viernes, 2 de junio de 2006

El Príncipe argentino

Se ve que el Sr. Presidente de Nuestra Nación ha leído en detalle El Príncipe de Maquiavelo. En la primer parte del libro se detallan las distintas formas en las que se puede llegar al Poder y los distintos tipos de Principados (leasé Estados) que existen.
Podemos encontrar similitud entre Kirchner y aquel Príncipe que llega al Poder por las Armas Ajenas, ya que nuestro presidente se valió del Aparato Político que cuidadosamente había construido su antecesor y que no dudo en poner a su disposición aquel 25 de mayo de 2001. Kirchner siguió al pie de la letra las indicaciones que deja en su libro Maquiavelo para aquellas personas que acceden al poder de esa forma y así supo deshacerse hábilmente de aquel que lo había elegido como delfín.
Su Principado (Estado), es un Principado Civil, ya que se sostiene por el favor del pueblo al que redujo a la categoría de “cliente”. ¿Cual es el problema en este caso?: “estos principados peligran, por lo general, cuando quieren pasar de principado civil a principado absoluto (...)”. Situación que se da cuando falta pluralidad (o se vive en una “falsa pluralidad”). Sin embargo, esta amenaza se ve atenuada cuando los ciudadanos tienen necesidad del Estado y del Principe. Pero Maquiavelo en ningún momento aconseja que para mantener contenta a la masa haya que atacar al resto de los sectores de la sociedad. Jamás hubiera dicho, por ejemplo, que se aniquilara al empresariado, prácticamente obligándolo a trabajar a pérdida. Mucho menos que se burlara como lo hizo de las Fuerzas Armadas, muy por el contrario, Maquiavelo sugiere: hacerse “respetar y obedecer por los soldados”. Tampoco hubiera visto bien los desplantes y ataques que sucesivamente le hizo a la Iglesia. Ni hablar del atropello con que se maneja en lo que a Política Exterior se refiere, ya que el autor de El Príncipe propone: “conservar la amistad de reyes y príncipes”.
Sin embargo, nuestro presidente decidió confiar su mandato, pura y exclusivamente, a un sector al que tiene dominado por el clientelismo. Pero CUIDADO SR. PRESIDENTE, porque cualquier paso en falso bastará para que la masa se retobe y no va a haber lugar al cual recurrir. “El que siembra vientos, cosecha tempestades.”

4 Comentarios:

Blogger C. W. Karl dijo...

Maquiavelo también advertía sobre los peligros que trae aparejado utilizar mercenarios, porque en cualquier momento se pueden volver en contra, y jamás se jugarán al máximo por ninguna causa.


Saludos

9:52 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Excelente relación con el príncipe. Sin duda el capítulo más importante de esa obra es, si no recuerdo mal, el XVIII, De como deben mantener los príncipes la palabra dada, que dá pié a la doctrina de la Razón de Estado y posteriormente a la Realpolitik. Kirchner lo aplicó con su mentor del conurbano con singular éxito. Complicado será cuando los heridos de su guerra personal (a la que somos ajenos todo el resto de los argentinos) encuentren el momento de debilidad necesario: esperemos que se limite a fuegos artificiales y no provoquen otro golpe como el del PJ bonaerense contra De la Rúa.
Como último comentario vaya el siguiente: prácticamente todos los integrantes de la constelaciòn polìtica de nuestro país coinciden en la calidad humana de Carlos Menem, su buen trato y humildad. Ello no obstó a la carnicería que sufrió cuando el actual presidente así lo dispuso.
Se imaginan lo que va a ser la vendetta contra la pareja presidencial cuando cambien los vientos (que necesariamente van a cambiar)?

1:47 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

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7:08 a. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

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9:41 a. m.  

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