sábado, 31 de agosto de 2013
Buenas y santas,
Básicamente este post es para anunciar que por el momento (o quizás definitivamente, todavía no lo sé) voy a dejar de escribir por acá.
Cuando LBP empezó, allá por abril de 2006, nos repartimos los días de la semana entre los cobloggers así podíamos cubrir con un post todos los días. A mí me tocaron los sábados, y bueno... seguí tratando de sacar un post cada sábado aún cuando por esas cosas de la vida quedara siendo el último vigía en este faro.
Varios sábados vinieron y se fueron sin que tuviera idea sobre qué escribir, y muchas veces, demasiadas, escribí algo sólo para salir del paso. Peor aún, ya habrán notado que son muchas las semanas en donde no consigo decir nada y termino rellenando con alguna cosa de afuera, y si bien eso también sirve para salir del paso, no es muy satisfactorio que digamos.
Y baste decir que cada vez llego más cansado y con menos ideas al sábado, y antes que seguir por un sentido de obligación hacia vaya uno a saber qué cosa, es mejor ir cortándola.
Así que así estoy, dejando de escribir por acá. De todos modos, voy a seguir en BlogBis posteando de tanto en tanto, así que cualquier cosa nos estamos viendo por ahí.
Muchas gracias por todo, por la paciencia, por la lectura y por los comentarios, y hasta la próxima.
sábado, 24 de agosto de 2013
G. K. Chesterton
Algunas frases del escritor inglés Gilbert Keith Chesterton (1874-1936) que me parecieron interesantes de tener en cuenta en estos tiempos de locura absoluta.
- La imparcialidad es un nombre pomposo para la indiferencia, que es un nombre elegante para la ignorancia.
- Cuando las personas le imputan vicios especiales a la Iglesia Cristiana, parecen haber olvidado por completo que el mundo (que es lo único otro que existe) tiene estos vicios en mayor cantidad. La Iglesia ha sido cruel; pero el mundo ha sido mucho más cruel. La Iglesia ha conspirado; pero el mundo ha conspirado mucho más. La Iglesia ha sido supersticiosa; pero nunca ha sido tan supersticiosa como lo es el mundo cuando se lo deja solo.
- Todo el mundo moderno se ha dividido en conservadores y progresistas. El negocio de los progresistas es el de seguir cometiendo errores. El negocio de los conservadores es el de impedir que los errores sean corregidos. Aún cuando el revolucionario pueda llegar a arrepentirse de su revolución, el tradicionalista ya la está defendiendo como parte de su tradición. Es así que tenemos dos grandes tipos - la persona avanzada que nos apresura a la ruina, y la persona retrospectiva que admira las ruinas. Las admira especialmente a la luz de la luna, por no decir bajo los influjos del alcohol. Cada nuevo tropiezo del progresista o pedante se convierte al instante en una leyenda de antigüedad inmemorial para el snob. Esto es el balance, o mutuo control, de nuestra Constitución.
- Un hombre debe ser ortodoxo respecto de la mayoría de las cosas, o jamás tendrá siquiera tiempo para predicar su propia herejía.
- Hemos dejado atrás la era del demagogo, del hombre que tiene poco para decir y lo dice a los gritos. Hemos llegado a la era del mistagogo o del don, del hombre que no tiene nada para decir, pero lo dice suave e impresionantemente en un susurro imperceptible.
- Los cuentos de hadas, entonces, no son responsables por producir en los niños el miedo o cualquiera de las formas del miedo; los cuentos de hadas no le dan al niño la idea de lo maligno o de lo feo; eso ya está en el niño, porque ya está en el mundo. Los cuentos de hadas no le dan al niño su primera noción del cuco. Lo que los cuentos de hadas le dan al niño es su primera idea clara acerca de la posible derrota del cuco. El bebé ha conocido al dragón de manera íntima desde que posee una imaginación. Lo que el cuento de hadas le proporciona es un San Jorge que mate al dragón. Lo que hace exactamente el cuento de hadas es esto: lo acostumbra a una serie de imágenes claras de la idea de que estos terrores sin límite tienen un límite, que estos enemigos informes tienen enemigos en los caballeros de Dios, que hay algo en este universo más místico que la oscuridad, y más fuerte que el miedo poderoso.
- Los hombres no difieren mucho respecto de las cosas a las que considerarán como males; difieren enormemente respecto de los males a los que considerarán perdonables.
- La Biblia nos manda amar a nuestros prójimos y también amar a nuestros enemigos; probablemente porque tienden generalmente a ser la misma gente.
- Tener derecho a hacer algo no es para nada igual a tener razón al hacerlo.
- Cuando un político está en la oposición es un experto en los medios para lograr un fin; y cuando está en el cargo es un experto en los obstáculos para lograrlo.
- Es terrible contemplar cuán pocos políticos son ahorcados.
- Creo que lo que realmente ocurre en la historia es esto: el hombre viejo siempre está equivocado, y la gente joven está siempre equivocada acerca de lo que hay de equivocado en él. La forma práctica que toma es esta: que mientras que el hombre viejo puede mantenerse firme en alguna costumbre estúpida, el hombre joven siempre la ataca con alguna teoría que resulta ser igualmente estúpida.
