sábado, 3 de diciembre de 2011

La frase más importante del Siglo XX

Al leer el artículo de Richard Fernandez que copio a continuación en una traducción "fatto in casa", tiendo a pensar en este país en donde tanto se cacarea sobre la voluntad para lograr algo aunque el resultado inevitable sea el fracaso más abyecto.

La frase más importante del Siglo XX

Por Richard Fernandez

Muchos partidarios del euro reconocerán rápidamente las dificultades (incluso las casi imposibilidades) que deben ser superadas para que la moneda única exista por sobre un conjunto tan dispar de economías. Pero insistirán en que esos problemas deberán ser superados porque el Proyecto Europeo es demasiado importante como para que se lo deje sin alcanzar. Debe lograrse, pase lo que pase.

Pero esta insistencia choca de cabeza con uno de los axiomas más básicos de las economías de mercado: la idea de que nada debe ser exceptuado del fracaso de sus propios errores. La respuesta del mercado a la pregunta de si "es posible salvar a Europa" puede ser "no". Pero como esa respuesta es políticamente inaceptable, se la rechazará. La respuesta correcta siempre debe ser "sí", así que todos deben trabajar con más energía para salvar a Europa.

¿De donde viene esta insistencia? Sus raíces se remontan al siglo XIX. Con el auge de la idea de la Muerte de Dios se volvió natural asumir que el Hombre podía imponer su voluntad sobre el universo. Así fue que no había límites para la moneda fiduciaria, el poder del Estado, lo que era moral o inmoral. El Hombre era el Superhombre y si ponía la suficiente voluntad para algo, entonces así sería.

Eventualmente esta actitud filosófica encontró su expresión en los grandes totalitarismos que prometían crear un Nuevo Hombre y una Nueva Tierra. Dados los millones de vidas gastadas en derrotar a Hitler es extraño que hoy en día muy pocos recuerden aquella frase más importante del siglo XX: "el triunfo de la voluntad”.

El "triunfo de la voluntad". La respuesta nunca puede ser "no".

(...)

Se volvió habitual asociar esa frase sólo con el nazismo. Pero eso era falso.

Con el fin de preservar la coalición aliada que derrotó a Hitler en 1945, era una cuestión práctica ignorar el hecho de que sólo uno de los dos totalitarismos del siglo XX yacía en ruinas humeantes. El otro totalitarismo, el comunismo, se erigía triunfante sobre los escombros de Berlín. Y tenía sus partidarios en Occidente, todavía más fanáticos dado que no tenían la dura realidad del estado soviético como para contrastarla con sus cacareados sueños.

También tuvo su versión del "triunfo de la voluntad": la creencia en que la acción humana no estaba ligada a algo tan limitante como la ley natural o incluso la realidad. La profundidad de esa visión del mundo quedó capturada en 1984, de George Orwell. El Partido podía hacer lo que quisiera porque podía manufacturar cualquier narrativa que se ajustara y condenar cualquier disenso al Agujero de la Memoria..

Como su contraparte oriental, se dedicó a la tarea de intentar rehacer a la humanidad, con sus códigos de corrección política, historia revisionista y la economía del financiamiento deficitario. "¡Por supuesto que puedo!" Tener sexo con un chico de ocho años, otorgarme a mí mismo el derecho a una vida decente, declarar idénticas a todas las culturas y sin valor a todos los postulados morales. Todo lo que uno tenía que hacer era querer, y era responsabilidad de la sociedad hacer que así fuera.

Pero la actual crisis económica le recuerda a Europa, y nos recuerda a nosotros, que la realidad, o Dios si así lo prefieren, pega el contragolpe. Eventualmente llega el juicio, sin importar lo que diga la voluntad. El presidente francés Nicolas Sarkozy estuvo cerca de admitirlo cuando dijo: "Todas las economías se pusieron completamente bajo el mecanismo de las finanzas, la lógica especulativa. Hemos visto cómo afectó a la industria. Y también cómo degradó el valor del trabajo. No podemos seguir endeudándonos. No podemos crear deudas más y más grandes. Porque aquellos que nos prestan ya no nos quieren prestar más. Ahora tenemos que comenzar un nuevo ciclo económico, una nueva era."

Y sin embargo nada en su accionar subsiguiente sugiere que de verdad cambió de opinión. Sigue siendo un buen estatista. El gobierno fracasó ahora pero tendrá éxito más adelante. Lo que Sarkozy probablemente haya querido decir es que algún nuevo camino, otro posible enfoque, otro intento más debe hacerse para lograr la anhelada meta de Europa. Y si el resultado de ese esfuerzo es otro fracaso más, a no preocuparse. Hay que intentarlo con más fuerza porque si deseamos algo con la fuerza suficiente entonces la voluntad triunfará al final. El hombre por sobre Dios. el hombre por sobre la Realidad. La deuda por sobre el pago.

Esto no significa que la humanidad deba aceptar cualquier cosa como permanentemente imposible, porque si la naturaleza tal como es expresada en la física y en la filosofía natural provee un camino que por ahora está oculto, entonces debemos tomarlo cuando lo encontremos. Pero bajo ningún concepto deben las personas reventarse las cabezas contra la roca dura de la realidad en un desafío voluntario. La inteligencia tiene valor porque nos muestra cuáles caminos sirven y cuáles no. Es la locura la que nos hace insistir que lo que no funciona va a funcionar.

“No se engañen: nadie se burla de Dios. Se recoge lo que se siembra. ” (Gálatas 6, 7)

“Porque siembran vientos, recogerán tempestades. Tallos sin espiga no producen harina, y si la producen, se la tragarán los extranjeros.” (Oseas 8, 7)

Pero eso es viejopensar. George Bernard Shaw se preguntó en Back to Methuselah si tales limitaciones no debieran simplemente ser dejadas de lado.

EVA. ¿Qué es nacer?

LA SERPIENTE. La serpiente nunca muere. Algún día me verás salir de esta piel hermosa, una nueva serpiente con una nueva y más hermosa piel. Eso es nacer.

EVA. He visto eso. Es maravilloso.

LA SERPIENTE. Si yo puedo hacer eso, ¿qué no puedo hacer? Te digo que soy muy sutil. Cuando tú y Adán hablan, los escucho decir "¿Por qué?" Siempre "¿Por qué?" Ustedes ven las cosas; y dicen "¿Por qué?" Pero yo sueño cosas que nunca fueron; y digo "¿Por qué no?" He hecho la palabra "muerto" para describir mi vieja piel que descarto cuando soy renovada. Llamo a esa renovación "nacer".

EVA. Nacer es una palabra hermosa.

LA SERPIENTE. ¿Por qué no renacer una y otra vez como yo, nueva y hermosa cada vez?

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