La profundización del cambio.

Veamos hasta ahora cómo se profundizó el cambio que nos prometía Cristina en las elecciones:

• Política exterior: Ya a la primera semana, Cristina recurrió al viejo truco de culpar a Estados Unidos por todos los males nacionales, achacándoles la autoría intelectual de una supuesta "operación basura" en su contra por el tema de las valijas voladoras venezolanas. La Presidenta que nos iba a reintegrar al mundo después de cuatro años de concepción Nestorcéntrica del Universo comenzó con la excusa más rancia del populismo: "Yanquis go home".
• Huguito: El simio caraqueño merece un capítulo por sí mismo... ya desde el día anterior a la Coronación, la Reina anduvo tirándole flores y deshaciéndose en alabanzas, para luego pegarnos al lamentable bochorno de la Operación Emmanuel (lo que nos dio la gloriosa imagen de Néstor andando por la selva más perdido que Adán en el Día de la Madre) y pretender subirse al carro de Huguito cuando las FARC soltaron a las rehenes que tenían. Si alguien creía que con Cristina se iban a acabar las relaciones carnales con el Bolivarianismo, que lo piense mejor.
• Energía: Cortes de luz rotativos y encubiertos, un "plan de ahorro" que nos llevó a adoptar la hora de Groenlandia y a contemplar la puesta del sol a las 10 de la noche, por no decir una invasión de lamparitas de bajo consumo producidas en China e importadas vía Cuba (dicho sea de paso, alguien debería investigar si algún personaje en el Ministerio de Planificación de De Vido se llenó los bolsillos con este negocio), e incluso un pedido del Gobierno para que los porteros se dediquen a la delación.
• Transporte e Infraestructura: Los trenes se caen a pedazos, los micros no paran de chocar en las rutas y el tránsito es un desquicio, pero en poco tiempo y al mejor estilo de los dictadorzuelos africanos vamos a tener al faraónico Tren Bola uniendo Capital Federal, Rosario y Córdoba. ¿Cuánto va a costar? ¿Quién lo va a financiar y quién lo va a mantener? ¿Cuánto saldrá el pasaje? ¿Qué cantidad de energía va a consumir? Esas son preguntas muy poco Nacionales, Populares y Progresistas, dignas de conspiradores yanquis y pro-Imperio.
• Inflación: Los precios siguen aumentando por todos lados, excepto para el INDEC. Si alguien encuentra algún comercio en donde se venda a los precios que dice el Gobierno, que pase el dato, por favor.
• Comunicación: Si bien el matonismo con el que se manejaba Néstor desde el atril parece haberse atenuado un poco en esta era del kirchnerismo 2.0, ha sido reemplazado por otra cosa tanto o más desagradable... la tendencia de Nuestra Presidenta a sermonear. Noten cómo en cada uno de sus discursos Cristina pontifica y da clases al mejor estilo maestra ciruela. Ella nos habla de "relatos" y de cosas que "nos tenemos que dar los argentinos como sociedad", mientras nos dedica una sonrisa condescendiente y acomoda el micrófono de manera obsesiva.
• Corrupción: Cada día empiezan a saltar más papelones para el Gobierno, y cada vez más los medios buscan historias sórdidas y farandulescas con qué cubrirlas. Con sólo ver los canales de televisión, parecería que los únicos problemas de este país son los progresos en la investigación del homicidio de Rosana Galeano o las peripecias del "erre-erre-pe-pé" Gaby Álvarez en Uruguay, un personaje bien kirchnerista que podría haber sido un buen exponente del período "pizza con champagne" de la Nefasta Década del Noventa.

Si, esta Argentina está cambiando. Cada vez vamos peor.