miércoles, 25 de junio de 2008

Burlándose por Cadena Nacional

Hebe de Bonafini, la Madre de la Patria, Símbolo Viviente De La Lucha Por Los Derechos Humanos, máxima jueza moral de la argentinidad, y defensora de los pobres y oprimidos izquierdistas de todo el mundo, pide ahora "palos y gases" contra los ruralistas.

Un senador oficialista, cuyo voto contrario podía poner fin al proyecto de ratificación de la 125 en la Comisión de Presupuesto del Senado, renuncia diciendo que está "del lado del campo" en vez de ser consecuente con su postura... y de paso, deja la presidencia de esa comisión libre para que lo reemplace un buen obsecuente que le garantice al Gobierno el ansiado dictamen favorable.
Encima el reemplazante del fugado Urquía es un senador santacruceño de apellido Fernández. Ni siquiera pudieron tener el buen gusto de poner a alguien un poquitito menos obvio.
Por otro lado y con tal de demorar todo lo más posible, el trámite de comisión es un desfile permanente e ininterrumpido de representantes de cualquier cosa (si hasta la Mamá Hebe se hizo presente) que demoran el debate, mientras los diputados oficialistas resucitan "proyectos de ley" de cuestiones agropecuarias para meterlos a todos en una ley Frankenstein en donde las retenciones móviles sean sólo uno de los tornillos en la sien del monstruo.
El Gobierno paga cientos de miles de pesos (para ser prudentes con la cifra) en publicar solicitadas tendenciosas y totalmente falsas, usando un argumento que ya se había rebatido con anterioridad: el supuesto aumento de las exportaciones durante el paro agropecuario, cuando en realidad esas exportaciones correspondían a lo ya cosechado, acopiado y retenido antes de marzo. No les importa que se les caiga la farsa. Total, hace año y medio que el Indec es un verso pero todavía lo defienden.
Cada dos por tres, la televisión muestra spots del Gobierno sobre temas variados, pero todos concluyendo con una imagen de Mi Reina en alguno de los discursos. Debemos reconocer que es menos irritante que verla en Cadena Nacional hasta para cuando pide que dejen de tocar la corneta, pero no por eso es menos molesto.
Esa misma Presidenta todavía se da el gusto de hacerse la molesta con los presidentes de las entidades rurales y bufar: "¿Podemos tener una reunión sin hablar del tema de las retenciones?", después de tres meses de crispación por ese preciso tema.
No conforme con eso, Mi Reina prepotea a Biolcatti y le dice "La próxima vez que quiera hablar conmigo, toque el timbre y no me toque las cacerolas". Curioso, dado que hizo falta un cacerolazo masivo en todo el país para que ella siquiera se dignara a hablar.
Los militantes sociales que claman por la pobreza y la redistribución de la riqueza instalan un campamento kirchnerista en la Plaza del Congreso a puro chiche y konfort: televisores plasma, calefacción, no se privan de nada. ¿Será esa la riqueza redistribuída?
Julio de Vido dice que le preocupa que no se invierta en exploración y producción de hidrocarburos. No es el único: a todo el país le preocupa. Pero él puede hacer algo y lo va a hacer. Le va a bajar las retenciones a la exportación de petróleo y gas. No sea cosa que Eskenazi le tenga que explicar a su patroncito Néstor Kirchner que su renta extraordinaria tuvo que ser redistribuida para que los argentinos vivamos mejor y no tengamos que pagar setenta pesos el litro de nafta.
El Ministro de Justicia se da el gusto de ignorar el pedido del Jefe de Gobierno de la Ciudad para que la Policía Federal se ocupe de levantar cierto campamento ilegal montado en la Plaza del Congreso. Habría que preguntar quién votó a Aníbal Fernández, ¿o eso no es lo que la Presidenta considera como el único criterio sobre el bien y el mal?
Medio gabinete (al que nadie votó) se alineó obediente para criticar al Vicepresidente por siquiera pretender hablar con los gobernadores y la Iglesia Católica. Una de dos, o Cleto está queriendo abandonar el buque y quedar bien parado ante la sociedad por si tiene que hacerse cargo de la Rosada, o estamos a punto de ver cómo a los Kirchner le hacen "la gran Chacho Álvarez".
Y como si eso fuera poco, ya dejó de ser cosa de paranoicos pensar que le están dando duro a la Banelco en estos días.

Y todo esto, apenas en las últimas 72 horas.
Bienvenidos al Infierno Kirchnerista. Población: todos nosotros.
Queda claro una cosa: estamos en manos de una verdadera banda de facinerosos sin escrúpulos. Oligarcas de los de verdad, disfrazados de montoneritos y pintarrajeados como puertas. Mienten por donde pueden, chicanean hasta en el confesionario, a todo le buscan la vuelta para poder caerse de risa de todos nosotros, pervierten una salida institucional para convertirla en una farsa.
Y cada día queda más claro que el único ideal del Néstor y su banda, que no dejaron en la puerta de la Casa Rosada, es el de afanar a cuatro manos y dejar el país seco por completo, al que sólo ven como una fuente de riquezas a ser redistribuidas y de giles a ser esquilmados uno detrás del otro.
Otra cosa queda clara: ningún recurso institucional queda en pie para defender a los ciudadanos de esta banda de crápulas. Ni uno solo. Estamos solos ante la voluntad de Neki, el Pingüino de las Tierras Blancas. Solos ante lo que disponga él, secundado por la Cacatúa Presidencial y el resto de la patota. Obligados a poner nuestras esperanzas en instituciones que son sellos de goma.
Pero hay una buena noticia: el barco anda haciendo agua. Cada vez cuesta más (en esfuerzo y en efectivo, cheques o tarjeta) mantener a la tropa alineada. No miden el resultado de sus palabras. Cada aparición pública de un miembro de la patota es recibida con incredulidad u hostilidad. Las mentiras son cada vez más burdas, más insultantes, y por sobre todas las cosas, son cada vez más. Y cada vez les creen menos.
Y a pesar de que todo el mundo las pueda ver ahora, el pingüinaje no ceja. Prosigue. Cree que haciendo aprobar la ratificación de la 125 con todos los trucos roñosos de la política, va a aparecer alguien a darle la chapa de campeón.
Creo que van a lograr algo muy distinto a lo que esperan. Francamente, casi que lo espero. Darle sentido a la partecita esa de "que la Patria se los demande". Releer ese Artículo 29 que habla de la suma del poder público y de la infame traición a la Patria que eso constituye. Y hacer tronar el escarmiento. Eso último no lo digo yo: lo dijo cierto general devenido en Presidente que hace muchos años echó a los amigotes del Néstor de la Plaza de Mayo.
Sería algo que tendríamos que hacer de vez en cuando. Empezando por los Kirchner. Siguiendo por el resto de la banda.
Y haciéndoselo a cualquiera que quiera seguir sus ruines pasos.

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