sábado, 22 de marzo de 2008

Rebelión en la Granja.

En la Nueva Argentina en Serio, el único que no tiene derecho a la protesta social es el que paga la fiesta.
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En un país en el que absolutamente todo, desde las sospechas infundadas de contaminación del otro lado de la frontera, pasando por las ventanas rotas y la negativa a mantener subsidios inexplicables hasta las afirmaciones judiciales de que Irán estuvo detrás de los atentados a la AMIA y la Embajada de Israel son causa suficiente para salir a las calles, resulta cuando menos contradictorio ver cómo ciertos personajes han redescubierto su amor por el orden y el libre tránsito frente a la rebelión agropecuaria que está pasando en estos días.
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Tenemos por ejemplo a Alberto Fernández, maestro del cinismo y el caradurismo político, que contesta terminante que él "no dialoga con extorsionadores" cuando se le pregunta por posibles negociaciones entre el Gobierno y el campo. Tiene razón en una cosa: el gobierno del que él forma parte no dialoga con los extorsionadores. Sólo les inventa secretarías para tenerlos contentos (D'Elía), los baña con aumentos salariales (Moyano y el resto de la banda) o los eleva al rango de héroes nacionales (los eco-piqueteros de Gualeguaychú).
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O a Luis D'Elía, un verdadero símbolo del embrutecimiento nacional que todavía tiene que dar explicaciones por la comisaría que tomó e incendió, horrorizándose por que desde un lado que para él no es ideológicamente potable se esté haciendo uso de su propia herramienta.
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O un ser como Hugo Moyano, que aún cuando su sindicato está bajo la lupa por un homicidio digno de Vito Corleone y a pesar de las miles de hectáreas que tiene (y que lo convierten en un odiado terrateniente de la oligarquía vacuna), se espanta sobre lo "salvaje" del lock-out del agro.
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Y después están las otras glorias del Gabinete: el hasta ahora desconocido ministro del Interior, Florencio Randazzo, preocupado por el derecho al libre tránsito... hasta llegar al más grande de todos los mocosos, Martincho "Bob Patiño" Lousteau, a quien las clases de economía le deben haber entrado por un oído y salido por el otro.
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Podríamos horrorizarnos y preguntarnos que con qué autoridad moral hablan estos atorrantes. Después tendríamos que acordarnos que estamos en la Argentina, país en donde la autoridad moral desapareció hace mucho tiempo, permitiendo que Schoklender nos dé lecciones sobre el amor filial o que Kirchner nos insista en que nuestra plata tiene que quedar en el país.
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Y mientras tanto, desde el Gobierno se imparten órdenes a sus mercenarios del gremio de Camioneros y de las "orgas" piqueteras para romper los cortes de ruta, una acción irresponsable de consecuencias imprevisibles. Digno del "realismo mágico" nacional.
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Pero vamos al tema de los productores agropecuarios.
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Sería muy fácil y tentador lanzarles un inmenso "¡jódanse!" a un sector que en su mayoría votó a la actual virreina Kristina, tentado por los fabulosos ingresos de la soja. Sería casi un acto de justicia poética ver cómo el sector se jode soberanamente por creer que un Gobierno que ya había embromado a bonistas, ganaderos, empresas y petroleros iba a tenerles tanto cariño como para dejarlos en paz.
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Ahora bien, ese monstruito botóxico al que votaron en octubre acaba de volverse en su contra, y les impone unas retenciones que en cualquier lugar decente del mundo serían consideradas confiscatorias. Incluso cabría preguntarse la legalidad de estos impuestos que nunca fueron tratados en el Congreso, si no fuera porque el Congreso ya no existe.
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Pero antes de condenar al campo, pongámonos en la posición de un productor al que de golpe y porrazo le quitan por decreto 45% de sus ingresos. No debería ser una tarea difícil; nosotros somos los que festejamos la caída de De la Rúa por unas limitaciones a las extracciones bancarias. De haber sido la clase media urbana la "retenida", ya estaríamos sordos con las cacerolas y bocinas.
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Sin embargo, como es el campo, también conocido como la "oligarquía vacuna" (sin tener en cuenta la cantidad de pequeños productores que tiene el país), lo dejamos pasar. Este es un país que necesitaría convertir en lectura obligatoria aquellas famosas frases de Niemöller de "Primero vinieron por... y después vinieron por mi". Porque eso fue lo que le pasó al campo: no le importó cuando Kirchner y sus secuaces patotearon a otros sectores.
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A pesar de todo, esta vez el campo tiene la razón indiscutible. Desde el Gobierno se lo ha convertido en el que debe pagar la fiesta de subsidios y aumentos salariales para los sectores industriales y sindicales, y con ese mismo objetivo en mente el Gobierno Nacional cree que puede apropiarse así nomás de los bienes y ganancias legítimos de todo un sector de la sociedad argentina.
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Cuando oímos a Moyano fustigar al agro por "no compartir sus ganancias con el pueblo" o a Lousteau diciendo que las rentabilidades del sector son buenas y que no deberían quejarse, entendemos una vez más la esencia del kirchnerismo: todo es del Pingüino, él sólo nos lo presta y le corresponde a él determinar cuánto nos toca a cada uno.
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El miedo del Gobierno es obvio y evidente: se le está retobando la caja. Sin la caja sojera, Moyano se olvidaría muy pronto de lo mucho que le gusta Kristina, D'Elía y el resto de la patota volverían a quemar neumáticos y la prensa recobraría la sagacidad y espíritu crítico que hasta ahora sólo habían tenido con el turco.
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Ni hablemos de que se acabaría muy rápido la proliferación de Borocotós.
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¿Será por eso que Kretina todavía no acomodó los micrófonos al respecto ni nos dio cátedra como suele hacerlo?
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¿Será posible que tenga miedo?

