estoy a favor.
¿Por qué un conserva recalcitrante como quien les escribe estaría a favor de la despenalización del consumo de drogas? No es por uso propio, no piensen.
Porque así, de esta manera, cada quien se va a hacer responsable de sus propios actos y los va a tener que pagar en consecuencia.
Básicamente, los que elijan reventarse a drogas a pesar de las advertencias, serán enteramente libres de hacerlo.
Así, una gama amplia de humanidad que va desde el que cree que fumándose un porrito se va a poder olvidar de las cosas duras de la vida, hasta el boludo a cuerda que se cree vivo por aspirar una raya de cocaína o por tomar éxtasis en una fiesta electrónica, van a acabar donde su vicio los lleve sin que la comunidad entera se desgañite tratando de parar el camino que eligieron.
Reconozcámoslo: si alguien está tan determinado a tirarse de un precipicio, ¿para qué me voy a molestar en convencerlo de lo contrario? Más fácil me va a resultar darle una palmadita en la espalda y decirle que después me cuente qué tal son las cosas en el fondo del precipicio.
Así, podremos incorporar oficialmente a los drogadictos a un selecto club del que ya forman parte los alcohólicos que mueren con hígados reventados de cirrosis, o los fumadores compulsivos que estiran la pata porque sus pulmones se ennegrecieron... y todo por ese elusivo y fugaz instante de felicidad, alivio o calma cortesía de su vicio favorito.
Podremos darles todas las advertencias que quieran, cualquier alma caritativa que desee ayudarlos a salir del vicio podrá hacerlo, y los que realmente quieran dejar la droga podrán hacer todos los esfuerzos para alcanzar esa noble meta, pero el resto... el resto que se las arregle.
Que compren marihuana en el kiosco de la esquina y cocaína en el supermercado, y que pidan pasta base a su dealer favorito de 9 a 17 horas, pero que paguen un buen IVA de 21% que sostenga los hospitales y servicios médicos que sus vicios hacen indispensables.
Y desde ya que los narcos paguen las correspondientes tasas aduaneras, impuesto a las ganancias, impuesto a la renta mínima presunta, impuesto al cheque, ¿y por qué no? que garpen retenciones también, si el producto surge de las entrañas de nuestra Patria Nacional y Popular.
Al menos estaríamos sincerando la realidad. Vivimos en un país que se siente cómodo con sus problemas y encuentra mejores formas de convivir con ellos.
Y al menos estaríamos dejándoles el camino libre a todos los inenarrables pelotudos que creen que la felicidad, la salvación o la reputación vienen de la mano de un fármaco.
Si querés salir del pozo en el que vos mismo te metiste, desde ya que te vamos a ayudar y alentar. Pero si a pesar de todas las advertencias, de toda la información y del sentido común todavía te querés hacer mierda contra la droga, adelante, date el gusto. Hacelo, nadie te va a detener.
Si querés falopearte hasta morir, falopeate hasta morir. Cada quien es dueño de su propia vida, incluso para cagársela. A la larga nos vas a hacer un bien a todos.
Bastantes problemas tiene cada uno como para ocuparse de evitar que un pelotudo salte al precipicio de las drogas sabiendo lo que conlleva.