sábado, 28 de mayo de 2011

Parricida y chorro

Parece que Schoklender se patinó parte de los fondos que las Viejas de Plaza de Mayo reciben del Estado para sus emprendimientos inmobiliarios. ¿A alguien le sorprende? El tipo ya degolló a sus padres y dejó los cuerpos en el baúl de un auto abandonado; la malversación de fondos y el lavado de dinero son minucias comparadas con el currículum de este tipo que encima no encuentra mejor sustituto para su madre muerta por mano propia que la hiena repugnante de Herpes de Bonafano.

Es una verdadera unión hecha en el Infierno: el asesino de sus padres y la caníbal de sus hijos.

Es moralmente agotador enterarse de que un doble parricida, que se halla libre gracias a un instrumento penal absurdo como el dos por uno, se enriqueció ilícitamente con fondos públicos otorgados sin el menor control o supervisión alguno a una presunta organización llamada "de derechos humanos" cuando en realidad es una banda apologista de la violencia armada que por alguna razón incomprensible se dedica al negocio de la construcción de "viviendas sociales" a cuenta del Estado.

¿Saben? La hago corta hoy. La termino acá. Realmente no tengo energías ni ganas ni ánimo de seguir escribiendo en este día. Está todo tan mal y por tantos aspectos que uno no sabe por donde empezar a atacarlo.

Será hasta la próxima.

sábado, 21 de mayo de 2011

Comámonos a los ricos (Bill Whittle)

Muy bien, es un sábado mucho más complicado que lo que esperaba, así que me veo forzado a dejarles otra traducción de otro artículo de Bill Whittle, a quien ya traduje acá en otra ocasión. Esta vez, en su excelente estilo, Whittle aborda la falacia y la fantasía de que todo se resolvería si le quitamos la guita a los ricos para que el Estado la pueda gastar en bienestar social... y el resultado es elocuente.

Disfrútenlon.

COMÁMONOS A LOS RICOS

Como muchos niños de mi edad, crecí viendo a Mary Poppins y aquella imagen apropiada de Inglaterra y de los ingleses - la educada, prudente y bondadosa niñera que enseñaba disciplina y buenos modales en el corazón de Londres. Esta última semana hemos visto manifestantes en las calles de Londres protestando por recortes modestos al Estado Niñera, tirando señales de tránsito a través de las vidrieras de los bancos y de los comercios de lujo para vengarse de las personas que se quedaron con todo el dinero... específicamente, los ricos.

En Wisconsin, por supuesto, vimos lo mismo: bandas que perturbaban el proceso legislativo porque no les gustaba el resultado, y senadores estaduales que se escapaban de sus trabajos y de sus juramentos porque iban a perder una votación vital para sus señores y amos feudales, los miembros de los sindicatos de empleados públicos. Ellos saben de qué lado los están untando.

Hablando de multimillonarios despiadados... el mendaz Manatí Malevolente de Michigan, el mismísimo Michael Moore, apareció en las escalinatas del capitolio estadual en Madison y dijo lo siguiente:

- ¡Estados Unidos no está en bancarrota! ¡No está ni cerca de quebrar! El país está repleto de riqueza y de dinero. ¡Sólo que no está en sus manos! ¡Ha sido transferido en el mayor atraco de la historia, de las manos de los trabajadores y consumidores, a los bancos y carteras de los super-ricos!

Hagamos a un lado la hipocresía de un multimillonario que hizo sus millones atacando al capitalismo; un hombre que se sabe que contrata la mano de obra no sindicalizada más barata y que los trata tan mal como cualquiera en el negocio. Pongamos esos doscientos kilos de hipocresía oleaginosa y temblequeante a un lado (o por lo menos lo más lejos del centro que podamos) y preguntémonos si Michael Moore tiene de hecho la razón: ¿estamos realmente en quiebra como nación? ¿O existe un "recurso nacional" (específicamente, los ricos) que han acaparado todo el dinero?

