sábado, 3 de marzo de 2007

¿A dónde va la economía mundial?

La última semana asistimos a una baja generalizada de los mercados bursátiles de todo el mundo consecuencia de la debacle en los mercados accionarios de China: Shangai y Shenzen. Esto derivó en una corrida financiera en todas las plazas del mundo y tuvo como correlato una baja en el mercado de bonos, de commodities, de derivados, de monedas (con excepción de Argentina y Uruguay, únicas dos monedas de países emergentes que en el período sufrieron una apreciación –lo que le dicen libre flotación, vió!)
¿A qué se debió esto?
Básicamente se conjugaron una serie de factores que son los que producen estos cimbronazos: Greenspan diciendo que los márgenes corporativos americanos están entrando en zonas de crecimiento neutro (lo que en buen romance quiso decir es que las empresas americanas están muy cerca del agotamiento del ciclo económico). Circularon rumores de que el ente regulador de los mercados chinos estaría considerando la aplicación de impuestos a las ganancias financieras y, que el feroz apalancamiento que se produce en este mercado iba a ser limitado (por apalancamiento se entienden aquellas operaciones que se realizan vía la generación de endeudamiento, es decir, sin uso de capital propio). Asimismo, hubo en la semana la presentación de datos económicos americanos donde se observaba que la construcción de nuevas viviendas entró en franca decadencia, aumentaron los pedidos de subsidios por desempleo y aumentó la confianza del consumidor: economía real muy débil, consumismo en su máxima expresión. Además, hubo una baja en las tasas americanas producto de la aversión al riesgo del inversor que en estos casos busca refugiarse en activos libres de riesgo y una apreciación del yen, indicio del fin de lo que se conoce como “carry trade”.
Esto último quizás suponga lo más peligroso para la economía mundial. En los últimos años consecuencia de las tasas bajísimas que establecía el BOJ (Bank of Japan) que oscilan en el 0,5% los inversores globales se volcaron a un endeudamiento en yenes para colocarse en dólares o en otras monedas en todo el mundo. El problema está cuando o el BOJ sube las tasas (con lo que el costo de mi endeudamiento aumenta) o bien se aprecia la moneda japonesa con lo que necesito más dólares para cancelar mi deuda original en yenes (problema clásico de apreciación de un pasivo). Sumémosle a eso que se trataba de fin de mes, fecha de vencimiento de los contratos a plazo de cross-currency swaps (contratos donde se fija la tasa de interés al mismo tiempo que el valor de la moneda)…. Conclusión: vuela todo por el aire.
En lo personal creo que esto debería suponer una leve corrección el humor de los inversores quienes deberán darse cuenta que el “sentarse y esperar” se acabó y deberán realizar un management más acertado de sus portfolios de inversión. De todas maneras, la economía mundial goza de muy buena salud: China sigue consumiendo como un obeso desaforado (no es sano, pero es difícil que se corrija en el corto plazo), India consume pero con más mesura y los teutones han vuelto a ser lo que eran, la locomotora europea.
Un tip: para los fanáticos que gustan de timbear en los mercados de opciones, atención con los papeles bancarios, quedaron muy desarbitrados entre sí, es un buen momento para entrarle a Macro o a Bradesco (si operan Bovespa).

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