sábado, 26 de junio de 2010

Catarsis

Publicado originalmente en BlogBis.

No sé si han tenido oportunidad de sufrir alguna de las más recientes emisiones de 6, 7, 8.

En caso de que, afortunadamente para ustedes, no lo hayan hecho, les comento que el latiguillo que ahora usan los mercenarios es el de la "buena onda". No más batalla permanente, no más puño crispado, no más pueblo y antipueblo, no, eso es muy 2003.

Ahora la idea es que somos todos felices, somos todos amigos, todos nos abrazamos y Cristina nos abraza a todos, felices bajo el sol del Bicentenario mientras Diegote conduce la Selección hacia una certera victoria en Sudáfrica. Para enfatizar más la idea, el programa va al corte mostrando fotos de gente sonriente de cada rincón de la Argentina.

La Patria anda bárbaro, crecemos a tasas chinas, la inflación y la delincuencia son inventos, la corrupción es un verso, Cristina está cada día más linda y mejor estadista y los gobernantes cada vez más se parecen a sus pueblos.

Y si no sos feliz, si no sos amigo, si no te abrazás, sos un traidor a la Patria, un mercenario de los intereses, un pobre tipo con el cerebro lavado por el "Monopolio de la Mala Onda" al que hay que clavarle la vacuna Bio-jajá por la retaguardia.

Cre que voy a contarle de la "buena onda" a los mendigos de la Estación Retiro, tanto grandes como chicos, que ya son uno o dos por ventanilla y uno por expendedora de boletos. Especialmente cuando cada centavo que se le paga a los infelices mediáticos de "la TV Pública" para que vayan por ahí esparciendo excrementos sobre los odiados de turno del Néstor es un robo que se les hace a esas pobres personas.

También le voy a contar de la "buena onda" a la familia de Agustín Sartori, al que se lo llevaron puesto unos motochorros que laburaban para la "sensación de inseguridad" que dicen que es inexistente. Y ya que estoy, puedo explicarles el clima de "buena onda" a mis propias hermanas, quienes juegan en el mismo club donde Agustín jugaba al rugby, y que como el resto de los que lo conocían (yo no lo conocí), están destrozadas.

Puedo contarles de la "buena onda" a las familias de los tres o cuatro muertos diarios a causa de la inseguridad (que son apenas los que alcanzo a enterarme en los cables de las agencias de noticias), a ver si piensan que lo que les pasó lo inventó la "mala onda" de Magnetto y Ernestina sólo para que se caiga la Ley de Medios.

O puedo llevar el evangelio de la "buena onda" a las personas de José C. Paz que se quedaron sin las casas prometidas porque se las llevaron los amigos de ese campeón Nac&Pop llamado Mario Ishii.

Y así puedo seguir un buen rato, pero estoy demasiado caliente y creo que perdería los estribos.

A los únicos que no tendría que explicarles el concepto de la "buena onda" es a Diego Gvirtz y al resto de los detritos humanos que integran el equipo de 6, 7, 8. Total, viven de lo que les pagamos los giles de la ciudadanía nacional y "trabajan" esparciendo materia fecal sobre aquellos colegas suyos que no se avivaron de que se puede hacer carrera mamando de la teta estatal para basurear a los que el patroncito no quiere.

¿Cómo no van a sentir que viven en el país de la "buena onda"?

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