Bueno, muchos de nosotros acá en la derecha sabemos que la izquierda sólo gana cuando pueden encontrar una historia llorosa aislada para vender. Las estadísticas, es decir los datos, es decir la EVIDENCIA, suelen ser fatales para la visión progresista del mundo.

El célebre amante de los autos, experto estadístico y super-genio, mi amigo Iowahawk, se tomó unos minutos de su arduo día para hacer una investigación básica y tratar de ver cómo pagar por los 3,7 billones de dólares que Barack Obama y el Congreso piensan gastar en 2011. ¡Ahora sean testigos del poder de fuego de este Iowahawk completamente armado y operacional!

Tenemos un año para pagar, así que empecemos por:

12:01 AM del 1° de enero. Lo único más perverso que una persona rica a ojos de los izquierdistas es una corporación rica. ¡Tomemos a las dos más malvadas: Exxon Mobil y Wal-Mart! ¡Olvídense de los impuestos altos, saquémosles hasta el último centavo de sus ganancias combinadas globales del 2010: 34.000 millones de dólares! ¡Así se habla! Si gastamos todo ese dinero, eso nos lleva de Año Nuevo hasta las...

9:52 AM del 4 de enero. Bueno, no es tan impresionante como esperábamos. Entonces, llevémosnos HASTA EL ÚLTIMO CENTAVO DE GANANCIA de las otras 498 compañías ricachonas en el Fortune 500 - TODO. Esos son 357.000 millones de dólares, que nos va a llevar hasta las...

2:00 AM del 9 de febrero. Está bien, ya nos llevamos cada centavo de ganancia de las grandes empresas y recién llegamos al Super Bowl. Así que agarremos toda esa obscena publicidad corporativa, los 250 millones de dólares, que van a hacer funcionar el país por unos... 36 minutos. ¿Pero por qué parar ahí? Todo el dinero de publicidad de los 45 Super Bowls, que serían unos cinco mil millones de dólares, nos deja en las...

2:00 PM del 9 de febrero. Bueno, es obvio que no podemos hacer esto solamente con las corporaciones. Así que si vamos a exprimir a los ricos, comencemos con los salarios obscenos del mundo de los deportes. Llevémonos todos los salarios de la NFL, la NBA, la NHL, las Ligas Mayores de Baseball (no sus arreglos publicitarios, sólo sus salarios), agreguémosles todas las ganancias del PGA Tour y del NASCAR que tanto aman los brutos campesinos... serían 9.400 millones de dólares, que nos lleva a la...

1:00 PM del 10 de febrero. Olvídense de los deportistas... quiero decir, llévense todo su dinero, pero no alcanza. ¡Vamos por los ricos! Llevémonos el 100% de cada centavo que gana cualquiera por encima de 250.000 dólares anuales. Apenas puedo esperar. Veamos:

Número de hogares en los Estados Unidos: 116.000.000. Porcentaje de hogares con ingresos anuales superiores a 250.000 dólares: 1,93%. Número de hogares con ingresos anuales superiores a 250.000 dólares: 2.238.800. Ingresos totales de los hogares con más de 250.000 dólares anuales: 1,412 billones de dólares.

¡Esos son números! ¡Comámonos a los ricos! Llevémonos todo lo que cualquiera gana en los Estados Unidos por encima de 250.000 anuales, lo que nos lleva del 10 de febrero a las...

6:00 PM del 2 de julio. Bueno, obviamente vamos a tener que cortar algunos gastos. Dejemos de pagar las guerras en Irak y Afganistán, que ahí se va la plata para la cobertura de salud, ¿o no? ¿En guerras por petróleo? Ni un centavo más, traigámoslos a todos a casa. Eso nos ahorraría unos 105.000 millones en Afganistán y 159.000 millones en Irak, un total de 264.000 millones, suficiente ahorro para cubrirnos hasta las...

