Rincón literario: In the Presence of Mine Enemies (Harry Turtledove)
Hace unos días terminé de leer una novela de ficción llamada In the Presence of Mine Enemies, del escritor norteamericano Harry Turtledove. El amigo Turtledove es un referente dentro del género de la "historia alternativa", es decir, historias ambientadas en universos en donde algún hecho del pasado se produjo de otra manera (el llamado "punto de divergencia"), resultando en un mundo que puede ser o muy similar al nuestro o distinto al punto de ser irreconocible. Este género permite jugar con la Historia, sea para analizar lo que pudo haber sido, como además para echarle un vistazo a los infiernos de los que nos salvamos.
En el universo de In the Presence..., que claramente pertenece al campo de los "infiernos", el punto de divergencia fue la neutralidad de los Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial, lo que causó que el Tercer Reich venciera primero al Reino Unido y a la Unión Soviética, y que diera cuenta de los mismos Estados Unidos en una Tercera Guerra Mundial durante la década de 1970 que incluyó el uso de armas nucleares.
Como resultado, en el año 2010 en el que transcurre la historia la principal potencia mundial es el Gran Reich Alemán, todavía dominado por el Partido Nacionalsocialista. Además del Reich propiamente dicho, el nazismo controla también el llamado "Imperio Germánico", que comprende a los territorios conquistados durante las guerras (incluyendo las ex colonias británicas y francesas) y a aquellos Estados títeres en los que el Reich mantiene presencia militar, tales como Francia, el Reino Unido (cuyo líder fascista es Tony Blair, sólo que Turtledove lo camufla con el resto de su nombre real: Charles Lynton), Noruega, Bélgica, Holanda, Dinamarca e incluso los Estados Unidos, que además de haber perdido la guerra tienen que pagar un "tributo" a Alemania o enfrentar brutales represalias militares.
La victoria nazifascista en las dos guerras mundiales resultó en la continuidad de los totalitarismos y en el surgimiento de otros en el resto del mundo. Italia continúa gobernada por el fascismo y su imperio controla todo el norte de África, Grecia y Turquía; España sigue siendo franquista y conserva su imperio colonial africano; Portugal se mantiene autoritario y en control de Mozambique y Angola; Suecia, Finlandia, Croacia, Sudáfrica, los otros Estados balcánicos y toda Latinoamérica tienen sus propios gobiernos totalitarios aliados al Reich.
Y respecto de nuestra parte del mundo, como argentino no me sorprendió para nada la referencia a nuestro país como un aliado del Reich alemán cuyo dictador asumió un título al estilo de Führer o Duce, sólo que en el caso nuestro el capo totalitario argento ostenta el título de Perón...
Sólo el Imperio Japonés, que sobrevivió a las guerras mundiales como un Estado militarista y expansionista que controla Japón, China, la parte asiática de Rusia, el Sudeste Asiático, Indonesia y Oceanía, permanece fuera de la esfera de influencia alemana, y aunque las relaciones entre ambos imperios son relativamente cordiales, sólo la amenaza de la destrucción mutua asegurada con armas nucleares impide que japoneses y alemanes se vayan a las manos.
La historia es contada a través del punto de vista de varios ciudadanos alemanes que viven en Berlín: un analista civil del Alto Mando de las Fuerzas Armadas, su esposa y la mayor de sus tres hijas; un programador de sistemas y su esposa recepcionista de un consultorio; y una profesora universitaria. Todos ellos permiten una mirada a la vida cotidiana bajo un régimen que a pesar de su poderío y riqueza continúa siendo tan brutal y tiránico como lo fue desde su inicio... con una perspectiva muy particular.
¿Por qué es particular esta perspectiva? Porque todos esos personajes comparten un secreto intolerable para el Reich: son judíos. Una de las consecuencias de la victoria alemana en las guerras fue la extensión a todo el mundo del Holocausto, y para el 2010 el Reich ya considera a los judíos como prácticamente extintos, y aunque de vez en cuando logra encontrar grupos que se las ingeniaron para pasar desapercibidos en los territorios ocupados, no puede imaginar que muchos lograron ocultarse y subsistir durante décadas en el corazón de la misma sociedad que desea exterminarlos.
