Ferviente deseo
Uno de mis deseos más íntimos para el futuro (al margen de los clásicos de la conquista mundial y lograr que todos mis enemigos perezcan de las maneras más crueles posibles sin que pueda asociárseme al hecho) es que de aquí a sesenta años yo tenga a mis nietos sentados alrededor de mi sillón (imagino que mis rodillas no van a aguantar el hecho) y que ellos, motivados por alguna curiosidad infantil, me pregunten:
"Nono, ¿qué m---da tenía el país en la cabeza para convertir a dos desgraciados, guarangos, ignorantes y chorros como los Kirchner en presidentes de la Argentina?"
Por suerte no tengo nietos (me faltan todos los pasos y requisitos previos) como para dar una respuesta inmediata, pero al menos tengo los próximos sesenta años para ir pensando una. Aunque de todas maneras y dada la tendencia pendular de la sociedad, imagino que voy a escuchar esa pregunta como muy temprano de acá a cinco años.
Bah, me conformo por lo menos con que River encuentre un DT que valga la pena y que el gordo Aguilar deje de robar a cuatro manos.
0 Comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]
<< Página Principal