4:00 AM del 29 de julio. ¡Es temporada de estrenos de verano! ¡Bueno, necesitamos el dinero, así que jódete, Star Wars! Llevémonos cada centavo de películas, juguetes, cajitas de almuerzos, etcétera, unos 25.000 millones, que nos lleva a las…

4:00 PM del 1° de agosto. Ahora, Dios sabe que Hollywood ha sido bueno con la izquierda, pero ya no son idiotas útiles; se han vuelto simplemente idiotas. Entonces, desalojemos a todo el mundo en Beverly Hills y vendamos sus casas a los valores actuales de mercado. 15.000 casas a 2 millones de dólares cada una nos consigue otros 30.000 millones, lo que nos sirve para pagar las cuentas hasta las...

4:00 PM del 4 de agosto. Esto no está funcionando. Michael Moore nos aseguró que había montones de plata y que toda la tenían los ricos. Así que lo lamento por los billonarios progresistas Warren Buffett y Bill Gates. Con 100.000 millones entre los dos... digamos que por accidente se caen por las escaleras en una manifestación de sindicatos del sector público, y que con el impuesto a la herencia nos quedamos con 50% del botín, otros 50.000 millones que nos alcanzan para llegar a las...

4:00 PM del 9 de agosto. Muy bien. Pongámonos serios. Hay otros 398 billonarios más de acuerdo a la última lista de 400 de Forbes, con un valor neto total combinado de 1,29 billones de dólares. Algunos cientos de accidentes más con un impuesto a la muerte del 50% (matémoslos a todos y quedémonos con sus herencias), serían otros 650.000 millones buenos hasta las...

4:00 PM del 13 de octubre. Todavía no llegamos. OK, olvidémonos de esta mariconeada insensata del 50%. Matemos a todos los billonarios y llevémonos todo su dinero. Llevémonos todo lo que tienen los siguientes 100 casi-billonarios y eso nos compra otros 73 días hasta las...

4:00 PM del 25 de diciembre. ¡Navidad! ¡Ya casi estamos! ¿Vieron qué fácil que es esto? Ahora recordemos que esto es para los pobres de los Estados Unidos, así que en el espíritu navideño terminemos con la ayuda al extranjero. Eso ahorra 50.000 millones de dólares que nos alcanzan hasta las...

4:00 PM del 30 de diciembre. Tan cerca y tan lejos: todavía tenemos un día y algo más para pagar. Para cubrir los 12.500 millones más que nos faltan vamos a sacarles 40 dólares a cada hombre, mujer y niño de los Estados Unidos y pagr esas 32 horas finales. Lo que nos lleva a las...

12:00 AM del 1° de enero de 2012. ¡Feliz Año Nuevo para todos!

¿Ahora qué?

Nos hemos quedado con todas las ganancias, todos los salarios, todo el capital, todos los gastos e ingresos y propiedades de los ricos y lo liquidamos todo. El presidente Obama propone que gastemos 3,6 billones en 2012, un billón más que lo que ingresa. Pero eso presupone que tendremos 2,6 billones en ingresos... ¿ingresos de qué? Destruimos el capital privado, destruimos las ganancias publicitarias, destruimos el deporte profesional, nos quedamos con cada centavo que las personas tienen para invertir en nuevos negocios o para comprar cosas - ya se acabó. Nos comimos a los ricos y todo lo que tenían, y apenas nos alcanzó para un año.

¿Ahora qué?

sábado, 14 de mayo de 2011

Miren quién habla

Tenía pensado escribir algo completamente distinto, pero me crucé con esta imagen en El Opinador Compulsivo y no pude evitar cambiar de tema. Aviso que este es uno de esos posts calentones y catárticos no aptos para todo público.

Saben, trato y trato de que no me afecten los desquicios que pasan a diario en nuestra querida Argentina y muchas veces lo logro, pero después me llegan cosas como esas declaraciones y termino muriendo un poco por dentro.

