El 2010 arrancó caliente
Sólo un gobierno de bestias como el que arrean Néstor y Cristina Kirchner es capaz de cometer tantas torpezas en un solo día. Y encima hacerlo en enero, cuando el común de los mortales quiere descansar un poco.
Sólo ellos, con su ánimo vengativo e intolerante, su absoluto desconocimiento de los límites y su brutal concepción del poder, fueron capaces de convertir a un pusilánime como Martín Redrado, que en cinco años de conducción del BCRA avaló absolutamente todo excepto el último y delirante pedido, en un mártir cívico de la República y de la división de poderes.
Sólo ellos, con su total desprecio por las leyes, su desenfrenada obsesión por el dinero y su desprolijidad supina, le dieron a una magistrada como María José Sarmiento, que habrá sido ignota para el público pero que tiene un historial que se las trae, la oportunidad de darles dos cachetazos en el mismo día y quedar, a ojos del público, como una jueza que hace lo que tiene que hacer en comparación con personajes lamentables como Norberto Oyarbide o María Romilda Servini de Cubría.
Redrado ahora quedó como mártir, y si Conti o Kunkel le clavan cuchillos marca Magistratura a Sarmiento, los clavados terminan siendo ellos.
Sólo ellos fueron capaces de crearse dos nuevos Cobos en un sólo día, y de paso, darle al Cobos 1.0 la posibilidad de escupirles el asado una vez más.
Es que la torpeza kirchnerista sólo es astucia cuando tienen plata para que por ella bailen los múltiples monos de la política nacional. Cuando el mono no quiere bailar, el taita los faja con todo lo que tiene. Muchos monos ceden, pero algunos se le retoban y ahí las palizas se le vuelven contraproducente a Kirchner.
Y se desquicia. Y le va peor. Pero en vez de recular y pensarla bien, arrastra a los suyos en el desquicio y los incinera públicamente.
Aunque habría que preguntarse hasta qué punto los pigmeos mentales del kakismo ya se contagiaron de la locura del loco. Porque basta escuchar algunas de las cosas que dice la última guardia de caraduras a prueba de balas que lleva la camiseta pingüina para comprobar el grado de desquicio que tienen.
De la Morsa Fernández no hay nada que englobe de manera simple su caradurez y desprecio por el sentido común. Ahí desfiló él, intentando decir que Cristina había aceptado una renuncia que Redrado le había ofrecido Dios vaya a saber cuándo. Como si las renuncias no aceptadas en su momento no caducan sino que quedan en suspenso. Si le sigo la corriente a Caníbal, bien me podría ir al Burger King más cercano a pedir que me acepten hoy mismo cupones de descuento que vencieron en junio del 2009.
O el pedorro senador Miguel Ángel Pichetto, fundador de una escuela del Derecho que he dado en llamar "constitucionalismo de mingitorio". Lo digo por su pretensión de dirimir el conflicto institucional entre el Ejecutivo y el BCRA desafiando a los interesados a ver cuál de los dos tiene más "autoridad", como si las diferencias jurisdiccionales se resolvieran con una competencia para ver quién la tiene más larga. Del viejo y remanido argumento populista de que el haber sido votado para el cargo es una patente de corso para hacer lo que se les canta, no vale la pena hablar: hay gente que disfruta vivir en la nube de pedos.
O Luisito D'Elía y el resto de la comparsa, a quienes disfruto enormemente ver cómo ahora hacen contorsiones para que la teta kirchnerista siga teniendo plata para mamar y decir que es bueno pagar la deuda porque se honran los compromisos, se preserva la estabilidad, se inspira confianza entre los inversores y se mantiene bajo el riesgo país. ¿Quién los viera haciendo suyos los argumentos del odiado neoliberalismo? Es que los muchachos Nac&Pop pueden dividir por cero sin que el universo les estalle alrededor por culpa de la contradicción.
Ahora nos queda ver qué pasa en los próximos días.
