Colaless en Viena
Hoy todos los medios están hablando de la "insólita protesta" de la reina del Carnaval de Gualeguaychú en la Cumbre de Viena. Todos los comentarios siempre refieren a lo mismo: lo extraño del modo de protesta (nada de extraño, hay dos tipos de protestas de Greenpeace: las que son payasadas y las que son vandálicas), las caras que pusieron los mandatarios y, por qué no, el interesante físico de la "vocera" de Greenpeace. No dejo de pensar que si hubiera sido un hombre, hoy tendríamos reacciones parecidas a cuando De la Rúa fue a Videomatch y aquel "militante" lo agarró...
Es una muestra más de la pasión nacional por los "actos simbólicos" justificados o no, como el acto de Kirchner en Gualeguaychú, las plazas llenas de la Historia, lo que resultaron ser las marchas de Blumberg, etcétera. Grandes actos que por un tiempo llenaron los titulares y fueron comentario de todos, para luego desaparecer en la indiferencia pública. Siempre creyendo que un sólo acto, impresionante, shockeante, como quieran decirle, va a tener mayor efecto que el trabajo paciente, silencioso y poco mediático de resolver los problemas. Creyendo que las papeleras se van a venir abajo porque una modelo se pasee en colaless frente a una cumbre presidencial. Perdón, por "posicionar el tema en la agenda mundial". Y a las papeleras las van a terminar igual, aunque Kirchner pasee en slip frente a Tabaré.
Pero más allá de la repercusión que tenga hoy en los medios, va a terminar en nada, va a ser otra anécdota curiosa de la Historia. Eso sí, va a contribuir a que la "crisis" de las papeleras sea, un poquito más cada día, una payasada absurda, una estupidez que se salió de control por la terquedad, los intereses y por el absurdo al que somos capaces de llegar en defensa de "causas" que jamás nos importaron.
No quería terminar este comentario sin dedicarle unas palabras a Greenpeace. Algún día habrá que sentarse seriamente y discutir sobre el verdadero papel que juega esta multinacional de la protesta. Sí, digo "multinacional" porque es prácticamente una empresa que opera en todo el mundo: de los 5 pesos que Natalia Oreiro o Ricardo Darín te invitan a donar para "salvar la naturaleza", casi todo se va en "gastos administrativos", entre otras perlas. Tal vez algo de esa plata fue para pagar a los abogados que Greenpeace tenía preparados en caso de que la "insólita protesta" de Viena terminara mal.
La participación de Greenpeace nunca tiene otro efecto excepto el de provocar alarmismo y pánico entre quienes no están informados, nunca contribuye a resolver las crisis sino que las lleva al límite. Eso sí, siempre van a protestar contra cualquier emprendimiento que represente un desarrollo tecnológico, industrial o científico en nuestros países. No sea cosa que avancemos demasiado y destruyamos ese medio ambiente y esos recursos que tanto le interesa a otros...
Digo yo, ¿por qué será?
Es una muestra más de la pasión nacional por los "actos simbólicos" justificados o no, como el acto de Kirchner en Gualeguaychú, las plazas llenas de la Historia, lo que resultaron ser las marchas de Blumberg, etcétera. Grandes actos que por un tiempo llenaron los titulares y fueron comentario de todos, para luego desaparecer en la indiferencia pública. Siempre creyendo que un sólo acto, impresionante, shockeante, como quieran decirle, va a tener mayor efecto que el trabajo paciente, silencioso y poco mediático de resolver los problemas. Creyendo que las papeleras se van a venir abajo porque una modelo se pasee en colaless frente a una cumbre presidencial. Perdón, por "posicionar el tema en la agenda mundial". Y a las papeleras las van a terminar igual, aunque Kirchner pasee en slip frente a Tabaré.
Pero más allá de la repercusión que tenga hoy en los medios, va a terminar en nada, va a ser otra anécdota curiosa de la Historia. Eso sí, va a contribuir a que la "crisis" de las papeleras sea, un poquito más cada día, una payasada absurda, una estupidez que se salió de control por la terquedad, los intereses y por el absurdo al que somos capaces de llegar en defensa de "causas" que jamás nos importaron.