El señor de la foto es uno de esos tipos que me asesinan el alma. Este hijo de una piara de cerdos poseídos por las ánimas en pena de todas las putas difuntas del Imperio Otomano es uno de los grandes responsables de lo que vivimos hoy en día: como vocero de la urgencia devaluatoria que tenían los incompetentes empresarios de la UIA en los años de De la Rúa, el señor de la foto aportó la pata empresaria para el golpe civil que terminó de hundir a Chupete, puso en marcha la devaluación y desembocó en este país de locura, atraso y absurdo que ÉL y ELLA construyeron.

Y no me olvido que a este homúnculo construido a base de soretes lo recompensaron inventándole el "Ministerio de la Producción" para que pudiera sentarse en el gabinete de Duhalde y desempeñar una gestión lamentable a la que luego, en una analogía que hizo en un programa de televisión y que no se me va a borrar más de la cabeza, trató de defender comparándola con aterrizar un Boeing 747 en la 9 de Julio. Lo que no dijo el desgraciado en ese momento es que el susodicho 747 tenía de piloto a Mohammed Atta.

Y ahora vuelve a hablar. Mostrando la misma catadura moral de un Ibarra que dice suelto de cuerpo que "Cromañon ya pasó", el señor de la foto sale a decir muy alegremente que no alcanzó con la pobrificación de enero de 2002, que hace falta volver a devaluar para salvar al Gran Empresariado Argento Salud. Ya nos fumamos diez años de esfuerzo en pipa y padecimos diez años de populismo demente y desbocado por culpa de este reverendo descendiente de meretrices, ¿tenemos que perder otros diez años, tal vez veinte? ¿Duhalde y Kirchner no fueron lo bastante "industrialistas" para él, capaz hace falta que venga Pino Solanas?

¿Qué deuda tendrá que licuar esta vez el señor de la foto? No será la de Coniglio, su digna y querida empresa nacional que vendió por buenos dólares a capitales extranjeros, plata que de seguro no depositó de manera patriota en la Argentina. Me pregunto qué deuda malhabida en dólares es la que tanta necesidad tiene de hacer desaparecer, aún al costo de empobrecer todavía más a los millones de argentinos a los que cada vez nos alcanza menos la plata luego de su última festichola de devaluaciones.

No es joda, todavía no terminamos de pagar la última gran devalueta. Recién la vamos a terminar de pagar el día que se eliminen los subsidios a los servicios públicos y al transporte, terminando con precios ficticios que se mantienen no muy distintos de los de la época de la convertibilidad aún cuando el peso del 2011 valga nominalmente la cuarta parte de lo que valía el peso de 2001. Más lindo va a ser el sinceramiento si se le cumple el deseo a este forro de toda forredad y el dólar pasa a estar a seis u ocho pesos en vez de cuatro.

Pero saben, al margen de lo que diga este malparido, él es sólo un digno hijo de la Digna Clase Industrial de la Argentina, que sólo sabe lloriquear, exigir proteccionismo y trabas a las importaciones de cualquier lado del mundo porque su incompetencia es tan grande que se verían amenazados por las exportaciones de Burundi si le compráramos a ese país africano. No desempeñan otra habilidad que no sea la de hacer lobby y lamer el culo de los políticos si con eso se aseguran ganancias a perpetuidad y condiciones favorables para seguir siendo incompetentes, aún si el país se va al carajo y los millones de argentinos que no manejamos empresas de la UIA seamos cada vez más pobres.

Me revienta que encima digan que el liberalismo está a favor de estas grandes empresas. Creo que a esta altura del partido debería quedar claro que las grandes empresas prefieren aquellos sistemas políticos y económicos de corte estatista, paternalista e intervencionista en el cual es más sencillo adornar a los funcionarios de turno que regulan el mercado que a los millones de ciudadanos que en un mercado libre eligen y compran según sus propios intereses y opiniones. En una economía verdaderamente liberal (un sueño que jamás veremos hecho realidad), las grandes empresas de la UIA hace rato que hubieran quebrado por ineficientes, incompetentes y poco competitivas.