- Estos son los días en los que se espera que el cristiano alabe todo credo excepto el suyo propio.
- Las falacias no dejan de ser falacias porque se han convertido en modas.
- Democracia significa gobierno por los que no tienen educación, y aristocracia significa gobierno por los mal educados.
- El mundo moderno está lleno de hombres que sostienen dogmas con tanta firmeza, que ni siquiera se dan cuenta de que son dogmas.
- El periodismo consiste en buena medida en decir "Ha muerto el señor Jones" a gente que no sabía que existiera un tal señor Jones.
- Desde la aurora del hombre todas las naciones han tenido gobierno, y todas se han avergonzado de sus gobiernos.
- Los iconoclastas hicieron muchas más estatuas de las que destruyeron.
- Si no logras desarrollar toda tu inteligencia, siempre te queda la opción de hacerte político.
sábado, 17 de agosto de 2013
Ganaron en la Antártida
La noticia de la semana ha sido, sin lugar a dudas, la victoria del Frente para la Victoria's Secret en la Antártida y en la comunidad Qom de La Primavera.
Pudieron haber perdido millones y millones de votos en comparación con la última elección, a tal punto que del famoso e infame 54% que habían convertido en un garrote de amasar disensos apenas quedó un veintitantos que según sus propias reglas los inhabilitaría de hacer absolutamente nada.
Pero ganaron en la Antártida y en la comunidad Qom de La Primavera.
Pudieron haber perdido en Provincia de Buenos Aires por seis puntos ante una cría de su propio establo que se les retobó y que en menos de 40 días formó un engendro político capaz de ganarle a todos los recursos del Estado nacional secuestrado por la banda yeguariza y del Estado provincial puesto a su servicio por el servil indigno de Scioli.
Pero ganaron en la Antártida y en la comunidad Qom de La Primavera.
Con toda la plata que perdieron en la farsa de las PASO, de todos los "espacios gratuitos cedidos por la Dirección Nacional Electoral" para hacerse autobombo, la ridícula y vergonzosa zancadilla que le hicieron ni más ni menos que al Papa para currar con un afiche de campaña, y el marketing lastimero y bochornoso del cáncer de parte del cero a la izquierda de Insaurralde, terminaron perdiendo en el distrito que siempre vieron como el escenario la madre de todas las batallas.
Pero ganaron en la Antártida y en la comunidad Qom de La Primavera.
En Capital acumularon otra derrota más, la cual sumada al panorama que parece perfilarse para octubre da numerosas señales de convertirse en un desastre aún peor que le puede costar al régimen las dos bancas porteñas que tiene en el Senado (la de Filmus y la del panqueque de Cabanchik) y condenar al fosilizado kirchnerismo porteño a dormir afuera en lo que hace a la cámara alta. Sin mencionar que la semana pasada Filmus sumó la cuarta derrota a su historial y que todo parece indicar que en octubre podrá agregar la quinta; todo un as del fracaso. Ni qué decir del salame de Cabandié, que quedó tan flojito en las elecciones de Diputados que seguro que ahora tiene más ganas de buscar peces en el Riachuelo que de poner la jeta para otro sopapo el 27 de octubre.
Pero ganaron en la Antártida y en la comunidad Qom de La Primavera.
En Santa Fe, provincia que supo ser un bastión peronacho durante décadas y en la que se venían defendiendo mal que mal aún en los años de predominio socialista, quedaron terceros justito detrás de Miguel del Sel, con lo que se confirman dos cosas: que los buenos resultados del ex Midachi en 2011 no fueron una aberración pasajera y que aún con un peronacho clásico como Obeid al tope de la lista el kirchnerismo ha convertido al peronismo en mala palabra para la Provincia Invencible.
Pero ganaron en la Antártida y en la comunidad Qom de La Primavera.
Perdieron o quedaron tecleando al borde del abismo en muchos de los bastiones cuasifeudales que el pejotismo controlaba desde hacía décadas en el norte del país, a tal punto que hasta sus gobernadores están cagados en las patas por lo que puede representarles el quedar pegados a la Vaca y a su banda de chupamedias.
Pero ganaron en la Antártida y en la comunidad Qom de La Primavera.
Incluso en Santa Cruz, provincia que supo ser tanto su lugar en el mundo como su rata de laboratorio y verdadero huevo de la serpiente, terminaron protagonizando una derrota ante una alianza con fuerte presencia del radicalismo. Y todo porque insistieron en gobernar por teléfono la provincia y cuando el gobernador se les retobó, se dedicaron a prenderla fuego y a encaramar a los amigos del ballenato en una lista condenada al fracaso.
Pero ganaron en la Antártida y en la comunidad Qom de La Primavera.
Y tantas otras derrotas, tropiezos y necedades que no sólo no tienen perspectiva de ser corregidas sino que parece que se van a "profundizar", con lo que de seguro también se profundizará el éxodo subterráneo pero cada vez más abierto de aquellos dirigentes peronachos que, al decir de Jorge Asís, van con la medialuna en alto viendo en qué taza de café les conviene mojarla, dejando atrás a una banda de dogmáticos, chorros y desfalcadores seriales cada vez más aislados de la realidad y convencidos de la viabilidad de sus psicopatías.
