Sube la temperatura
Creo que ya se conoce bastante la fábula del sapo en el agua hirviendo. Aquella que dice que si se arroja un sapo a una olla con agua hirviendo, la criatura escapará ni bien toque el agua, pero si el mismo sapo es puesto después en una olla llena de agua fría a la que se le va subiendo la temperatura de a poco, se quedará ahí hasta morir calcinado, porque no fue notando los sutiles aumentos de la temperatura.
Es una estrategia excelente para los aprendices de dictadores: sólo un imbécil y un improvisado puede querer instalar una dictadura de la noche a la mañana, pero si todos los días se ocupa de erosionar las instituciones y desmantelar sus controles de manera extremadamente técnica e imperceptible, muy probablemente le vaya bien.
¿Y por qué no? Sus opositores se verán reducidos a discutir punto por punto en una serie interminable de agotadoras escaramuzas, bregando por mantener la coma o el párrafo de una ley que a la gente no le importa porque es demasiado técnico como para afectarlos en su vida cotidiana. Así, los opositores "serios" quedarán como defensores de incisos; los otros, los que por conocer de historia o por saber un poquito más son capaces de intuir el hilo conductor tras todas esas maniobras, aparecerán ante el público como paranoicos o dementes de la teoría conspirativa.
Hasta que sea demasiado tarde.
Desde hace seis años que en la Argentina venimos sintiendo que todos los días le van subiendo un poquito más la temperatura a la hornalla. Y nosotros, adentro de la olla, pensando que lo que hace falta es solamente sacarse la ropa para adaptarse a los tiempos que corren.
Hasta ahora, o más bien hasta su guerra idiota de marzo-julio del 2008 contra el campo, al Gobierno le iba bien con su gradualismo. Los opositores (que bastante idiotas son también) se desangraban en peleas inútiles para preservar leyes frente a una aplanadora legislativa de levantamanos, mientras la gente veía Tinelli. Eso le funcionó hasta el voto no positivo, después el Gobierno se recuperó y finalmente volvió a tropezar en junio de este año con las elecciones.
Y desde entonces, Kirchner mandó que la hornalla subiera diez grados todos los días. Resumamos algunas de las más groseras acciones del oficialismo hasta ahora:
Si todo sigue así, uno de estos días el agua va a hervir con nosotros adentro de la olla.
Estemos atentos.
Es una estrategia excelente para los aprendices de dictadores: sólo un imbécil y un improvisado puede querer instalar una dictadura de la noche a la mañana, pero si todos los días se ocupa de erosionar las instituciones y desmantelar sus controles de manera extremadamente técnica e imperceptible, muy probablemente le vaya bien.
¿Y por qué no? Sus opositores se verán reducidos a discutir punto por punto en una serie interminable de agotadoras escaramuzas, bregando por mantener la coma o el párrafo de una ley que a la gente no le importa porque es demasiado técnico como para afectarlos en su vida cotidiana. Así, los opositores "serios" quedarán como defensores de incisos; los otros, los que por conocer de historia o por saber un poquito más son capaces de intuir el hilo conductor tras todas esas maniobras, aparecerán ante el público como paranoicos o dementes de la teoría conspirativa.
Hasta que sea demasiado tarde.
Desde hace seis años que en la Argentina venimos sintiendo que todos los días le van subiendo un poquito más la temperatura a la hornalla. Y nosotros, adentro de la olla, pensando que lo que hace falta es solamente sacarse la ropa para adaptarse a los tiempos que corren.
Hasta ahora, o más bien hasta su guerra idiota de marzo-julio del 2008 contra el campo, al Gobierno le iba bien con su gradualismo. Los opositores (que bastante idiotas son también) se desangraban en peleas inútiles para preservar leyes frente a una aplanadora legislativa de levantamanos, mientras la gente veía Tinelli. Eso le funcionó hasta el voto no positivo, después el Gobierno se recuperó y finalmente volvió a tropezar en junio de este año con las elecciones.
Y desde entonces, Kirchner mandó que la hornalla subiera diez grados todos los días. Resumamos algunas de las más groseras acciones del oficialismo hasta ahora:
- Logró que le prorrogaran unos poderes excepcionales completamente inconstitucionales para dibujar el presupuesto y transferir partidas a gusto y piacere.
- Se apropió de las transmisiones futbolísticas, creando un público cautivo para la publicidad oficial del Estado, que es la única que se transmite en los partidos de fútbol.
- Aprobó una ley de medios tiránica y retrógrada, que dará como resultado un virtual monopolio oficial de radio y televisión de alcance nacional frente a un sector privado reducido, vigilado, limitado y ahogado financieramente por las restricciones publicitarias.
- Trabaja en una "reforma política" que se ocupa de desmantelar la gran mayoría de los partidos chicos (algo que en cierto sentido no sería tan malo para un país en donde los partidos políticos se han reducido a amigos de un cacique) y de complicar las regulaciones electorales sin introducir cambios en los elementos más grotescos del sistema electoral argentino: la boleta sábana y el control de las elecciones por el Ministerio del Interior.
- Ley de ADN: si Estela de Carlotto, en su infinita sabiduría, sospecha que tus padres no son los verdaderos, entonces un juez podrá obligarte a dar ADN para testificar en su contra y verificar tu "identidad", aún contra tu expresa voluntad y ciscándose en los artículos del Código Procesal Penal que protegen nuestro derecho a no declarar en contra de parientes si no lo queremos. Y si de todas maneras tenés suerte y el juez no manda a que te claven la jeringa, no hay drama: puede allanar tu casa para buscar el material genético que considere necesario.