Más prueba de lo que digo arriba que la Unión Industrial Argentina, no existe. Literalmente les chupa un huevo si el resto del país se empobrece, con tal de tener ganancias aseguradas a riesgo cero y sin competencia alguna. No tuvieron ningún drama en sentarse en primera fila y aplaudir cuando este gobierno se las agarró contra el campo, contra el sistema jubilatorio privado, contra las prepagas; no les hizo asco la violación repetida de la Constitución y de las leyes y la traición de cualquier seguridad jurídica; no se movieron por nada que no fuera la mínima sensación de que el pene gubernamental estaba por hacer ingreso desde la retaguardia, como le pasó a Techint.

A esta altura del partido, estoy a favor de cualquier tendencia, ideología o concepción económica que me prometa explícitamente aniquilar, exterminar y erradicar de la faz de la Tierra al gran empresariado argento, para que de sus ruinas puedan emerger nuevos productores que entiendan de una puta vez que "emprender" no quiere decir "vivir del Gobierno a costa de todos".

sábado, 7 de mayo de 2011

El Final del Principio (Bill Whittle)

Quería dejarles en este sábado intrascendente una pieza escrita por Bill Whittle, un tipo con una claridad para escribir tan envidiable que me daría por bien servido con tener sólo la décima parte de la misma, en ocasión de las disputas que tuvieron lugar en el estado norteamericano de Wisconsin cuando el gobierno propuso quitarle a los sindicatos de empleados públicos la facultad de hacer convenios colectivos de trabajo, y que desembocó en moyanescas manifestaciones y peronistas tramoyas legislativas hasta que finalmente fue aprobada por la legislatura, para envidia de los que estamos de este lado del mundo.

Sáquenle las especificidades norteamericanas al artículo y aplíquenlo a la Argentina... y tendrán una nueva perspectiva de qué tan atrasados y retrógrados son nuestros dizque "progresistas".

La pieza se llama "THE END OF THE BEGINNING", es decir, "EL FINAL DEL PRINCIPIO" y dice así:

Wisconsin... la deuda... el Tea Party... los sindicatos del sector público - todos los detalles de esos eventos han sido cubiertos de mejor manera por otras personas. Pero para tratar de entender lo que está pasando de verdad, no creo que tengamos que adelantarnos a los detalles. Creo que necesitamos remontarnos al pasado. Pero bien al pasado.

Los Estados Unidos - tal como los imaginaron nuestros Fundadores y los estableció nuestra Constitución - sobrevivieron bastante intactos por más de cien años.

Fue sólo después de la Guerra Civil que los Estados Unidos empezaron a cambiar fundamentalmente, porque esa era sólo la punta de un cambio mucho más grande que el mero cambio político.

Este tipo de cambio ha ocurrido sólo tres veces - no en la historia de la nación, sino en TODA la historia.

El primero de estos metacambios ocurrió tan en el pasado que no tenemos registros escritos del mismo en ningún idioma. Ese primer metacambio ocurrió cuando las bandas de cazadores y recolectores aprendieron por primera vez cómo cultivar y cosechar. Pudieron producir suficiente comida como para no migrar a pasturas más frescas, y el resultado fue el auge de las primeras ciudades y la primera gran Era de la Humanidad - la Era de la Agricultura. La agricultura significó una ciudad-estado; una ciudad-estado significó los primeros gobiernos, y el primer dinero también.

La era de la Agricultura duró aproximadamente siete mil años. Y unos Estados Unidos abiertos, horizontales y descentralizados - basados en la Agricultura - fueron los que los Fundadores diseñaron para nosotros.

Entonces, hacia el final del siglo XIX, la sociedad cambió de una manera fundamental. La libertad e inventiva norteamericanas - aquello que solía ser llamado "el Ingenio Yankee" - le permitieron a los Estados Unidos pasar de ser un rincón olvidado de la Era de la Agricultura a ser la potencia predominante de la Segunda Era, la Era de la Industria... la Revolución Industrial.