Pero ganaron en la Antártida y en la comunidad Qom de La Primavera.
Y cuando todo esto termine, no sé cómo les irá en la comunidad Qom de La primavera, pero la Antártida va a ser el único lugar donde van a encontrar algo de paz.
Pudieron haber perdido millones y millones de votos en comparación con la última elección, a tal punto que del famoso e infame 54% que habían convertido en un garrote de amasar disensos apenas quedó un veintitantos que según sus propias reglas los inhabilitaría de hacer absolutamente nada.
Pero ganaron en la Antártida y en la comunidad Qom de La Primavera.
Pudieron haber perdido en Provincia de Buenos Aires por seis puntos ante una cría de su propio establo que se les retobó y que en menos de 40 días formó un engendro político capaz de ganarle a todos los recursos del Estado nacional secuestrado por la banda yeguariza y del Estado provincial puesto a su servicio por el servil indigno de Scioli.
Pero ganaron en la Antártida y en la comunidad Qom de La Primavera.
Con toda la plata que perdieron en la farsa de las PASO, de todos los "espacios gratuitos cedidos por la Dirección Nacional Electoral" para hacerse autobombo, la ridícula y vergonzosa zancadilla que le hicieron ni más ni menos que al Papa para currar con un afiche de campaña, y el marketing lastimero y bochornoso del cáncer de parte del cero a la izquierda de Insaurralde, terminaron perdiendo en el distrito que siempre vieron como el escenario la madre de todas las batallas.
Pero ganaron en la Antártida y en la comunidad Qom de La Primavera.
En Capital acumularon otra derrota más, la cual sumada al panorama que parece perfilarse para octubre da numerosas señales de convertirse en un desastre aún peor que le puede costar al régimen las dos bancas porteñas que tiene en el Senado (la de Filmus y la del panqueque de Cabanchik) y condenar al fosilizado kirchnerismo porteño a dormir afuera en lo que hace a la cámara alta. Sin mencionar que la semana pasada Filmus sumó la cuarta derrota a su historial y que todo parece indicar que en octubre podrá agregar la quinta; todo un as del fracaso. Ni qué decir del salame de Cabandié, que quedó tan flojito en las elecciones de Diputados que seguro que ahora tiene más ganas de buscar peces en el Riachuelo que de poner la jeta para otro sopapo el 27 de octubre.
Pero ganaron en la Antártida y en la comunidad Qom de La Primavera.
En Santa Fe, provincia que supo ser un bastión peronacho durante décadas y en la que se venían defendiendo mal que mal aún en los años de predominio socialista, quedaron terceros justito detrás de Miguel del Sel, con lo que se confirman dos cosas: que los buenos resultados del ex Midachi en 2011 no fueron una aberración pasajera y que aún con un peronacho clásico como Obeid al tope de la lista el kirchnerismo ha convertido al peronismo en mala palabra para la Provincia Invencible.
Pero ganaron en la Antártida y en la comunidad Qom de La Primavera.
Perdieron o quedaron tecleando al borde del abismo en muchos de los bastiones cuasifeudales que el pejotismo controlaba desde hacía décadas en el norte del país, a tal punto que hasta sus gobernadores están cagados en las patas por lo que puede representarles el quedar pegados a la Vaca y a su banda de chupamedias.
Pero ganaron en la Antártida y en la comunidad Qom de La Primavera.
Incluso en Santa Cruz, provincia que supo ser tanto su lugar en el mundo como su rata de laboratorio y verdadero huevo de la serpiente, terminaron protagonizando una derrota ante una alianza con fuerte presencia del radicalismo. Y todo porque insistieron en gobernar por teléfono la provincia y cuando el gobernador se les retobó, se dedicaron a prenderla fuego y a encaramar a los amigos del ballenato en una lista condenada al fracaso.
Pero ganaron en la Antártida y en la comunidad Qom de La Primavera.
Y tantas otras derrotas, tropiezos y necedades que no sólo no tienen perspectiva de ser corregidas sino que parece que se van a "profundizar", con lo que de seguro también se profundizará el éxodo subterráneo pero cada vez más abierto de aquellos dirigentes peronachos que, al decir de Jorge Asís, van con la medialuna en alto viendo en qué taza de café les conviene mojarla, dejando atrás a una banda de dogmáticos, chorros y desfalcadores seriales cada vez más aislados de la realidad y convencidos de la viabilidad de sus psicopatías.
Pero ganaron en la Antártida y en la comunidad Qom de La Primavera.
Y cuando todo esto termine, no sé cómo les irá en la comunidad Qom de La primavera, pero la Antártida va a ser el único lugar donde van a encontrar algo de paz.
sábado, 10 de agosto de 2013
sábado, 27 de julio de 2013
En la vida hay que elegir
En la vida hay que elegir, dicen ahora.
Así que veamos qué se ha hecho en esta década, mal llamada "ganada", para que yo tenga que elegir.
Lo que veo es que la Argentina se ha vuelto otro país.