3 Comentarios:

Anonymous Anónimo dijo...

Personalmente no concuerdo con el tema de las comparaciones que haces entre esta y otras protestas. Si bien no es justificado cortar el paso, tampoco es injustificado el derecho a protestar e incluso ambas cuestiones han sido previstas y amparadas por la constitucion nacional, una pena que este gobierno jamas hizo ni hara algo para lograr la armonia logica en la ejecucion de ambos derechos.
Igualmente, para mi no es lo mismo el reclamo de "la patriota gente del campo en camionetas hilux y camisas de legacy" que el que hacen victimas de la AMIA, madres de hijos muertos en accidentes de transito, trabajadores y tantas otras personas que no pueden ser escuchadas de otra forma que, desgraciadamente, mediante la modalidad del piquete, cortando una calle o ruta
para que "mediaticamente" se les preste la debida atencion a su justificado o injustificado reclamo.
Personalmente, puede que este equivocado, siento esa cuestion de la gente del campo relativa a que todo el resto de la sociedad argentina les debemos agradecer por sus "patrioticos actos" defendiendo a nuestro pais economica y politicamente y debemos acompañar enfaticamente este reclamo. Realmente me parece que en ambas materias dejan que desear, e incluso pecaron de ingenuos al confiar en cristina o en nestor que no son ni carlos, ni alfonsin y mucho menos sus amados militares.
Lo mas triste del conficto del campo no me parece que sean necesariamente los piquetes o cortes (y te lo dice una persona que tardo mas de 7 horas en llegar a pinamar el pasado miercoles gracias a estos muchachos de camionestas y camisas con mucha pinta de pasar hambre) sino que
esta supuesta clase culta no ha
propuesto otra forma de implantar su reclamo (legal, por ejemplo, ya que acertadamente vos das pautas por donde podrian dar pelea) e incluso llegan a un extremo ridiculo y casi policial de REQUISAR Y DETENER CAMIONES ANTE CUALQUIER COSA QUE TRANSPORTEN (cosa que tarde o temprano terminara mal -los camioneros son gente de poca paciencia-, injustificada y que afecta a todas las industrias), facultad que les es obviamente ajena e incluso los pone en una posicion bastante estupida para un ulterior dialogo -por que esto ya si parece una extorsion-.
Pese a ello, todo este accionar de la "gente del campo" termina convalidando esas practicas que ellos mismo siempre criticaron e incluso su postura creo que es muy poco inteligente ya que gracias a sus patrioticos cortes se han ganado el odio de gran parte de la poblacion, sin contar que son un blanco bastante facil al cual pegar y que el gobierno solo con un par de numeros los puede poner en evidencia.
Lo ultimo que quiero destacar es que el gobierno comete un acto muy estupido en imponer una retencion generalizada, no es lo mismo el tipo que tiene millones de hectarias a aquel que tiene pocas, como no es lo mismo que una persona pague igual abl en recoleta que en lugano... Si bien la retencion no es un impuesto, me parece una buena forma de ejemplificarlo.

Saludos
AGUSTIN RIVERO

12:49 a. m.  
Blogger Mayor Payne dijo...

Ante todo, gracias por los comentarios, Agustín...

