sábado, 3 de noviembre de 2012

De cara al 8N


Naturalmente, el 8 de noviembre algo voy a hacer; no pienso quedarme fuera de ésta. Todo lo que sirva para joderles la existencia a los psicópatas que nos desgobiernan está bien para mí.
Ahora, eso no quita que haga algunas preguntas un poco jodidas.  
No se asusten, no me volví kirchnerista ni nada por el estilo. En lo personal, creo que el 8N va a llegar a buen puerto. No sé si será tan impactante como las del 13 de septiembre, pero me parece que va a ser una muy buena noche.
Mi duda viene por lo que va a pasar el 9N.
Estimados y estimadas, si esperamos que la Señora y su banda vean la luz, acepten el error de sus vidas y rectifiquen el curso desastroso en el que nos han puesto, lamento desilusionarlos, pero no va a pasar. No pasó con la protesta de septiembre y eso que esa los tomó (a todos) por absoluta sorpresa.
No se terminaron las cadenas nacionales para anunciar boludeces, no se retiró a la Kámpora de la función pública, no se terminó la persecución a los medios y voces disidentes, no se acabó con la intromisión en la Justicia, no se enterró el delirio reeleccionista, Oyarbide sigue siendo juez, Abal Medina sigue siendo Jefe de Gabinete y no se acabó con el papelón general en el que vivimos. Dijeron que la manifestación fue falsa, que fue un conjunto de procesistas, mediatizados y gente bien arriado por la prensa para montar un golpe de estado.
Para ponerlo en términos simples, este es un Gobierno al que no le importa nada en absoluto lo que piense la población.
Teniendo ese antecedente tan fresco en la memoria, ¿creen que el 8N, por más majestuoso que sea, por más tremenda que sea la protesta, por más multitudinaria la concurrencia, va a torcer el rumbo de esta gente?
No estamos ante un gobierno que le interese la opinión de quienes no coinciden con él. Estamos ante un conjunto de iluminados que creen que ellos solos tienen la verdad revelada, apoyados por bandas de corruptos que no comparten la ideología pero sí las ansias de poder.
Y así le pongamos a los 40 millones de argentinos en la calle, seguirán como si nada hubiera pasado. Total, el relato ya lo explica todo para ellos.
Esto no lo digo para bajonear a nadie. Todo lo contrario: el 8N tiene que ser un gran día por el bien de los argentinos y de la Argentina. Pero tenemos que tener presente que del otro lado no van a reaccionar de una manera satisfactoria.
Y ahí tendremos que ver cómo sigue la cosa.
Por de pronto, el 8N tiene que ser un gran día.

1 Comentarios:

Anonymous carancho dijo...

Mayor:
Si el kakismo realmente nos ignora, creo que empiezan a jugar con fuego en el medio del polvorín.
Si así fuera, cuánto tiempo se va a tardar para que se apele a la violencia? Para apedrear la casa rosada, el congreso, incendiar locales de la cámpora?
Mi vieja decía: me entendés de una forma o de otra. Pero me vas a entender. Por las buenas o las malas.
Si no nos entienden si marchamos pacíficamente, nos van a entender de otra manera.
Y quisiera saber quién va a reprimir si las cosas se salen de mambo. La gendarmería, la policía, la prefectura, todas ninguneadas?
La cámpora? D´elia?
Veremos.
Nos vemos el 8.

4:38 p. m.  

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