Se ha vuelto un país que da vergüenza ajena, no ya ante el Primer Mundo con el que alguna vez nos comparamos y quisimos pertenecer, sino con aquellos países a los que antes mirábamos de arriba y hoy nos pasan décadas de trapo.
Se ha vuelto un país en donde uno puede capacitarse, educarse y formarse durante años a brazo partido, sólo para terminar dependiendo de un chupaortos del régimen, de un viejo apendejado que toda la vida curró de la "militancia" o de un pendejo envejecido mentalmente por consignas que ya eran obsoletas cuando estaba paseando entre los huevos de su padre.
Se ha vuelto un país que no produce trigo a pesar de ser fértil, que no cría ganado a pesar de haber sido prácticamente criado para ello, y que ha logrado la proeza de pasar de la diversificación al monocultivo.
Se ha vuelto un país en donde ves la pobreza todos los días revolviendo la basura de un tacho, mangueando junto a una boletería o haciendo venta ambulante en trenes y subtes.
Se ha vuelto un país en donde se acepta como natural que todos los recursos del Estado, esos que por hache o por be pagamos todos los argentinos, seamos peronistas, radicales, socialistas, liberales, montoneros, altos, bajos, gordos, flacos, católicos, ateos, judíos y lo que sea, estén cooptados por una facción que los usa como se le canta y generalmente en contra de quienes no formen parte de ella.
Se ha vuelto un país en donde se le miente a uno en la cara y sin vergüenza no ya sobre cuestiones abstractas y lejanas sino sobre la realidad que uno ve todos los días y siente en su bolsillo, y si encima uno tiene el tupé de defenderse o cuestionar la mentira, se le pega, se le faja, se lo investiga y se lo revienta con todas las herramientas del Estado.
Se ha vuelto un país en donde se puede sostener de manera simultánea y desvergonzada que alcanza con seis pesos diarios para vivir y que el kilo de pan tendría que estar a diez.
Se ha vuelto un país en donde se tolera y alienta la guarangada, la grosería, la descalificación brutal y sin sentido, y la chabacanería en lugar de la seriedad, el protocolo, la tradición y la tranquilidad.
Se ha vuelto un país en donde se acepta mansamente que el Estado haga para el orto lo que tiene que hacer, y que asuma funciones que no le corresponden y que también hará para el orto.
Se ha vuelto un país en donde los funcionarios, en teoría nuestros empleados, disponen de nuestra guita como se les canta, y donde no tenemos derecho a protegerla o hacerla crecer de la manera que se nos cante.
Se ha vuelto un país en donde cualquiera puede hacer lo que se le ocurra, pero si los que pagan la fiesta protestan, entonces son basuras indignas de consideración.
Se ha vuelto un país en donde se naturalizaron las trampas más burdas y groseras, desde la escritura de leyes con nombre y apellido, la oficialización de la prebenda, los candidatos truchos y tantas otras más.
Se ha vuelto un país en donde la realidad fue declarada opositora y destituyente, y que en consecuencia se da el lujo de bancar un sistema de medios paralelos para moldear una realidad que esté más a gusto del régimen.
Se ha vuelto un país en donde no se puede hablar de política de manera racional, porque del otro lado se observa una fe ciega, incuestionable y a prueba de balas, digna de una pedorra religión de Estado con mártires truchos, mandamientos incumplidos, sacerdotes corruptos y doctrinas perversas.
Se ha vuelto un país en donde además de las fangotadas que nos saca el Estado corrupto, caro y pedorriento que supimos conseguir, tenemos que gatillar educación privada porque la educación pública es una farsa sindicalizada de adoctrinamiento y embrutecimiento, pagar seguridad privada porque no es resguardo tener fuerzas policiales conducidas por jefes górgoris e integradas por agentes empobrecidos y desmoralizados que se juegan la vida todos los días y que si hacen lo que tienen que hacer pueden ser sumariados por los amantes de la delincuencia que conducen la "política de seguridad", y mantener salud privada porque meterse a un hospital público es en muchos casos jugarse la vida.
Se ha vuelto un país en donde debemos optar por trenes que son trampas mortales, micros cuyos pasajeros dependen de que el chofer haya dormido bien ese día, o aviones que despegan si los sindicatos lo quieren y si los chiquilines de La Cámpora no se la llevaron toda.
Se ha vuelto un país en donde el presentismo laboral, los horarios establecidos o incluso el soberano e inalienable derecho a volver a casa y rascarse las pelotas a dos manos después de un día de trabajo depende de que justo no se les haya ocurrido a tres gatos locos cortar una ruta e incendiar neumáticos, sin que ni jueces, fiscales o policías piensen en mandarlos a la gayola que les correspondería.
Se ha vuelto un país en donde se archivan a la velocidad de la luz las causas de enriquecimiento ilícito contra funcionarios que juntaron palas de millones en pocos años tras empezar de la nada, pero en donde a uno le cae la AFIP por guardarse algunos ahorros en moneda extranjera o por una presunta contratación de personal doméstico inferida a partir de la nada misma.
Se ha vuelto un país en el que cada día que pasa se vive un poquito peor, un poquito más restringido, un poquito más oprimido en todo.