Si así arrancamos en la primera semana hábil del 2010, qué nos espera para el resto del año.
Sólo ellos, con su ánimo vengativo e intolerante, su absoluto desconocimiento de los límites y su brutal concepción del poder, fueron capaces de convertir a un pusilánime como Martín Redrado, que en cinco años de conducción del BCRA avaló absolutamente todo excepto el último y delirante pedido, en un mártir cívico de la República y de la división de poderes.
Sólo ellos, con su total desprecio por las leyes, su desenfrenada obsesión por el dinero y su desprolijidad supina, le dieron a una magistrada como María José Sarmiento, que habrá sido ignota para el público pero que tiene un historial que se las trae, la oportunidad de darles dos cachetazos en el mismo día y quedar, a ojos del público, como una jueza que hace lo que tiene que hacer en comparación con personajes lamentables como Norberto Oyarbide o María Romilda Servini de Cubría.
Redrado ahora quedó como mártir, y si Conti o Kunkel le clavan cuchillos marca Magistratura a Sarmiento, los clavados terminan siendo ellos.
Sólo ellos fueron capaces de crearse dos nuevos Cobos en un sólo día, y de paso, darle al Cobos 1.0 la posibilidad de escupirles el asado una vez más.
Es que la torpeza kirchnerista sólo es astucia cuando tienen plata para que por ella bailen los múltiples monos de la política nacional. Cuando el mono no quiere bailar, el taita los faja con todo lo que tiene. Muchos monos ceden, pero algunos se le retoban y ahí las palizas se le vuelven contraproducente a Kirchner.
Y se desquicia. Y le va peor. Pero en vez de recular y pensarla bien, arrastra a los suyos en el desquicio y los incinera públicamente.
Aunque habría que preguntarse hasta qué punto los pigmeos mentales del kakismo ya se contagiaron de la locura del loco. Porque basta escuchar algunas de las cosas que dice la última guardia de caraduras a prueba de balas que lleva la camiseta pingüina para comprobar el grado de desquicio que tienen.
De la Morsa Fernández no hay nada que englobe de manera simple su caradurez y desprecio por el sentido común. Ahí desfiló él, intentando decir que Cristina había aceptado una renuncia que Redrado le había ofrecido Dios vaya a saber cuándo. Como si las renuncias no aceptadas en su momento no caducan sino que quedan en suspenso. Si le sigo la corriente a Caníbal, bien me podría ir al Burger King más cercano a pedir que me acepten hoy mismo cupones de descuento que vencieron en junio del 2009.
O el pedorro senador Miguel Ángel Pichetto, fundador de una escuela del Derecho que he dado en llamar "constitucionalismo de mingitorio". Lo digo por su pretensión de dirimir el conflicto institucional entre el Ejecutivo y el BCRA desafiando a los interesados a ver cuál de los dos tiene más "autoridad", como si las diferencias jurisdiccionales se resolvieran con una competencia para ver quién la tiene más larga. Del viejo y remanido argumento populista de que el haber sido votado para el cargo es una patente de corso para hacer lo que se les canta, no vale la pena hablar: hay gente que disfruta vivir en la nube de pedos.
O Luisito D'Elía y el resto de la comparsa, a quienes disfruto enormemente ver cómo ahora hacen contorsiones para que la teta kirchnerista siga teniendo plata para mamar y decir que es bueno pagar la deuda porque se honran los compromisos, se preserva la estabilidad, se inspira confianza entre los inversores y se mantiene bajo el riesgo país. ¿Quién los viera haciendo suyos los argumentos del odiado neoliberalismo? Es que los muchachos Nac&Pop pueden dividir por cero sin que el universo les estalle alrededor por culpa de la contradicción.
Ahora nos queda ver qué pasa en los próximos días.
Si así arrancamos en la primera semana hábil del 2010, qué nos espera para el resto del año.
2 Comentarios:
Magistral lo suyo, como siempre.
¡Que Lindo! los felicito exelente post.
Kisses.-
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