- Limitación de los amparos: Si se aprueba ese engendro, pedir la protección de la Justicia ante cualquier acto inconstitucional del Gobierno o de la administración pública va a ser más difícil que hacer callar a Cristina cuando está por cadena nacional.
- Impuestazo tecnológico: ¿Querés cambiar el celular? Preparate a pagar 30 por ciento más si el aparato que te gusta no tiene packaging hecho en Tierra del Fuego.
- "Conflictividad social": Un infierno de cortes, huelgas y manifestaciones, todas con un mismo objetivo... extorsionar más dinero, privilegios y beneficios de parte del Estado, tomando como rehenes a los ciudadanos laburantes que pagan sus impuestos.
- Boicot de la Policía Federal a la ciudad de Buenos Aires.
- Y la última: la renovada guerra del Gobierno contra los diarios. Porque no vayan a creer que la bronca del Gobierno era sólo contra los audiovisuales, no... ahora va por los gráficos. Primero con las patoteadas de Poronga Moreno para quedarse con Papel Prensa, luego con las patoteadas de los muchachos de Moyano para bloquear la salida de los diarios hasta que se incluya en Camioneros a los distribuidores de diarios, y por último con el decreto para "canillitizar" la venta de diarios y declarar como "trabajadores" a los vendedores de diarios (mi sentido de la mala leche me dice que es para que el Sindicato de Camioneros pueda incorporar después a los vendedores de diarios en el aparato extorsivo y mafioso que responde a Hugo Moyano). La santísima trinidad del control gubernamental sobre la prensa escrita: control sobre los insumos, la distribución y la venta directa.
Si todo sigue así, uno de estos días el agua va a hervir con nosotros adentro de la olla.
Estemos atentos.
5 Comentarios:
Si nos pasa todo lo que nos está pasando, es porque quizás lo merezcamos. No te parece? Mientras el viento económico soplaba a favor y crecíamos a tasas imposibles, nadie les decía nada a estos mierdas. Porque no es que desde hace poquito que están haciendo las cagadas que hacen; vienen cometiendo tropelias casi desde el mes de Mayo del año 2003, pero a nadie se le movió un pelo. En países serios (como Uruguay, Chile, Brasil, Swazilandia o Lesotho), donde un Presidente o Primer Ministro se manda una cagada equivalente a lo que aquí podría ser una Kirchnereada, el pueblo se les para de manos y los pone en su lugar (porque me imagino que en esos países, el pueblo se hace respetar y no se deja tocar el culo). Desgraciadamente la acción directa está políticamente mal vista en nuestro país, a menos que seas de alguna agrupación social izquierdoide y amigota de los K. Perdón pero luego de las noticias de las últimas semanas estoy más desilusionado, desesperanzado, pesimista y caliente que nunca. Lo que más me duele como José Pueblo que soy (o sea, uno más del montón), es que cuando nos tocaron la platita, salimos con cacerolas, y eramos tantos y estabamos tan calientes, que ningún D`Elia o patotero de Poronga Moreno o Moyano Boy se nos iba a poner en nuestro camino porque nos los comíamos crudos. Pero cuando se trata de defender las instituciones, el derecho, la libertad de expresión, nuestro respeto y honor como ciudadanos que nos deben los que nos gobiernan, y en definitiva la merda de país que les estamos dejando a nuestros hijos, no salimos ni hicimos nada. Sabés cómo termina esto?, despues de haber hecho mierda todo, cuando vengan a por nosotros pero individualmente, nadie va a saltar. Sorry por la forma de escribir pero creo que nuestro país ya no dá para más.
Gabyvasco, coincido completamente con vos. Tengo 25 años y cada vez veo peor las cosas, y sin ninguna esperanza. Desde 2003 que me desgañito puteando y diciendo que es una barbaridad lo que hacen estos tipos, pero siempre lo mismo... que la economía anda bien, que mejor no hacer olas... somos un país de ovejas que se merece lo que nos pasa. Sarna con gusto no pica...
Y no te disculpes por la forma de escribir, al contrario, es lo que deberíamos sentir todos.
Saludos.
Nuevo Orden Mundial Criollo
http://www.youtube.com/watch?v=v2FN2rKzY10
Amigo Payne, tan joven y tan lúcido y valiente. Siga así, da gusto leerlo!!!!
Abrazos,
Juni.
Mayor Paine, me sorprende que teniendo la misma edad que la mía, yo comparta tu pensamiento.
También noto lo mismo: el desasosiego es total. Incluso puedo aportar mi propia experiencia: yo (tengo 25 años, estudiante de la carrera de contador público, próximo a recibirme) hace ocho meses que estoy buscando trabajo (como primera experiencia laboral, ya había trabajado dos meses este año y por causa de la crisis mundial no pude seguir) y aunque voy de un lado para otro, noto que las ofertas de trabajo se achican cada vez más por causa de la crisis actual (en un 90% por causas autóctonas); por otra parte cada vez me entero en mi entorno de más casos de personas que perdieron su empleo por la crisis; a lo mejor vos también te habrás enterado de casos similares en tu entorno.
También noto que los conflictos se incrementan cada vez más (el caso de Kraft es un ejemplo de esto) y si hace falta un botón de muestra para ver como se incrementa la pobreza, basta con caminar por las calles de Buenos Aires a cualquier hora para ver montones de personas durmiendo a la intemperie o cirujeando. También es cierto que la recuperación de la economía mundial puede poner un freno a la crisis argentina, pero yo no creo que haya que relajarse: lo que le pasa a la Argentina es culpa más que nada por factores autóctonos, no tanto por lo que pasa afuera. Peor aún, tenemos un gobierno que se empecina en ocasionar más y más incendios y por eso soy pesimista respecto a lo que pueda llegar a pasar, por más que la economía mundial se recupere.
Andrés
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