La economía sin memoria (o por qué no entendemos de qué se trata la inflación reprimida)
En términos de teoría económica la relación entre los valores de distintos bienes determina los precios relativos. Dicho concepto nos permite prescindir de unidades monetarias y analizar la cuestión en términos comparativos. A modo de ejemplo: si un portero gana 100 pesos y una maestra 200 pesos y trabajan la misma cantidad de horas, podemos concluir sin temor a equivocarnos que la docente tiene un ingreso que duplica el del encargado (dejemos para otra ocasión el análisis de la conveniencia de esta situación en términos de justicia social).
¿Qué sucedería si la maestra gracias a presiones del sindicato logra aumentar su salario hasta las 400 pesos? ¿No querrá el portero mantener la misma relación que tenía anteriormente con la docente? Obviamente sí, pasando de esta manera a percibir 200 pesos. Esta es justamente la dinámica de los precios relativos. Determinada una matriz económica en el país, las relaciones de precios entre distinto sectores tienden a mantenerse constante, de no ser que se modifiquen de gran manera las condiciones productivas debido a cambios en las técnicas productivas.
Además a lo anterior sumémosle que los precios ajustan al alza pero no a la baja. Es decir, siguiendo con el ejemplo anterior supongamos que el gobierno le prohíbe al portero aumentar su salario so pena de fusilarlo... el pobre encargado no tiene otra solución que obedecerlo, pero el salario de la maestra no se modificó en absoluto sino que vuelve a aumentar a 800 pesos. Ahora la relación entre el encargado que percibe un salario de 100 pesos frente a la docente que tiene un ingreso de 800 pesos es de 1 a 8. Como los gobiernos son efímeros y las planes económicos aún más en nuestro país, al modificar el enfoque económico algún ministro de economía pro-porteros decidirá que es tiempo de terminar con la injusticia a la que se sumió al gremio. Esto puede lograrse de dos maneras, disminuyendo el salario de la docente desde 800 pesos a 200 o aumentando el ingreso del encargado hasta 400 pesos para mantener constante la relación 2 a 1 entre ambos sectores de la economía. Solución: así como se habían mantenido congelados los precios de los porteros se los aumenta de la misma manera.
Lamentablemente, la cintura monetaria de los argentinos es una de las más ejercitadas del mundo producto de las hiperinflaciones de fines de los 80´ y de comienzos de los 90´ así que seguramente terminemos con un rebrote inflacionario y la maestra frente al aumento unilateral de los porteros negociará por derecha o izquierda aumentos para ella. Ahora cambiemos el nombre del portero y la maestra por el de industriales y sindicalistas o industriales y ganaderos o industriales locales y extranjeros o, o, o.
Es sólo cuestión de tiempo para que esto suceda. Analizando la cuestión en términos electorales seguramente haya un sinceramiento de precios en lo que queda del corriente año para acallar las presiones de algunos sectores aliados al gobierno y luego de las elecciones el resto de la economía pedirá su porción del pastel. La pregunta del millón es: ¿cuándo son las elecciones?
¿Qué sucedería si la maestra gracias a presiones del sindicato logra aumentar su salario hasta las 400 pesos? ¿No querrá el portero mantener la misma relación que tenía anteriormente con la docente? Obviamente sí, pasando de esta manera a percibir 200 pesos. Esta es justamente la dinámica de los precios relativos. Determinada una matriz económica en el país, las relaciones de precios entre distinto sectores tienden a mantenerse constante, de no ser que se modifiquen de gran manera las condiciones productivas debido a cambios en las técnicas productivas.
Además a lo anterior sumémosle que los precios ajustan al alza pero no a la baja. Es decir, siguiendo con el ejemplo anterior supongamos que el gobierno le prohíbe al portero aumentar su salario so pena de fusilarlo... el pobre encargado no tiene otra solución que obedecerlo, pero el salario de la maestra no se modificó en absoluto sino que vuelve a aumentar a 800 pesos. Ahora la relación entre el encargado que percibe un salario de 100 pesos frente a la docente que tiene un ingreso de 800 pesos es de 1 a 8. Como los gobiernos son efímeros y las planes económicos aún más en nuestro país, al modificar el enfoque económico algún ministro de economía pro-porteros decidirá que es tiempo de terminar con la injusticia a la que se sumió al gremio. Esto puede lograrse de dos maneras, disminuyendo el salario de la docente desde 800 pesos a 200 o aumentando el ingreso del encargado hasta 400 pesos para mantener constante la relación 2 a 1 entre ambos sectores de la economía. Solución: así como se habían mantenido congelados los precios de los porteros se los aumenta de la misma manera.
Lamentablemente, la cintura monetaria de los argentinos es una de las más ejercitadas del mundo producto de las hiperinflaciones de fines de los 80´ y de comienzos de los 90´ así que seguramente terminemos con un rebrote inflacionario y la maestra frente al aumento unilateral de los porteros negociará por derecha o izquierda aumentos para ella. Ahora cambiemos el nombre del portero y la maestra por el de industriales y sindicalistas o industriales y ganaderos o industriales locales y extranjeros o, o, o.
Es sólo cuestión de tiempo para que esto suceda. Analizando la cuestión en términos electorales seguramente haya un sinceramiento de precios en lo que queda del corriente año para acallar las presiones de algunos sectores aliados al gobierno y luego de las elecciones el resto de la economía pedirá su porción del pastel. La pregunta del millón es: ¿cuándo son las elecciones?
2 Comentarios:
Recordemos que en épocas electorales se da un fenómeno que mete miedo: confluyen los que tienen ganas de pedir y los que tienen ganas de dar.
muy buena observación jajjaja
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