Propuesta en vez de protesta
En primer lugar les recomiendo lean los comentarios al artículo de Nómade sobre "La protesta en Viena"
En esos comentarios a los que me refería Mayor Payne dice que desde su visión las veces que el "pueblo participa" es para peor, y que le gustaría que en vez de tanta propuesta la participación fuera pura propuesta...
Leyendo un artículo de Margarita Gutman sobre el ataque a las Torres Gemelas y la participación ciudadana publicado por el Instituto Internacional de Medio Ambiente y Desarrollo para América Latina (no les pongo el link porque no está publicado on line), me pareció que un buen ejemplo de participación propositiva era el que se había verificado en torno a la reconstrucción del World Trade Center.
No era de mi conocimiento hasta ayer, el gran proceso de movilización y participación ciudadana que implicó el debate acerca de cómo debían ser reemplazadas las torres gemelas, si debían ser reconstruidas o no, cómo debía ser el memorial de las víctimas etc. Resulta que hubo muchísimas ONGs como (IMAGINE NY) que se ocuparon de encauzar las opiniones de las miles de personas interesadas en opinar sobre este tema.
Michels hablaba de las imposibilidades técnicas como aquellas cuestiones que impedían ejercer la democracia directa. Por ejemplo: no se pueden congregar todos los electores de un distrito para que voten un determinado proyecto, por una cuestión de espacio, de eficiencia, etc.
Sin embargo, en Nueva York se probó que si bien aún estamos muy lejos de la democracia directa (y no opino sobre la bondad o maldad de la misma) hay adelantos tecnológicos que permiten una mayor participación en la toma de decisiones.
Es que la reconstrucción del WTC no estaba simplemente en manos de los referentes políticos de la ciudad sino que por ser una zona portuaria tenía una autoridad portuaria y el terreno tenía un propietario, con lo cual había una maraña de intereses sobre los cuales los neoyorquinos querían influir.
Así se dieron diversos talleres, reuniones, foros, etc. que recopilaron las opiniones de miles de personas y las combinaron hasta enumerar una serie de ítems que los arquitectos debían tener en cuenta a la hora de diseñar el proyecto.
Y la tecnología tuvo un papel principal no solo porque la web sirvió como un efectivo canal de información y discusión, a través de los e-mails, foros, páginas etc. sino en uno de los eventos más importantes de esta movida que fue "Listening to the city II" (Escuchando a la ciudad II) donde se conectó a los 5000 participantes (presenciales) a 400 equipos que transmitían las sesiones llevadas a cabo en cada una de las mesas de discusión y se reproducían en una pantalla gigante, intentando difundir e intercambiar todas las opiniones.
El resultado de todo esto fue una propuesta consensuada ampliamente por los ciudadanos, recogida por los arquitectos que finalmente fueron elegidos para llevar a cabo la reconstrucción.
En esos comentarios a los que me refería Mayor Payne dice que desde su visión las veces que el "pueblo participa" es para peor, y que le gustaría que en vez de tanta propuesta la participación fuera pura propuesta...
Leyendo un artículo de Margarita Gutman sobre el ataque a las Torres Gemelas y la participación ciudadana publicado por el Instituto Internacional de Medio Ambiente y Desarrollo para América Latina (no les pongo el link porque no está publicado on line), me pareció que un buen ejemplo de participación propositiva era el que se había verificado en torno a la reconstrucción del World Trade Center.
No era de mi conocimiento hasta ayer, el gran proceso de movilización y participación ciudadana que implicó el debate acerca de cómo debían ser reemplazadas las torres gemelas, si debían ser reconstruidas o no, cómo debía ser el memorial de las víctimas etc. Resulta que hubo muchísimas ONGs como (IMAGINE NY) que se ocuparon de encauzar las opiniones de las miles de personas interesadas en opinar sobre este tema.
Michels hablaba de las imposibilidades técnicas como aquellas cuestiones que impedían ejercer la democracia directa. Por ejemplo: no se pueden congregar todos los electores de un distrito para que voten un determinado proyecto, por una cuestión de espacio, de eficiencia, etc.
Sin embargo, en Nueva York se probó que si bien aún estamos muy lejos de la democracia directa (y no opino sobre la bondad o maldad de la misma) hay adelantos tecnológicos que permiten una mayor participación en la toma de decisiones.
Es que la reconstrucción del WTC no estaba simplemente en manos de los referentes políticos de la ciudad sino que por ser una zona portuaria tenía una autoridad portuaria y el terreno tenía un propietario, con lo cual había una maraña de intereses sobre los cuales los neoyorquinos querían influir.
Así se dieron diversos talleres, reuniones, foros, etc. que recopilaron las opiniones de miles de personas y las combinaron hasta enumerar una serie de ítems que los arquitectos debían tener en cuenta a la hora de diseñar el proyecto.
Y la tecnología tuvo un papel principal no solo porque la web sirvió como un efectivo canal de información y discusión, a través de los e-mails, foros, páginas etc. sino en uno de los eventos más importantes de esta movida que fue "Listening to the city II" (Escuchando a la ciudad II) donde se conectó a los 5000 participantes (presenciales) a 400 equipos que transmitían las sesiones llevadas a cabo en cada una de las mesas de discusión y se reproducían en una pantalla gigante, intentando difundir e intercambiar todas las opiniones.
El resultado de todo esto fue una propuesta consensuada ampliamente por los ciudadanos, recogida por los arquitectos que finalmente fueron elegidos para llevar a cabo la reconstrucción.
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