Banales y mediocres
Ya sólo con el espectáculo patético de usar la cadena nacional para anunciar el nuevo contrato entre la AFA y el Estado Nacional Argentino (una subsidiaria de The Calafat Group, Inc.) quedó garantizado nuestro descenso al más patético de los terceros mundos.
Sí, ya sé que es demasiado, pero la vergüenza de ver a un mafioso como Julio Grondona hablando por cadena nacional en compañía de la Bruja y del Dios Drogón no conoce límites. Y peor todavía cuando desde un medio "serio" como TN se le agrega como hicieron el viernes: "CFK vio en la Casa Rosada y acompañada de los miembros del Gabinete el primer partido del Apertura".
Pero ya Cristina desbancó a todos los humoristas y a cualquier sentido de la decencia cuando equiparó los contratos privados de televisación del fútbol con los desaparecidos. Ahí ya era el momento de tirar el teclado a la mierda e irse porque era evidente que la Bruja ya estaba completamente fuera de sí. Seguro que la Loka pensó que con eso le iba a dar dramatismo a la cosa, pero no contó con que, al igual que demasiadas de sus payasadas iba a terminar saliéndole en contra. Tanto que hasta el bufón y ladri de Pérez Esquivel salió a cruzarla.
Es curioso si lo ven desde cierto ángulo: el Kirchnerismo llegó al poder santificando a los desaparecidos y a la guerrilla terrorista y dándole un aura sagrada a todo lo que los rodea, y ahora los usan hasta para darle pátina de causa patriótica a un arreglo con un sátrapa de cuarta como Julio Grondona.
Supongo que no lo pueden evitar: si ya los viejos montoneros usaron como profilácticos a los que eventualmente "desaparecieron", ¿qué les impedía a los Kirchner repetir el mismo truco?
Pero además da para hacer algunas reflexiones adicionales. Por ejemplo y siendo que Julio Grondona está abulonado a la AFA desde 1979, ¿se le ocurrió a la luchadora por los derechos humanos, a la valiente "Presidenta Coraje" que se hizo la machaza con el dictador de Guinea Ecuatorial, preguntarle al ferretero de Sarandí qué hizo él por los desaparecidos durante la dictadura militar?
No, claro que no. "Todo pasa", dice el anillo de Don Julio.
Y con su analogía sobre "el secuestro de los goles", no puedo evitar pensar que la Presidenta firmó un arreglo con el entregador de aquellos goles. Me pregunto cuánta plata habrá mejicaneado Grondona con el rescate pagado por aquellos goles privados de su libertad.
Saliendo de la payasada del fútbol nos podemos encontrar con la retardada senadora que quiere limitar los precios de los alquileres (a la que pueden escuchar en toda su gloria en BlogBis). Lo triste es que una mujer así tenga voto y que lo use, sobre todo para renovarle los superpoderes a la oligofrénica que nos desgobierna, ciscándose una vez más en lo que manda el Artículo 29 de la Constitución Nacional (con el argumento de "no se puede pretender que el Gobierno tenga que consultar con las Cámaras cada vez que quiere hacer algo"). ¿Cuántos de los demás senadores padecerán de la misma ignorancia supina en materia de economía y leyes?
No me meto con Cromagnon porque ahí se me salta la cadena definitivamente. Y terminaría diciendo cosas de las que más tarde tendría que disculparme.
Sacha Baron Cohen la pifió con la nacionalidad: Borat tendría que haber sido argentino.
Sí, ya sé que es demasiado, pero la vergüenza de ver a un mafioso como Julio Grondona hablando por cadena nacional en compañía de la Bruja y del Dios Drogón no conoce límites. Y peor todavía cuando desde un medio "serio" como TN se le agrega como hicieron el viernes: "CFK vio en la Casa Rosada y acompañada de los miembros del Gabinete el primer partido del Apertura".
Pero ya Cristina desbancó a todos los humoristas y a cualquier sentido de la decencia cuando equiparó los contratos privados de televisación del fútbol con los desaparecidos. Ahí ya era el momento de tirar el teclado a la mierda e irse porque era evidente que la Bruja ya estaba completamente fuera de sí. Seguro que la Loka pensó que con eso le iba a dar dramatismo a la cosa, pero no contó con que, al igual que demasiadas de sus payasadas iba a terminar saliéndole en contra. Tanto que hasta el bufón y ladri de Pérez Esquivel salió a cruzarla.
Es curioso si lo ven desde cierto ángulo: el Kirchnerismo llegó al poder santificando a los desaparecidos y a la guerrilla terrorista y dándole un aura sagrada a todo lo que los rodea, y ahora los usan hasta para darle pátina de causa patriótica a un arreglo con un sátrapa de cuarta como Julio Grondona.
Supongo que no lo pueden evitar: si ya los viejos montoneros usaron como profilácticos a los que eventualmente "desaparecieron", ¿qué les impedía a los Kirchner repetir el mismo truco?
Pero además da para hacer algunas reflexiones adicionales. Por ejemplo y siendo que Julio Grondona está abulonado a la AFA desde 1979, ¿se le ocurrió a la luchadora por los derechos humanos, a la valiente "Presidenta Coraje" que se hizo la machaza con el dictador de Guinea Ecuatorial, preguntarle al ferretero de Sarandí qué hizo él por los desaparecidos durante la dictadura militar?
No, claro que no. "Todo pasa", dice el anillo de Don Julio.
Y con su analogía sobre "el secuestro de los goles", no puedo evitar pensar que la Presidenta firmó un arreglo con el entregador de aquellos goles. Me pregunto cuánta plata habrá mejicaneado Grondona con el rescate pagado por aquellos goles privados de su libertad.
Saliendo de la payasada del fútbol nos podemos encontrar con la retardada senadora que quiere limitar los precios de los alquileres (a la que pueden escuchar en toda su gloria en BlogBis). Lo triste es que una mujer así tenga voto y que lo use, sobre todo para renovarle los superpoderes a la oligofrénica que nos desgobierna, ciscándose una vez más en lo que manda el Artículo 29 de la Constitución Nacional (con el argumento de "no se puede pretender que el Gobierno tenga que consultar con las Cámaras cada vez que quiere hacer algo"). ¿Cuántos de los demás senadores padecerán de la misma ignorancia supina en materia de economía y leyes?
No me meto con Cromagnon porque ahí se me salta la cadena definitivamente. Y terminaría diciendo cosas de las que más tarde tendría que disculparme.
Sacha Baron Cohen la pifió con la nacionalidad: Borat tendría que haber sido argentino.
1 Comentarios:
Donde termina la razón, empieza la Argentina.
Esta frase de Bernardo sigue más vigente que nunca.
Si la sociedad no aprendió de lo que pasó en Kheyvis (¿Te acordás del boliche de Olivos que se quemó en 1993?), dudo que se haya aprendido aunque sea algo de una tragedia mayor como fué la de "República Cromagnon".
Ah, Fernando Laborda, el periodista de La Nación, escribió un artículo al respecto que me pareció más que contundente y que nos pinta de cuerpo entero: http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1164596
Andrés
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