No cuestiono el derecho a protestar y creo que a lo largo del tiempo que llevo escribiendo en La Bestia ha quedado claro que no soy amigo del corte de rutas o calles. Sí cuestiono que muchos funcionarios que hicieron la vista gorda para otras propuestas redescubran repentinamente el valor constitucional de la libertad de tránsito, o que atorrantes como los sindicalistas y algunos piqueteros oficialistas se horroricen de que alguien les use el método.

(Para evitar confusiones, cuando me referí a la AMIA en el artículo fue por las protestas de D'Elía y otros personajes en ocasión de las acusaciones judiciales a ex-funcionarios iraníes por su asistencia con el atentado, no a las protestas de los familiares)

Me parece, digo yo, que hay una generalización y un exceso de estereotipo en tu caracterización del sector rural como "la patriota gente del campo en camionetas hilux y camisas de legacy". Es cierto que hay estancieros de Buenos Aires, Córdoba y Salta que encajan en esa caracterización. También es cierto que en las protestas hay muchos chacareros de Santiago del Estero, Chaco y Tucumán que no visten camisas de Legacy ni se mueven en 4x4.

Y de cualquier manera, supongo que la Constitución ampara el derecho de peticionar a las autoridades para todos los ciudadanos del país independientemente de su situación social particular. Y no veo por qué no puedan hacer público su desacuerdo con medidas confiscatorias como éstas, cuando por mucho menos nosotros los porteños y el resto de las ciudades ya habríamos salido a quemar bancos.

(Ahora que lo pienso, a Moyano sí se lo ve con camisas y chombas de buena marca, creo que en su caso es la marca del Cocodrilo... y ni hablemos de los campos de Alperovich u otros funcionarios que sí podrían ser considerados "terratenientes")

No sé si desde el campo existe esa actitud de exigir gratitud al resto del país, lo que sí sé es que el Gobierno Nacional debería tener en cuenta que las retenciones no son un barril sin fondo, y que tal vez buena parte de los sectores industriales deberían tenerle un poquito de gratitud al campo por ser la fuente de los subsidios y transferencias que los mantienen en actividad.

Coincido con vos en que los sectores del campo pecaron de ingenuos, y que incluso se comportaron de mala fe en ciertos momentos. En octubre, por ambición o ignorancia, buena parte del campo acompañó con su voto a Cristina Kirchner, lo que los convierte en indirectos responsables de esta ola de retenciones confiscatorias, y es algo que el campo debería recordar la próxima vez que jueguen a la catarsis bien argentina del "yo no lo voté", o cuando alguien les hable de falta de "calidad institucional" y ellos lo toman como una cuestión lejana.

Los del campo tal vez creyeron que votando a Cristina iban a poder participar de la joda, sin saber que para Cristina (al igual que para el peronismo en general), el campo es sólo el pato de la boda.

Es triste, es más, es lamentable que toda la protesta pase por mecanismos riesgosos y cuestionables como el corte de ruta, especialmente tratándose de una protesta legítima como ésta... e insisto sobre mi punto, si mañana viene Martincho Lousteau a decirte que además de todos los impuestos que pagás el Estado te va a retener 44% del ingreso y va a subir las retenciones si te aumentan el sueldo, ya estarías pidiendo su sangre como cualquier otro argentino, el campo no es la excepción.

Tal vez hubiera sido más adecuado, por no decir ingenioso, que los sectores rurales hubieran hecho concentraciones y marchas a las grandes ciudades (la imagen de un tractorazo en Plaza de Mayo me viene a la mente), o que hubieran hecho los bloqueos en las entradas de sus propios campos para bloquear la salida de sus propios productos: el efecto económico hubiera sido el mismo sin el grado de tensión que vemos con los cortes de ruta generalizados.

Lamentablemente creo que el Gobierno, por irresponsabilidad o anteojeras ideológicas (del tipo "campo versus industria") llevó las cosas a un punto de tensión insoportable, sin mencionar que luego de cinco años de no hacer nada con los cortes de ruta se ganó que un sector opositor le saliera al cruce con la misma metodología reprobable que tolera en otros casos. Sólo que no en este, tal vez piensen que el campo es una especie de "servidumbre de la gleba" al estilo feudal, cuyo deber es poner plata, callarse y pedir perdón por existir.

Coincido con vos en que el extremo de requisar e inspeccionar los camiones es una ilegalidad bárbara que puede provocar más problemas que soluciones. Esto no tiene justificación, y sólo agrava la violencia que representa cualquier corte de rutas, porque representa un nuevo escalón alcanzado en esa materia.