Los judíos de In the Presence... viven dobles vidas en las que por fuera son ciudadanos leales y dedicados del Reich con problemas típicos (peleas laborales, problemas con los jefes o incluso riesgos de infidelidades), mientras que por dentro tratan de preservar su cultura y sus tradiciones sin dar la menor señal de alarma, a tal punto que sólo les revelan su condición a sus hijos al cumplir los diez años, ya que consideran que a esa edad son capaces de aceptar el hecho y preservar el secreto.
Una particularidad de esta historia es cómo muestra las consecuencias de esta doble vida en una sociedad en donde, por poner un ejemplo banal pero escalofriante, comentarios que para nosotros son barbaridades como el célebre "murieron dos personas y un boliviano" de Crónica TV son moneda corriente (“Junto con los arios, también falleció un número indeterminado de Untermenschen", dice una nota periodística sobre un accidente industrial). El título de la novela es apropiado, ya que remite a un pasaje del Salmo 23 (aquel de "El Señor es mi pastor, nada me puede faltar...") que dice "Me preparas un banquete en frente de mis enemigos..."
La necesidad de conservar las apariencias ha hecho que muchas tradiciones se han perdido, otras apenas subsisten y varias se han transformado. Aquellos con hijos deben preservar las apariencias hasta que los chicos puedan asumir el secreto, aunque eso signifique tener toda la parafernalia antisemita en casa y no reaccionar ante la propaganda; los chicos que recién conocen el secreto tienen no sólo que empezar a mentirles a sus compañeros, a sus amigos, a sus maestros e incluso a sus hermanos menores, sino que también tienen que enfrentar de un día para el otro que todo lo que ayer era verdad para ellos ahora es un montón de mentiras. Incluso los adultos no pueden dejar de sentir una extraña pertenencia al país que desea exterminarlos, que se manifiesta en alegría ante las victorias en el Mundial o en una leve suficiencia al visitar otros países.
Y mientras tanto, en el fondo de la historia las cosas empiezan a moverse en el Reich. El Führer de ese entonces, un nonagenario conservador, muere y es reemplazado por un nuevo Führer joven y con un ánimo reformista nacido de la certeza de que en el Imperio Germánico hay cosas que andan muy mal por debajo de la propaganda. Los que tengan una idea de cómo fue que la Unión Soviética empezó a venirse abajo no van a tener problemas en ir detectando los paralelismos (que los hay y a veces son demasiado explícitos) y las diferencias entre lo que pasó y lo que Turtledove relata que le ocurre al Tercer Reich tras ochenta años de dominio visible y anquilosamiento subterráneo.
Una de las cosas que más rescato de esa novela es la noción de esperanza que deja ver. No sólo de los protagonistas, quienes sienten con justo derecho que cada día de vida que llevan, por más oculta y difícil que sea, es una victoria colectiva sobre la monstruosidad del Reich, sino también de los propios alemanes comunes y corrientes, que aún con el cerebro lavado por la propaganda racista aunque más no sea porque es lo único que conocen, encuentran la forma de hacer sentir su descontento con el régimen a la primera oportunidad posible. No importa la brutalidad, no importa el totalitarismo, no importa la locura colectiva, eventualmente la libertad encuentra formas de salir o de seguir existiendo, aunque sea chiquita y modesta.
El libro no deja de tener sus temas; con tantos personajes proveyendo puntos de vista, tiende a hacerse un poco lenta y algo repetitiva, y le cuesta llegar a destino, sin mencionar que los paralelismos históricos son a veces demasiado obvios, pero el resultado final me gustó como para darle un changüí a otra saga del autor sobre una victoria del Sur en la Guerra Civil de EE.UU.
En fin, algo distinto esta semana, para ir variando un poco.
Mucha suerte y hasta el próximo sábado.
En el universo de In the Presence..., que claramente pertenece al campo de los "infiernos", el punto de divergencia fue la neutralidad de los Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial, lo que causó que el Tercer Reich venciera primero al Reino Unido y a la Unión Soviética, y que diera cuenta de los mismos Estados Unidos en una Tercera Guerra Mundial durante la década de 1970 que incluyó el uso de armas nucleares.