Se ha vuelto un país en donde se ha naturalizado la paranoia resultante de vigilar todos los movimientos propios, controlar que a uno y a los suyos no lo sigan, asegurarse de que nadie relojee la casa o el auto, comprar puertas blindadas, alarmas y toda clase de parafernalia, porque en todo momento uno puede pasar a engrosar las estadísticas (no oficiales, porque hasta en estos temas versean los estadísticos del régimen) de la "sensación de inseguridad", sin tener posibilidad de recuperar jamás lo sustraído o en el peor de los casos, ver preso y condenado al "excluído social" que le quitó la vida a su ser querido.
En la vida hay que elegir, dicen.
Por todo eso es que jamás, ni en la puta vida, pienso elegirlos a ellos.
* * * * * * * * * *
Sabrán disculparme, pero me temo que la semana que viene no habrá post, ya que me voy a ir de Buenos Aires unos días para bajar la tensión cardíaca y relajarme un poco... así que será hasta la próxima.
sábado, 20 de julio de 2013
Gata Flora
En una de sus recientes emesis verbales, la Vaca Estúpida trató de "gata flora" a los que la critican por el reciente acuerdo suscrito con Chevron para la exploración y explotación del yacimiento de Vaca Muerta. Similares pensamientos perpetró Axel Kicillof, el golden boy levantadeditos de la economía kakal, ideólogo de la expropiación de YPF, cagón que usa a sus hijos de escudo humano, y firme creyente en la posibilidad de controlar todas las variables de una economía nacional moderna con una planilla de cálculo de Excel, cuando dijo algo así como que en un minuto pasaron de ser comunistas a vendepatrias.
No cazan, sea porque no quieren cazar o porque no pueden hacerlo, que lo que revienta de estos tipos no es que tomen una posición u otra (por más que esas posiciones suelen ser contrarias a la lógica y al sentido común). Tampoco jode que se cambie de idea, porque persistir en el error es de necios demasiado ignorantes como para percatarse de su ignorancia.
Lo que jode de manera intolerable, como diez mil uñas rascando mil pizarrones, es la incoherencia absoluta que queda en evidencia con cada decisión del régimen, la caradurez insultante con la que pasan de tratar de herejes irredimibles a quienes están en contra, a asumir esa herejía como verdad revelada e inmutable por los siglos de los siglos amén... hasta la siguiente mutación nacida de la más bruta y descarnada necesidad.
Lo que jode de manera intolerable es el insulto al sentido común que significa ver a una persona girar 180 grados en su opinión no como resultado de un proceso normal de reconciliación entre sus pensamientos y la realidad, sino por pura y simple conveniencia y con el más abyecto negacionismo de la posición anterior.
Lo que jode de manera intolerable es esa indigna y atroz gimnasia mental y discursiva que le permite a una persona pasar de ser fanática nacionalista absoluta en materia de hidrocarburos a ser la novia de las inversiones extranjeras en menos de un año, o saltar del anticlericalismo más cerrado a chupar cirios y sobar sotanas en espacio de días... y en ambos casos negar que alguna vez se hubiera sostenido lo contrario. O peor aún, insistiendo en que la posición nueva es la misma que han tenido toda la vida, y al diablo tanto los que vieron el cambio y lo cuestionan como los que quedaron en offside y siguen sosteniendo la posición vieja y ahora políticamente incorrecta.
Lo que jode de manera intolerable es cómo esos cambios surgen por la necesidad más bruta y descarnada, nacida de aquellos mismos factores y circunstancias que se veían venir desde el momento mismo en que se adoptó la posición ahora repudiada y que en el pasado fueron negados a base de fanatismo y en el presente son ignorados como inexistentes.
Lo que jode de manera intolerable, como siempre, es la certeza verificada una y otra vez de que ya no hay nada más allá de la voluntad mutable de la Señora, y que todos estamos en riesgo de caer en la volada cuando se le ocurra pegar un giro sin ninguna razón en absoluto. Porque eso es lo que sucede en un país donde se pasa en cinco minutos de odiar al Papa a regalar estampitas, en donde se pasa de alzar la bandera de la Patria sobre los colonialistas españoles a abrirse de gambas ante los gringos, en donde los que "no criminalizaban la protesta social" ahora se quejan de que otros no desalojan piquetes y en donde ni la "política de derechos humanos" que todavía tiene tantos fanáticos demostró ser inmune a la necesidad con cara bica de hereje.
Quizás jodería menos si hubiera un poco más de humildad en lugar de tantos deditos levantados, micrófonos masturbados y gastadas de barrabrava por Twitter y la prensa adikta. Pero eso sería pedirles demasiado.
sábado, 13 de julio de 2013
Reacción
Después de los berrinches presidenciales, de la farsa del Ekeko Morales, de Scioli haciéndose el macho y sobreactuando para hacernos creer que es un cristinista de la primera hora, del pedido de captura del ahora prófugo Jaime, de Cabandié y los peces del Riachuelo, del Himno Nacional en versión cumbia, del pan de Poronga Moreno a 10 mangos pero sólo hasta las 10 en el país de la harina y del trigo, de la inminente escasez de tomates, de los fríos por la espalda de la Vaca Hipócrita por cosas que ella misma hace a gran escala, del fantabuloso éxito de los Cedines y en no menor instancia de ver cómo el ex custodio de la cajita feliz de la ANSES, ex segundo Jefe de Gabinete del kirchnerato y ex candidato testimonial de Nefástor se convirtió de golpe en la gran esperanza blanca, les adjunto a continuación el análisis político más sensato, coherente y apropiado que he visto acerca de la situación actual de la Argentina:
Hoy la hago corta porque vengo más corto de tiempo. Mil disculpas en serio.
sábado, 6 de julio de 2013
Los mugidos de la semana
Como en estos últimos días la Yegua fue prolífica en esas frases que denotan un completo colapso cognitivo y psicológico, vamos a tomar algunas de las más notorias y proporcionarles una merecida respuesta.
