La verdadera cara del Kirchnerato

Bastaron una protesta del campo y una manifestación espontánea de la ciudadanía para que el kirchnerato mostrara su verdadera cara.

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Podemos decir muchas cosas sobre Luis D'Elía. Podemos decir que es un mercenario, un provocador, un matón a sueldo comprado con los impuestos que pagamos. Podemos hablar de su brutalidad y de su ignorancia, pero lo que no podemos negar es que él es quizás el exponente más sincero y honesto de la verdadera naturaleza del Kirchnerismo.

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Al kirchnerismo en estado puro no lo vamos a encontrar en los desvaríos intelectualoides de la Presidenta mientras acomoda los micrófonos, en las afirmaciones sobradoras de Martincho Lousteau, o incluso en las prepoteadas de Anímal y Mamerto Fernández o en las justificaciones de Pravda/12. El kirchnerismo puro y duro, libre de sanata y de verba, está en los golpes y amenazas de Luis D'Elía.

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El kirchnerismo puro es el que hacen los matones y mercenarios a quienes se les paga para que hagan el trabajo sucio que Néstor y Kretina no quieren hacer.

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Cuando D'Elía reclama para sí la Plaza de Mayo, vemos la esencia de un Gobierno que se apropia de lo producido por todos los argentinos, y que se cree con derecho a decidir cuánto le toca a cada uno. Un Gobierno que pretende que le pidamos permiso para usar lo nuestro y que encima estemos agradecidos por sus dudosos servicios.

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Cuando D'Elía golpea a un ciudadano que le hace una pregunta incómoda, vemos la conclusión lógica de la prepotencia y soberbia que este gobierno (porque no vayamos a creer que hay alguna diferencia entre el gobierno previo al 10 de diciembre de 2007 y el que vino después, que es sólo testaferro de su predecesor) se dirige a la sociedad, un gobierno que jamás contestó preguntas, que siempre habló ante auditorios seleccionados a dedo y que considera las preguntas incómodas como traición a la Patria.

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Cuando D'Elía marcha con sus Kamisas Pardas a desalojar la Plaza de Mayo para que nadie le haga ruido a la Presidenta, se desnuda la mentira sobre la "no criminalización de la protesta social" y el "respeto a los derechos humanos" que este Gobierno pregona como si fueran las Tablas de la Ley, y queda en evidencia lo que ya sabemos: que este Gobierno sólo tolera las manifestaciones inofensivas, las controladas, las previstas, las afines. El resto, son blanco libre.

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Por cierto y ya que estamos, el Gobierno y sus chupamedias se quejan de las 4 x 4. Hasta ahora no sabemos qué pasó con aquella famosa 4 x 4 de Daniel Varizat, la que usó para jugar al "Need for Speed" en plena manifestación.

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Cuando el Gobierno intente convencernos de cualquier cosa, recordemos la foto que encabeza este artículo.

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Esta es la cara del régimen kirchnerista. La verdadera. La libre de sanata.