Reclamo de Seguridad
Digan lo que digan, el acto convocado por Juan Carlos Blumberg, ayer, en Plaza de Mayo, fue una increíble muestra de civismo, virtud que como pueblo estamos perdiendo y que esporádicamente recuperamos. No fue el sándwich, ni la coca lo que motivó a la multitud a tomar parte en la convocatoria, sino un reclamo totalmente legítimo, ligado íntimamente con las atribuciones del Estado (sea “mínimo” o “máximo”). Sin el cimiento de la Seguridad, es imposible conseguir libertad, mucho menos igualdad. Desde ya que el concepto "Seguridad", actualmente, desborda los límites de la mera protección de la integridad física, y abarca otros, tales como: desarrollo económico, justicia, educación, etc. Sin embargo, cuando se llega a una situación de Tierra de Nadie, lo primero que tienen que cuidar las autoridades es que el Hombre no sea Lobo del Hombre.
Hechos para rescatar de la marcha:
1. Por primera vez, en esta serie de convocatorias pro seguridad, el reclamo se hizo frente a la Casa Rosada. Quiere decir, que por más que se hayan presentado algunas propuestas legislativas, nosotros, los argentinos, no esperamos que la situación cambie retocando Leyes, modificando penas, etc. Hoy por hoy, se necesita EJECUCIÓN. No es casualidad que en nuestros diccionarios no haya una palabra que concentre en sí misma todo el significado que contiene el término Enforcement en inglés. Este concepto hace referencia al acto de poner las normas en efecto. Hay que entender la diferencia entre la Constitución “Papel” y los Factores Reales de Poder, tal como lo promovía Ferdinand Lasalle en la época en que todos los pueblos de Europa se revolucionaban por conseguir una “Carta Magna”.
2. Pareció institucionalizarse una legítima oposición, ya que ayer se supo elevar las necesidades de la Nación y sintetizarlas en un Único Gran Reclamo. Se hizo a través de argumentos válidos y cooperación de distintas facciones que en algún momento llegaron a enfrentarse en la arena electoral, mostrando así una madurez digna de imitar. A su vez se elevaron propuestas y así el reclamo no quedó enfrascado en una simple crítica. Esta oposición mostró entender limitaciones e invitó a respetar a las Autoridades y más concretamente al Presidente (por más que al momento de nombrar a este personaje el abucheo haya sido general). Felizmente, no se presenciaron manifestaciones de violencia, ni incitaciones que llevaran a provocarla. Son éstas, las atribuciones que hacen de la Oposición una verdadera expresión de civismo y la alejan de la mera impugnación.
3. Se trató de una marcha política en tanto que la política es cualquier actividad humana, social atinente al Estado. No tenemos que reducir el accionar político al de las autoridades del Gobierno. El pueblo también tiene un rol en la construcción del “Bien Común”, ya sea en las elecciones, como cuando realiza este tipo de reclamos para exigir por sus derechos. Si estamos como estamos es por la corrupción que hacen de la política aquellos que detentan formalmente el poder. No por la política en sí. Es más la solución a las situación de inseguridad ES POLÍTICA.
Otras acotaciones podrían hacerse en torno al fenómeno ocurrido ayer. Sin embargo, ahora invitamos a los lectores a sacar sus propias conclusiones. “Sean eternos los laureles que [sepamos] conseguir”.
3 Comentarios:
No fue el sándwich, ni la coca lo que motivó a la multitud de ayer porque no es gente que necesite un sándwich ni una coca. El reclamo es obviamente justo, pero el resultado de la marcha casi patético: apenas 15.000 personas, mayoría de guita y una gran cantidad de nostálgicos del pasado estatal violento. Creo que a Blumberg le salió mal y este acto marcó su final.
Creo que no fue astuto por parte de Blumberg pegarle tanto al Estado. Es como que la gente ahora no lo identifica bien: si es un polìtico, si es un activista o simplemente un ciudadano expresàndose. En esto tiene que tener mucho cuidado.
Con respecto al comentario del usuario anonimo anterior, no me parece para nada desestimable la cantidad de gente convocada por Blumberg en esta marcha. Al fin y al cabo, què lider de la oposición convoca a tanta gente espontaneamente en la Argentina de hoy??
Me parece interesante el comentario inicial sobre si la gente que concurrió a la marcha es "de guita" o no.
Interesa analizar si a la gente "de guita" debe reconocérsele un standard de derechos inferior al de la gente "sin guita", lo cual genera un profundo debate sobre la igualdad de las personas y el contenido de la democracia. Si el primer reseñador del post tiene ocasión de leer esto, me gustaría que tenga la amabilidad de esclarecer cuales son las premisas de las que parte su esquema de pensamiento respecto de la ínsita igualdad del ser humano (doctrina sostenida por los derechos humanos -en serio-)
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