sábado, 2 de junio de 2012

Varios temas at random

Me cuesta sentir piedad alguna hacia el campo ahora que Scioli les está metiendo la prótesis hasta la próstata. Ojo, no quiere decir que me ponga del lado del Tuerto o de la piara kirchnerista de la que forma parte, pero no me siento inclinado a defender a un sector que durante cuatro meses se comió los más virulentos ataques de un gobierno y de su prensa adikta para después terminar yendo a morir al pie, hacerse mimitos con la Viudita y hacer su modesto aporte al 54%. 
Ya bastante malo es que la sociedad en general se quede calladita, pero estos tipos fueron víctimas preferidas del régimen durante años y no sólo no siguieron sino que tampoco castigaron a colaboracionistas como Buzzi y encima de todo volvieron al redil en octubre. ¿Y ahora les toca de nuevo? 
Pero qué lástima, diría, si no fuera que sentir lástima por ellos es desperdiciar tiempo y preocupaciones.
* * *
Las fráses de Anibaúl Fernández son increíblemente reveladoras. Es evidente que la sensación de omnipotencia que tienen estos tipos es tan grande que creen que pueden decir una cosa un día y contradecirse a las 48 horas sin más argumento que la conveniencia o el capricho propio.
Qué lindo sería que este país les demuestre qué tan equivocados están.
* * *
La corrida del dólar y toda la demencia asociada a los dichos de Kaníbal revalidan una de las máximas de hierro sobre el kirchnerato: la omnipotencia los puede. Cuando creen que tienen el poder absoluto, ahí es cuando se mandan las más grandes kagadas.
La cosa es que en frente haya gente que no esté dispuesta a perdonarles la vida, como pasó después de la 125 y de las elecciones de 2009.
* * *
Me da profunda vergüenza que La Nación, diario con pretensiones de serio si los hay en este país, considere que el segundo día consecutivo de cacerolazos de protesta contra el gobierno en esta ciudad sólo merece una nota de 60 líneas en la página 22 de la edición del sábado. 
¿A qué juegan estos muchachos? O peor aún, ¿para quién están jugando ahora?
* * *
Tiendo a discrepar con la visión tremendista de que los argentinos somos un pueblo maldito y la mar en coche. No digo que seamos santos, sino más bien todo lo contrario, pero parece haber una cierta tendencia a creer que tenemos la exclusividad de ciertos males sociales cuando un breve repaso de la historia mundial y de la actualidad nos demuestra que nuestras taras no son tan únicas como pensamos.
Vean a Europa, por ejemplo. ¿Qué le pasa a ese continente si no es la consecuencia de años de querer vivir de arriba, laburando lo menos posible, dándose todos los gustos en vida y mejor todavía si le podían pasar la cuenta al Estado? Parece que no es patrimonio de los argentinos semejante desquicio social, aunque sí admito que las patologías las tenemos bastante poderosas.
¿Y sobre la pérdida de la democracia? Ninguna sociedad nace educada y preparada para la democracia, y ninguna sociedad es inmune a los procesos que llevan a su desaparición. Después de todo, incluso los alemanes se mandaron guardar mientras Hitler instalaba una dictadura totalitaria y respondían "Perdimos la libertad de morirnos de hambre" cuando alguien les planteaba el descenso a los abismos que se vivía ahí.
Tengamos paciencia, perspectiva y prudencia. Después de todo, la Argentina sobrevivió a 40 años de guerra civil en el siglo XIX y a la tiranía de un Rosas adepto a degollar a gusto. En frente tenemos a una banda de cretinos, a los ciberkakas y a un grupo de progres acomplejados que juegan a bajar de la Sierra Maestra en sus deptos de Puerto Madero.
Estuvimos en momentos peores. La historia no va a terminar con la letra K.

3 Comentarios:

Blogger Andy dijo...

Como diría el gran Groncho, o el gran Relato, no me acuerdo cuál: "Tranquilos. De ésta, salimos caminando"

6:58 p. m.  
Anonymous carancho dijo...

Mayor: como siempre coincido mayormente con usted.
Me pone de los pelos el último párrafo, sin embargo.
Tengo 45 años, y todo el tiempo estamos "un poquito peor" que antes.
Como dice Mafalda, "100 años no sé, pero hay males que peinan canas".

8:07 a. m.  
Blogger pelu dijo...

La pereza se devora todo a su paso. Ella es más tentadora que mil vírgenes en pelotas. Europa se hizo peronista y así le va.
No se quién escribe lo que leo en este Blog. Es lo de menos. Esta bien, que es lo que importa, ¿No?

8:19 p. m.  

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