Como resultado, en el año 2010 en el que transcurre la historia la principal potencia mundial es el Gran Reich Alemán, todavía dominado por el Partido Nacionalsocialista. Además del Reich propiamente dicho, el nazismo controla también el llamado "Imperio Germánico", que comprende a los territorios conquistados durante las guerras (incluyendo las ex colonias británicas y francesas) y a aquellos Estados títeres en los que el Reich mantiene presencia militar, tales como Francia, el Reino Unido (cuyo líder fascista es Tony Blair, sólo que Turtledove lo camufla con el resto de su nombre real: Charles Lynton), Noruega, Bélgica, Holanda, Dinamarca e incluso los Estados Unidos, que además de haber perdido la guerra tienen que pagar un "tributo" a Alemania o enfrentar brutales represalias militares.
La victoria nazifascista en las dos guerras mundiales resultó en la continuidad de los totalitarismos y en el surgimiento de otros en el resto del mundo. Italia continúa gobernada por el fascismo y su imperio controla todo el norte de África, Grecia y Turquía; España sigue siendo franquista y conserva su imperio colonial africano; Portugal se mantiene autoritario y en control de Mozambique y Angola; Suecia, Finlandia, Croacia, Sudáfrica, los otros Estados balcánicos y toda Latinoamérica tienen sus propios gobiernos totalitarios aliados al Reich.
Y respecto de nuestra parte del mundo, como argentino no me sorprendió para nada la referencia a nuestro país como un aliado del Reich alemán cuyo dictador asumió un título al estilo de Führer o Duce, sólo que en el caso nuestro el capo totalitario argento ostenta el título de Perón...
Sólo el Imperio Japonés, que sobrevivió a las guerras mundiales como un Estado militarista y expansionista que controla Japón, China, la parte asiática de Rusia, el Sudeste Asiático, Indonesia y Oceanía, permanece fuera de la esfera de influencia alemana, y aunque las relaciones entre ambos imperios son relativamente cordiales, sólo la amenaza de la destrucción mutua asegurada con armas nucleares impide que japoneses y alemanes se vayan a las manos.
La historia es contada a través del punto de vista de varios ciudadanos alemanes que viven en Berlín: un analista civil del Alto Mando de las Fuerzas Armadas, su esposa y la mayor de sus tres hijas; un programador de sistemas y su esposa recepcionista de un consultorio; y una profesora universitaria. Todos ellos permiten una mirada a la vida cotidiana bajo un régimen que a pesar de su poderío y riqueza continúa siendo tan brutal y tiránico como lo fue desde su inicio... con una perspectiva muy particular.
¿Por qué es particular esta perspectiva? Porque todos esos personajes comparten un secreto intolerable para el Reich: son judíos. Una de las consecuencias de la victoria alemana en las guerras fue la extensión a todo el mundo del Holocausto, y para el 2010 el Reich ya considera a los judíos como prácticamente extintos, y aunque de vez en cuando logra encontrar grupos que se las ingeniaron para pasar desapercibidos en los territorios ocupados, no puede imaginar que muchos lograron ocultarse y subsistir durante décadas en el corazón de la misma sociedad que desea exterminarlos.
Los judíos de In the Presence... viven dobles vidas en las que por fuera son ciudadanos leales y dedicados del Reich con problemas típicos (peleas laborales, problemas con los jefes o incluso riesgos de infidelidades), mientras que por dentro tratan de preservar su cultura y sus tradiciones sin dar la menor señal de alarma, a tal punto que sólo les revelan su condición a sus hijos al cumplir los diez años, ya que consideran que a esa edad son capaces de aceptar el hecho y preservar el secreto.
Una particularidad de esta historia es cómo muestra las consecuencias de esta doble vida en una sociedad en donde, por poner un ejemplo banal pero escalofriante, comentarios que para nosotros son barbaridades como el célebre "murieron dos personas y un boliviano" de Crónica TV son moneda corriente (“Junto con los arios, también falleció un número indeterminado de Untermenschen", dice una nota periodística sobre un accidente industrial). El título de la novela es apropiado, ya que remite a un pasaje del Salmo 23 (aquel de "El Señor es mi pastor, nada me puede faltar...") que dice "Me preparas un banquete en frente de mis enemigos..."