De todas formas, el deber del Gobierno en este caso es fomentar la moderación, no mandar a Moyano a que haga contra-piquetes (todavía me acuerdo de la contramarcha de D'Elía en ocasión de la última manifestación de Blumberg) y que desaloje la ruta. Si pasan incidentes entre campo y camioneros, la responsabilidad tendremos que buscarla en el gobierno que dejó hacer.

También hay números que dejan en evidencia al Gobierno y le quitan argumentos: 44% de retenciones sobre el bruto (no sobre las ganancias netas como dice Martincho), tasa que es confiscatoria. Sin mencionar que al no ser coparticipable, constituye una expoliación del Gobierno en perjuicio de las provincias, bastardeando una vez más el supuesto federalismo que rige en la Argentina (y que alimenta buena parte de este alzamiento del campo... si los escuchás, vas a ver que hay muchos que se preguntan por qué diablos el Estado federal se lleva la mayoría de sus ingresos y les devuelve una ínfima parte a las provincias)

Coincido absolutamente con vos en que la retención impuesta por el gobierno es estúpida, y le agrego que en mi opinión es confiscatoria, ilegal e inconstitucional; vos me dirás si hay artículo alguno de la Constitución que le permite al Ejecutivo establecer tasas aduaneras, o contribuciones directas o indirectas sin una ley del Congreso (algunos incisos de los Artículos 75 y 99 podrían proporcionarnos la respuesta). Creo que con eso sólo, los sectores del campo podrían armar una buena presentación judicial que mate de un sólo tiro las retenciones y los poderes de emergencia que inexplicablemente (lo digo por el estado maravilloso de la economía que todos los días nos dice el Gobierno) conserva el Ejecutivo sin retornarlo al Legislativo como debe.

No es lo mismo Monsanto o Cargill que un propietario de miles de hectáreas o un chacarero; a pesar de eso, el gobierno nacional, popular y progresista le pone retenciones iguales a todos esos sectores y todavía espera que se mantengan calladitos y sin protestar.

Por último, creo que sería interesante que quede explicada el por qué de la hostilidad del peronismo hacia el campo, por qué todavía creen en la imposibilidad de conciliar campo e industria, o por qué consideran que el campo es un sector que sólo debe financiar y proveer sin derecho a réplica.

Saludos y hasta la próxima.

9:56 a. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

En materia de derecho tributario no soy un especialista, pero que la tasa sea alta no implica necesariamente que sea confiscatoria toda vez que , doctrinariamente hablando, el fin perseguido con dicha tasa puede verse justificado ante diversas cuestiones de fondo. Un mero ejemplo puede ser el caso de los discos en ingles importados en la epoca de malvinas, cuando se pagaba fortuna si se queria traer uno de esos discos al pais.
Si bien el mecanismo elegido es el decreto, el cual siempre es susceptible de inconstitucionalidad -ni hablar del moco que se mandaron al designar por esta via al sucesor de Abad que en realidad debe salir por aprobacion de diputados- ya solamente en la forma, hay que ver puntualmente como se encuentra regulado el asunto y si no existe una expresa delegacion del legislativo al ejecutivo, la cual se puede canalizar por via de alguna secretaria y la cual puede ser tambien inconstitucional.
Igualmente, las retenciones no son un mero impuesto y el comun denominador de las personas no debe asemejarlas para poder comprender el por que se considera abusivo el porcentaje impuesto.
Destaco que por el corte que pase yo habia muchas camisas de legacy y camionetas hilux, aunque tambien he visto en television muchas ranger, s10 y chombas de la martina.
Otra cuestion triste, es que uno escucha mucho hablar de numeros, ganancias, etc pero verdaderamente a los muchachos del campo no se les cae una idea juridica o al menos no invierten lo suficiente en un abogado mas o menos inteligente. Quizas es un terreno donde no les conviene meterse debido a la ley de abastecimiento...
Si bien no destaco el accionar de moyano hay camiones que se han quedado parados por horas y es logico que el gremio salga a defenderlos, sin perjuicio de que con ello tambien lo defiendan al gobierno (Agrego: Moyano luce camisas legacy y le gustan los volkswagen)
Finalmente no creo que el peronismo odie al campo, pero si siento una cuestion inversa. Durante la historia han existido diversos enfrentamientos entre ambos e incluso tambien con los radicales, pero lo mas inentendible es que quieran presionar al gobierno que mayoritariamente eligieron y llegar a un punto de negociacion donde ya no van a tener retorno...

Agustin Rivero

1:04 p. m.  

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