Quinto muerto-vivo del dosmilsiete
Sorprende ver algunos afiches que aparecieron estos últimos días en la ciudad de Buenos Aires. De fondo azul y con la leyenda "De la mano de todos, vuelve Aníbal Ibarra", junto a la cara de nuestro ilustre ex-jefe de Gobierno. Lamento no tener disponible el afiche para compartirlo con ustedes.
Es tragicómico esto de los muertos-vivos políticos. Algunos, como los muchachos del MODIN y de la UCD (ahora se hacen llamar Ucedé, queda más fashion y no tiene ese molesto parecido con "UCR"), son cosas pintorescas, con las que podemos sonreir porque sabemos que no van a llegar lejos. Pero lo de Ibarra... Ibarra pone el "trágico" en "tragicómico".
Rememoremos; el hombre fue destituido en juicio político por la tragedia de República Cromagnon. Doscientas personas murieron en medio de un escándalo de inoperancia, corrupción, deslinde de responsabilidades, incompetencia... la lista es larga. En un país en serio, Aníbal Ibarra tendría que esfumarse de la vida pública por el resto de su vida, y cualquier intento de retornar a la política debería motivar las críticas más enérgicas.
Ahora, cual zombie de película que se niega a morir hasta que le cortan la cabeza, Ibarra pretende resurgir del Hades político y medrar una banca en el Congreso de la mano de Filmus y Bonasso.
No es el único muerto político, pero sí es quizá el más grotesco de ellos.
Es lamentable que Ibarra esté tan cegado o tan encerrado en su pequeño mundo que todavía crea que lo de Cromagnon fue un complot en su contra, que él es una víctima más y la mar en coche. A Sobisch lo dan por acabado por esta tragedia en Neuquén en la que murió un maestro, y Aníbal tiene ilusiones de volver a un cargo público después de tener él 194 muertos en su haber.
Creo que todavía no existe un término en el idioma castellano que pueda expresar adecuadamente esa combinación de desprecio y vergüenza que causan comportamientos como los del ex-jefe de Gobierno. Sería bueno que nuestra "clase dirigente" entienda de una vez que de la muerte política no puede haber regreso. Sería todavía mejor que con nuestro voto se lo hagamos saber
Es tragicómico esto de los muertos-vivos políticos. Algunos, como los muchachos del MODIN y de la UCD (ahora se hacen llamar Ucedé, queda más fashion y no tiene ese molesto parecido con "UCR"), son cosas pintorescas, con las que podemos sonreir porque sabemos que no van a llegar lejos. Pero lo de Ibarra... Ibarra pone el "trágico" en "tragicómico".
Rememoremos; el hombre fue destituido en juicio político por la tragedia de República Cromagnon. Doscientas personas murieron en medio de un escándalo de inoperancia, corrupción, deslinde de responsabilidades, incompetencia... la lista es larga. En un país en serio, Aníbal Ibarra tendría que esfumarse de la vida pública por el resto de su vida, y cualquier intento de retornar a la política debería motivar las críticas más enérgicas.
Ahora, cual zombie de película que se niega a morir hasta que le cortan la cabeza, Ibarra pretende resurgir del Hades político y medrar una banca en el Congreso de la mano de Filmus y Bonasso.
No es el único muerto político, pero sí es quizá el más grotesco de ellos.
Es lamentable que Ibarra esté tan cegado o tan encerrado en su pequeño mundo que todavía crea que lo de Cromagnon fue un complot en su contra, que él es una víctima más y la mar en coche. A Sobisch lo dan por acabado por esta tragedia en Neuquén en la que murió un maestro, y Aníbal tiene ilusiones de volver a un cargo público después de tener él 194 muertos en su haber.
Creo que todavía no existe un término en el idioma castellano que pueda expresar adecuadamente esa combinación de desprecio y vergüenza que causan comportamientos como los del ex-jefe de Gobierno. Sería bueno que nuestra "clase dirigente" entienda de una vez que de la muerte política no puede haber regreso. Sería todavía mejor que con nuestro voto se lo hagamos saber
4 Comentarios:
Lamentablemente, va a conseguir unos votos, y va a ser diputado, y va a seguir viviendo a costillas de los contribuyentes.
Como un parásito, que es lo que es.
Creo que, lamentablemente esto es culpa y responsabilidad de todos.
Este señor cree que la gente lo quiere y todo el mundo lo detesta, arruino la ciudad y es culpable politica, administrativa y penalmente de la muerte de mas mas de 190 personas y de cientos de heridos. Igualmente seguro que llega a obtener los votos necesarios para ser legislador
Es el mejor ejemplo de que las palabras y la ideologia no sirven de nada si no se hace una gestion acorde a ellas y que una ciudad no es una fiscalia (y no podes dormir la siesta todas las tardes y mucho menos ir a laburar a las 12 del mediodia).
Pero volviendo a la culpa de todos, creo que si bien no comparto la ideologia o modo de protesta de los padres de cromañon, deberiamos al menos, todos como sociedad, no solo no votarlo sino repudiarlo pacificamente en la puerta de su domicilio, en sus actos politicos y demas, por que este muerto no deberia ni siquiera ser presidente de mesa en una eleccion.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
A Ibarra, solamente le falta el hijo de Chucky y tiene el equipo completo.
Un abrazo!
Charly W. K.
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