Ahora, así como fue un trauma social para la mayor parte de una población completa el pasar de ser cazadores y recolectores para convertirse en granjeros, también fue difícil, muy difícil, para nuestra sociedad dejar de ser principalmente agrícola para transformarse en obreros de fábrica y lo que luego serían llamados "empleados". Y durante este período, cuando la Era Industrial nacía y con ella lo hacían oportunidades inimaginables para crear riqueza, también nacieron los hombres conocidos como los Robber Barons (Barones Ladrones) - que no eran capitalistas del libre mercado, sino hombres que practicaban el mercantilismo - capitalismo de amigos - y que usaban sus conexiones políticas para escribir leyes que los favorecieran a ellos y a sus monopolios.

Para el fin del siglo XIX, estos mercantilistas anti-competencia no sólo compraban políticos individuales sino legislaturas enteras, ciudades enteras, entre ellas la mayor ciudad del mundo. Si querías hacer negocios en Nueva York en los 1800s, por cada dólar que gastabas en tu negocio tenías que poner otro (y sólo uno si tenías suerte) en los bolsillos del Jefe Tweed y de Tammany Hall (básicamente el Partido Demócrata) para tener ese privilegio.

Y así el movimiento Progresista nació, como lo hacen todas las filosofías que terminan en el Infierno, con la mejor de las intenciones: eliminar la corrupción política que ya era epidémica en el sistema: la nefasta alianza de dinero que compraba influencia política para redactar leyes y regulaciones para ahogar la competencia, poner en peligro y prácticamente esclavizar a los trabajadores, fijar precios y hacer fangotadas de dinero para comprar con él a los nuevos políticos. Para combatir estos males, los Progresistas buscaron imponer un gobierno federal centralizado y verticalmente estructurado hacia abajo que pudiera reflejar perfectamente la economía industrial centralizada y verticalmente estructurada. Querían un gobierno más poderoso que los Barones Ladrones. Y lo consiguieron, también.

En sólo unos pocos años (dos veces en 1913 y una vez más en 1919), el Movimiento Progresista logró la aprobación de tres enmiendas constitucionales que cambiaron radicalmente el tipo de país en el que vivimos, transfiriendo poderes enormes y previamente inimaginables a Washington.

La Decimosexta Enmienda autorizó el cobro de un impuesto a los ingresos, lo que le dio por primera vez al gobierno federal el poder de hurgar en tu billetera, y lo que comenzó a dividir al país psicológicamente entre aquellos que pagan y aquellos que reciben.

¿Deberías pagar un mayor impuesto en la estación de servicio si conduces un Lexus y no un viejo Chevy? ¿Deberías revisar la billetera del tipo que está delante tuyo en la fila para ver si tiene más dinero que tú y así puede pagar por algunas de tus compras?

Bueno, eso fue lo que la Decimosexta Enmienda hizo: hizo que ESA clase de pensamiento fuera normal, y más importante, puso ENORMES sumas de DINERO DE OTRAS PERSONAS en las manos de los políticos.

La Decimoséptima Enmienda parecía ser algo inocente: cambiaba la forma en que los senadores de los Estados Unidos eran elegidos. Previamente designados por las legislaturas estaduales, la Decimoséptima hizo que los senadores fueran elegidos por el pueblo. Democracia! Sólo que ya había una cámara que representaba al pueblo: la Cámara de Representantes. Los Fundadores habían diseñado intencionalmente al Senado para que fuera la Cámara de los Estados: así como la Cámara de Representantes protegería los derechos de los ciudadanos contra el poder federal, el Senado, en donde cada Estado tendría dos senadores sin importar qué tan grande o poblado fuera, protegería el poder de los Estados de las ambiciones federales. La Decimoséptima Enmienda eliminó esa fuerza defensiva.