"No es una decisión caprichosa" (mover la estatua de Colón)
No. Fue una verdadera pendejada sin razón alguna, parida de la más rancia mala leche, hecha sin ningún otro motivo que dar una demostración banal de poder y armar un problema en donde ni lo había ni daba para que lo hubiera.
"Me gustaría que más argentinos levantaran la voz para poner a nuestros héroes en el lugar que se merecen."
Una cosa es poner a los héroes nacionales en el lugar que se merecen. Otra muy distinta es manosearlos, deformarlos y, lo peor de todo, adscribirles tendencias y opiniones políticas totalmente extemporáneas e improcedentes con las que, según lo que sabemos de historia, ellos habrían tenido tales diferencias que los habría motivado a sacar el trabuco de intercambiar opiniones.
"Creemos que en el lugar de la Casa Rosada, que es la casa de todos los argentinos, tiene que estar representada por los que lucharon y dieron su vida por la independencia".
Ajá, OK, me quedó claro: los que lucharon y dieron su vida por la independencia. ¿Entonces qué mierda hace el retrato del terrorista asesino Ernesto Guevara en una de las galerías de la Rosada?
"¿Se habrá enterado Carli Giraudo?" (una seguidora en Facebook que le criticó el cambio de nombre del estadio Crucero del Norte) "Estoy segura que sí. Y le debe haber enviado muchos mjs" (mensajes) "por facebook a… ‘los gobernantes’”
Ya era evidente lo cagona que es al no aparecer nunca en circunstancias espontáneas, hablar siempre ante audiencias de aplaudidores e insultar y agredir a quienes por protocolo no pueden responder. Pero esto de basurear con nombre y apellido a una ciudadana común y corriente que tuvo la osadía de quejarse de uno de los tantos despropósitos en que cae el país por el chupamedismo de Estado, es un nuevo pozo de bajeza y la sindica definitivamente como una verdadera cagona de mierda.
"Artistas haciendo patria en Corrientes, gracias a programas y políticas públicas. Very grosso."
Hacer Patria es laburar a conciencia, con esfuerzo y con buena voluntad hacia todos. Hacer Patria es ser un policía honesto en un país donde el chorro es poco menos que un héroe nacional. Hacer Patria es ser un maestro preocupado por enseñar en un país donde se inculca la brutalidad como algo cool y donde se premia la demagogia y la falta de esfuerzo. Y así podría seguir.
Pero hacer Patria no incluye tener ratas y voceros a sueldo juntándola con pala gracias al capricho de sustentar bodrios ideológicos que no ve ni el loro. Como la película de Néstor, por ejemplo, que tuvo menos audiencia que el programa de Víctor Hugo Morales en el 9.
Y toda esa la línea de comentarios de la señora fue very grasa.
“Como dijo Maradona lara, lara, lara"
Como dice mucha, muchísima gente (sin que el multimedios de Yrigoyen se lo haga saber) cada vez que salta una diarrea tuitera o pone a la gangosa de la locutora oficial a anunciar una cadena nacional: "la puta que la parió".
(Evo Morales) "Me lleva miles de años de civilización de ventaja".
La Vaca Estúpida es más que bienvenida a abandonar los beneficios de la civilización occidental que ella desprecia con tanta ingratitud, aunque francamente no la veo cambiando El Calafate por el Altiplano, las carteras de Louis Vuitton y los zapatos Louboutin por un poncho de llama, y el corderito patagónico por hojas de coca para mascar.
"Mañana va a ser un día largo y difícil. Calma. No van a poder."
¿Quiénes "no van a poder"? ¿Las alucinaciones que la acompañan? ¿El angelito con la cara de Él que tiene en el hombro izquierdo y el diablito con la cara de Magnetto parado sobre el derecho? ¿Los que le alejan el litio y los psicofármacos?
Ya está, me pudrió.
sábado, 29 de junio de 2013
Para reflexionar
Originalmente iba a escribir un artículo más largo que esto, pero se me complicó el día y no voy a llegar, así que simplemente voy a dejar esta foto para que reflexionen bien sobre lo que nos está pasando como sociedad y como país... y para que nos preguntemos bien en manos de quiénes estamos.
La foto hace innecesarios comentarios más extensos.
Saludos y disculpas, tanto por no publicar algo mejor como por publicar esta foto.
sábado, 22 de junio de 2013
"¡Ay, Patria mía!" (un desagravio a Manuel Belgrano)
"A quien procede con honradez, nada debe alterarle. He hecho cuanto he podido y jamás he faltado a mi palabra."