La necesidad de conservar las apariencias ha hecho que muchas tradiciones se han perdido, otras apenas subsisten y varias se han transformado. Aquellos con hijos deben preservar las apariencias hasta que los chicos puedan asumir el secreto, aunque eso signifique tener toda la parafernalia antisemita en casa y no reaccionar ante la propaganda; los chicos que recién conocen el secreto tienen no sólo que empezar a mentirles a sus compañeros, a sus amigos, a sus maestros e incluso a sus hermanos menores, sino que también tienen que enfrentar de un día para el otro que todo lo que ayer era verdad para ellos ahora es un montón de mentiras. Incluso los adultos no pueden dejar de sentir una extraña pertenencia al país que desea exterminarlos, que se manifiesta en alegría ante las victorias en el Mundial o en una leve suficiencia al visitar otros países.
Y mientras tanto, en el fondo de la historia las cosas empiezan a moverse en el Reich. El Führer de ese entonces, un nonagenario conservador, muere y es reemplazado por un nuevo Führer joven y con un ánimo reformista nacido de la certeza de que en el Imperio Germánico hay cosas que andan muy mal por debajo de la propaganda. Los que tengan una idea de cómo fue que la Unión Soviética empezó a venirse abajo no van a tener problemas en ir detectando los paralelismos (que los hay y a veces son demasiado explícitos) y las diferencias entre lo que pasó y lo que Turtledove relata que le ocurre al Tercer Reich tras ochenta años de dominio visible y anquilosamiento subterráneo.
Una de las cosas que más rescato de esa novela es la noción de esperanza que deja ver. No sólo de los protagonistas, quienes sienten con justo derecho que cada día de vida que llevan, por más oculta y difícil que sea, es una victoria colectiva sobre la monstruosidad del Reich, sino también de los propios alemanes comunes y corrientes, que aún con el cerebro lavado por la propaganda racista aunque más no sea porque es lo único que conocen, encuentran la forma de hacer sentir su descontento con el régimen a la primera oportunidad posible. No importa la brutalidad, no importa el totalitarismo, no importa la locura colectiva, eventualmente la libertad encuentra formas de salir o de seguir existiendo, aunque sea chiquita y modesta.
El libro no deja de tener sus temas; con tantos personajes proveyendo puntos de vista, tiende a hacerse un poco lenta y algo repetitiva, y le cuesta llegar a destino, sin mencionar que los paralelismos históricos son a veces demasiado obvios, pero el resultado final me gustó como para darle un changüí a otra saga del autor sobre una victoria del Sur en la Guerra Civil de EE.UU.
En fin, algo distinto esta semana, para ir variando un poco.
Mucha suerte y hasta el próximo sábado.
Etiquetas: Historia alternativa, Ucronías
3 Comentarios:
Muy buena reseña. DA ganas de ponerse a leerlo.
¿Hay algo de este autor en español?
No tengo problemas con el inglés, pero....
Y sobre la ucronía del Sur ganando la Guerra Civil en 1865... hoy USA sería un país latinoamericano más.
Sé que la novela está traducida al castellano bajo el título de "En Presencia de mis Enemigos" y anda por Internet el primer capítulo en castilla a modo de muestra gratis. Hay por ahí un pdf completo de la versión en inglés que fue de donde lo leí yo, pero está un poco desprolijo, por lo que tuve que pasarlo a Word y emprolijarlo un poco.
Otra ucronía de esta misma temática, pero un tanto distinta (transcurre en un 1964 en el que la Guerra Fría es entre EE.UU. y la Alemania nazi) y que tiene un ritmo más ágil que esta de Turtledove (que tengo que decir que es su principal inconveniente) es Patria ("Fatherland") de Robert Harris. Hay una versión completa en castilla y en pdf dando vueltas por ahí como para descargar.
En cuanto a la ucronía del Sur ganando la guerra civil, no avancé mucho todavía (voy por el primero de once libros que lleva la saga), pero por lo que tengo visto lo que pasa es que los EE.UU. y los Confederados terminan con una rivalidad histórica tan grande que los equivalentes de las Guerras Mundiales en ese universo también tienen frentes en América.
Salute!
Gracias por tu respuesta!
"Fatherland": ya tiene su película. Voy a descargar el .pdf!
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