Y finalmente, la legislación Progresista por excelencia: la Decimoctava Enmienda. La Prohibición. Una Enmienda verdaderamente Progresista, era la primera vez en la historia de los Estados Unidos que una enmienda era escrita para QUITAR UNA LIBERTAD. Las personas habían estado tomando alcohol desde por lo menos la invención de la Agricultura siete mil años antes. Pero los Progresistas, verás, saben mejor que tú lo que es bueno para ti. Nunca se trata de ellos, o de su necesidad patológica de controlar y ordenar las vidas de los demás, o de su necesidad enfermiza de tener poder sobre ti para imponerte su voluntad. No, es siempre por tu propio bien.

Esa es, claro, la falla fatal del progresismo: una creencia en que su propia bondad impediría que fueran corrompidos por los ríos de dinero y de poder sobre los demás que habían corrompido a los Barones Ladrones antes que ellos. Pero el dinero que los Progresistas tenían a su disposición mediante los impuestos era mayor por órdenes de magnitud que las relativamente modestas fortunas privadas que habían comprado a los políticos en el pasado.

Bueno. ¿Y ahora?

Bueno, está ocurriendo un nuevo metacambio, y estamos atravesándolo en estos precisos momentos. Una nueva era, la tercera era, la ERA DIGITAL está amaneciendo. Y como el hombre más inteligente del Congreso (ese sería Thad McCotter, quien con un simple gesto de su mano me puso a pensar en estas líneas) me lo indicó; hoy, prácticamente cualquiera puede meter una mano en su bolsillo y comprar bienes y servicios de cualquier lugar del planeta y recibirlos en cuestión de pocos días, cuando no de pocas horas.

Como los cazadores que se convirtieron en granjeros, y los granjeros que se convirtieron en empleados, estamos dejando de ser empleados para ser AGENTES LIBRES dispersos, descentralizados, independientes e interconectados. Esto es porque la Era Industrial está terminando y la Era de la Información está tomando su lugar. Y toda nuestra estructura económica está (una vez más) volviendo a ser horizontal, independiente, ligera, rápida, ágil, descentralizada, local, más pequeña y más barata.

Los viejos dinosaurios pueden dar vueltas por un rato pero eventualmente caerán. Y el gobierno que surgirá de nuestra sociedad de la Tercera Ola y de la Era de la Información DEBERÁ ser rápido, descentralizado, local, más pequeño y más barato también. ¿Pero quién podría pensar, no ya diseñar, un gobierno así de limitado, abierto y basado en las libertades?

(Foto de la Constitución de los Estados Unidos)

ES UN MISTERIO INCREÍBLE

Es por eso que lo que vemos en el Tea Party es tan notable: las personas, lo perciban o no, están usando los nuevos juguetes de la Era de la Información para crear una estructura política que se ajuste a la económica. Es una reacción contra lo GRANDE: el Gran Gobierno, el Gran Gasto y los programas Grandes, ineficientes, corruptos, mal manejados y financieramente insostenibles, y que (casi por instinto) nos lleva de regreso al tipo de gobierno disperso, descentralizado, horizontal, local y pequeño que funcionó bien para la Primera Era, que fue asaltado por los Progresistas para la Segunda, y que ahora vuelve para la Tercera.

Este choque entre filosofías fundamentalmente conflictivas, esta pelea entre los partidarios del Tea Party que apoyan un gobierno equeño y los sindicalistas del gran gobierno que está teniendo lugar en Wisconsin no es, como lo dijo Winston Churchill, el fin... o siquiera el principio del fin. Pero bien puede ser el fin del comienzo.

Es la gente que ondea las Banderas de Gadsden, los que claman por menos Estado, los que están del lado del futuro... no los miembros de los sindicatos del sector público que viven en el pasado para preservar beneficios y prebendas que OTRAS PERSONAS tienen que pagar... No, estos Sindicatos del Sector Público se han convertido en la vieja y corrupta alianza de dinero y poder político que ellos mismos habían sido creados para destruir.
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