"Bien puede pesarle a todos los demonios, pero en mí no tendrán jamás cabida."
"Bien puede pesarle a todos los demonios, pero en mí no tendrán jamás cabida."
"Desde la más remota antigüedad hasta nuestros días, la historia de los siglos y de los tiempos nos enseña cuánto aprecio han merecido todos aquéllos que han puesto el cimiento a alguna obra benéfica a la humanidad."
"Deseo ardorosamente el mejoramiento de los pueblos. El bien público está en todos los instantes ante mi vida."
"Deseo que todos sepan el bien para alegrarse, y el mal para remediarlo, si aman a su patria; así que nada oculto ni ocultaré jamás."
"El estudio de lo pasado enseña cómo debe manejarse el hombre en lo presente y por venir."
"El hombre, por su naturaleza, aspira a lo mejor."
"El honor y el premio son los resortes para que no se adormezca el espíritu del hombre."
"El interés es el único móvil del corazón del hombre y bien manejado puede proporcionar infinitas utilidades."
"El mejor medio de socorrer la mendicidad y la miseria es prevenirlas y atenderlas en su origen, y nunca se puede prevenir si no se proporcionan los medios para que se busque su subsistencia".
"El miedo sólo sirve para perderlo todo."
"El modo de contener los delitos y fomentar las virtudes es castigar al delincuente y proteger al inocente."
"En mis principios no entra causar males sino cortarlos."
"En vano los hombres se empeñan en arrastrar a su opinión a los demás, cuando ella no está cimentada en la razón.
"Fomentar la agricultura, animar la industria y proteger el comercio son los tres importantes objetos que deben ocupar la atención."
"Era preciso corresponder a la confianza del pueblo, y me contraje al desempeño de esta obligación, asegurando, como aseguro, a la faz del universo, que todas mis ideas cambiaron, y ni una sola concedía a un objeto particular, por más que me interesase: el bien público estaba a todos instantes ante mi vista."
"Esta paz tan estimable se compra al duro precio de la sangre y de la muerte."
"Este país, que al parecer no reflexiona ni tiene conocimientos económicos, será sin comercio un país desgraciado, esterilizada su feracidad y holgando su industria."
"Estoy muy acostumbrado a contrastes y más espíritu tengo en ellos que en las prosperidades; me ocurre siempre en éstas que después del buen tiempo viene el malo y en éste que ha de venir aquél."
"La agricultura es la madre fecunda que proporciona todas las materias primeras que dan movimiento a las artes y al comercio."
"La sombra de la Junta que traigo conmigo hace prodigios; la Junta será la vencedora, no yo; su nombre solo con el aspecto de nuestros bravos atrae a los afectos y aterra a los malvados."
"La vida no es nada si la libertad se pierde."
"Lo que creyere justo lo he de hacer, sin consideraciones ni respetos a nadie."
"Los gobiernos ilustrados, conociendo las ventajas que prometen el premio y el honor, han echado mano de estos principios motores del corazón humano para todas las empresas."
"Los hombres no entran en razón mientras no padecen."
"Me glorío de no haber engañado jamás a ningún hombre y de haber procedido constantemente por el sendero de la razón y de la justicia, a pesar de haber conocido la ingratitud."
"Me hierve la sangre, al observar tanto obstáculo, tantas dificultades que se vencerían rápidamente si hubiera un poco de interés por la Patria."
"Mis ideas no se apartan de la razón y justicia que concibo, ni jamás se han dirigido a formar partidos, ni seguirlos."
"Mis ideas se conforman con las de usted y nada me anima mas que el bien de la Patria, cuya inclinación conozco en usted auxiliada de las luces que yo quisiera tener."
"Mis intenciones no son otras que el evitar la efusión de sangre entre hermanos."
"Mucho me falta para ser un verdadero padre de la Patria, me contentaría con ser un buen hijo de ella."
"Nada importa saber o no la vida de cierta clase de hombres que todos sus trabajos y afanes los han contraído así mismo, y ni uno solo instante han concedido a los demás; pero la de los hombres públicos, sea cual fuere, debe siempre presentarse, o para que sirva de ejemplo que se emite, o de una lección que retraiga de incidir en sus defectos."
"Nadie me separara de los principios que adopté cuando me decidí a buscar la libertad de la patria amada, y como éste solo es mi objeto, no las glorias, no los honores, no los empleos, no los intereses, estoy cierto de que seré constante en seguirlos."
"Ni la virtud ni los talentos tienen precio, ni pueden compensarse con dinero sin degradarlos."
"Ninguna cosa tiene su valor real, ni efectivo en sí misma, sólo tiene el que nosotros le queremos dar; y éste se liga precisamente a la necesidad que tengamos en ella; a los medios de satisfacer esta inclinación; a los deseos de lograrla y a su escasez y abundancia."
"No busco el concepto de nadie, sino el de mi propia conciencia, que al fin es con la que vivo en todos los instantes y no quiero que me remuerda."
"No busco glorias si no la unión de los americanos y la prosperidad de la Patria."