No quería terminar este comentario sin dedicarle unas palabras a Greenpeace. Algún día habrá que sentarse seriamente y discutir sobre el verdadero papel que juega esta multinacional de la protesta. Sí, digo "multinacional" porque es prácticamente una empresa que opera en todo el mundo: de los 5 pesos que Natalia Oreiro o Ricardo Darín te invitan a donar para "salvar la naturaleza", casi todo se va en "gastos administrativos", entre otras perlas. Tal vez algo de esa plata fue para pagar a los abogados que Greenpeace tenía preparados en caso de que la "insólita protesta" de Viena terminara mal.
La participación de Greenpeace nunca tiene otro efecto excepto el de provocar alarmismo y pánico entre quienes no están informados, nunca contribuye a resolver las crisis sino que las lleva al límite. Eso sí, siempre van a protestar contra cualquier emprendimiento que represente un desarrollo tecnológico, industrial o científico en nuestros países. No sea cosa que avancemos demasiado y destruyamos ese medio ambiente y esos recursos que tanto le interesa a otros...
Digo yo, ¿por qué será?
publicadas por Mayor Payne a la/s
10:15
11 Comentarios:
Mas allá de si se considera payasada o no, creo que lo que pasó en Viena en el fondo sirvió para sacudir al mundo y poner el tema en la agenda. Paradojicamente, creo que fue una forma de protesta aceptable... lo único que pienso es lo siguiente: con lo cerca que pudo estar esta chica de los mandatarios, no será sentar un antecedente peligroso para otras protestas, por ej, de antiglobalización en el mundo???
Si, de hecho, de alguna manera esta protesta es antiglobalizacion, desde el punto de vista del reclamo de los vecinos de Gualeguaychu. No se podria defender un rio desde los valores de la globalizacion, ya que este es un lugar, y la sociedad red no ve lugares, ve flujos. Rechazan la alteracion de su tierra por actores globales, alojados por un pais vecino. No es asi desde el punto de vista de Greenpeace, que es global, pero que actua junto a actores de la perisferia y sabe como colocar sus reclamos en la agenda mundial.
Entre un corte de rutas que es un delito federal, ante la inexplicable pasividad de las autoridades nacionales y provinciales, la presencia de la simpática modelo Argentina expresando su desacuerdo ante la construcción de dos plantas de celulosa, en la vecina orilla, por supuesto que prefiero esta última, porque no se perjudica a nadie, y por lo visto los jefes de estado allí presentes, por la expresión de sus rostros, tuvieron un momento de distensión, y ni hablar del custodio que tuvo la suerte de acariciarla, mejor dicho, sujetarla para que se retire.
Saludos
Coincidimos totalmente (por algo nos recomendamos mutuamente, aunque podemos disentir alguna vez, ¿no?). Un abrazo.
Me alegro de que se planteen cuestionamientos sobre el papel que juega Greenpeace (sin desconocer la justicia de los reclamos del pueblo de Gualeguaychú). Podría aportarles como otro ejemplo la manipulación que hicieron en el tema de la venta del reactor nuclear argentino a Australia, distorsionando la información sobre los combustibles gastados que eventualmente volverían a nuestro país para su tratamiento, presentándolos como "basura nuclear" (¿se acuerdan de la payasada con inodoros frente al Congreso?). Qué notable, pateaban para el mismo lado de las empresas alemanas, francesas, etc., etc., que habían perdido la licitación.
Por qué no se publica la verdad?.
La verdad es que las papeleras se quisieron poner primero en nuestro país, pero fué tan alta la coima que les pidieron que se fueron a la otra orilla.
Entonces ahora les agarra la preocupación por el impacto ambiental.
Mas alla de la coima, creo que hay que escuchar al reclamo de Gualeguaychu. Es como hacerle caso al dolor que siente la piel cuando te cortas con algo. Ellos son el elemento mas sensible, menos interesado politicamente. Despues hay que tomar una decision razonable, pero no se puede no hacerle caso a los que estan al lado de las pasteras. Vender nuestro medio ambiente a extranjeros que no lo van a cuidar no es la mejor decision. Lo haga argentina o uruguay...
Por supuesto que hay que escuchar el reclamo de Gualeguaychú. Me irrita oír a los que hablan de los pitucos de Entre Ríos que arman bardo mientras la gente de Dock Sud se viene bancando desde hace años la mugre y las enfermedades sin chistar. Ojalá muchísima más gente se movilizara para hacer valer su derecho a un medio ambiente sano (y todos sus demás derechos).
Saludos
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