"No es lo mismo vestir el uniforme militar, que serlo."
"No hallo medio entre salvar a la patria o morir con honor."
"No hubiese un español que no creyese ser señor de América, y los americanos los miraban entonces con poco menos estupor que los indios en los principios de sus horrorosas carnicerías, tituladas conquistas."
"Nuestros patriotas están revestidos de pasiones, y en particular, la de la venganza; es preciso contenerla y pedir a Dios que la destierre, porque de no, esto es de nunca acabar y jamás veremos la tranquilidad."
"Parece que la injusticia tiene en nosotros más abrigo que la justicia. Pero yo me río, y sigo mi camino."
"Que no se oiga ya que los ricos devoran a los pobres, y que la justicia es sólo para aquéllos."
"Que nos entristezcamos o nos alegremos, la mano que todo lo dirige, no por eso va a variar: esta es una verdad evangélica."
"¿Qué otra cosa son los individuos de un gobierno, que los agentes de negocios de la sociedad, para arreglarlos y dirigirlos del modo que conforme al interés público?"
"Quiero volar, pero mis alas son chicas para tanto peso."
"Renuncio a mi sueldo de vocal de la Primera Junta de Gobierno porque mis principios así me lo exigen."
"Se apoderaron de mis ideas de libertad, igualdad, seguridad, propiedad, y sólo veía tiranos en los que se oponían a que el hombre fuese donde fuese, no disfrutase de unos derechos que Dios y la naturaleza le habían concedido."
"Se deben poner escuelas gratuitas para la niñas, de se les enseñará la doctrina cristiana, a leer, a escribir, coser, bordar, y principalmente inspirarles amor al trabajo, para separarlas de la ociosidad, tan perjudicial o más en las mujeres que en los hombres."
"Sin educación, en balde es cansarse, nunca seremos más que lo que desgraciadamente somos."
"Sirvo a la Patria sin otro objeto que el de verla constituida, ése es el premio al que aspiro."
"Soy muy amante de que todas las ciencias se sepan por principios y nadie pueda tener conocimiento de aquellas sin estar instruidos en éstos."
"Su único fin debe ser por un avenimiento... o veremos transformarse el país en puros salvajes..."
"Todo depende y resulta del cultivo de las tierras; sin él no hay materias primeras para las artes, por consiguiente, la industria, que no tiene cómo ejercitarse, no puede proporcionar materias para que el comercio se ejecute."
"Trabajé siempre para mi patria poniendo voluntad, no incertidumbre; método no desorden; disciplina, no caos; constancia no improvisación; firmeza, no blandura; magnanimidad, no condescendencia."
"Yo espero que los buenos ciudadanos de esta tierra trabajarán para remediar sus desgracias. Ay Patria mía."
"Yo no sé más que hablar la verdad y expresarme con franqueza: esto me lo he propuesto desde el principio de la revolución y he seguido y seguiré así."
"¡Juro a La Patria y a mis compañeros, que si a las tres de la tarde del día inmediato el virrey no hubiese renunciado, a fe de caballero, yo le derribaré con mis armas!"
"Si Belgrano viviera... ¿con quién creen que estaría? ¿A quien apoyaría ese hombre de la industria nacional, que hablaba del comercio, de los pueblos originarios? Les puedo hacer esa pregunta y les puedo asegurar que no te equivocás." mugió la Vaca Estúpida en Rosario el pasado jueves.
No. No me equivocaría. Sé con quién estaría Belgrano.
Y sobre todo, sé en contra de quién estaría.
sábado, 15 de junio de 2013
sábado, 8 de junio de 2013
Recomendación literaria
Hace unos días que vengo leyendo "Vamos por todo: las 10 decisiones más polémicas del Modelo", de Eduardo Levy Yeyati y Marcos Novaro, y aunque todavía no lo terminé, lo recomiendo a todo aquel que esté interesado en tener una perspectiva de la década garcada del kirchnerato que exceda al día a día enfermizo en que nos obligan a vivir los pedos mentales de la Presidenta y su equipo, el desquicio generalizado y la inflación desbocada.
Las diez decisiones (aunque algunas son más bien eventos y reacciones) en cuestión son la intervención del INDEC, la Resolución 125 y la guerra gaucha que le siguió, la estatización de las AFJP, el adelantamiento de las elecciones de 2009 y las candidaturas testimoniales, la Ley de Medios y la guerra contra Clarín, el ciclo de desfalcos que empezó con la "crisis" del Banco Central en 2010 y que desembocó en el cepo cambiario, la muerte de Kirchner y el aprovechamiento que se hizo de su figura, el desmanejo de los servicios públicos, el abortado intento de ir a la "sintonía fina" en materia de subsidios, y por último toda la sanata de "Cristina Eterna".
El libro es un tanto árido cuando se detiene a hablar de procesos y mecanismos económicos (al menos lo es para mí que no me funciona la cabeza para el esoterismo de las ciencias económicas), y no oculta que ciertas líneas económicas del período de Néstor (la era del "miren lo que hago y no lo que digo") le resultan interesantes a los autores, pero cumple muy bien con su tarea de colocar todas esas cosas que en su momento nos enfurecieron o nos tuvieron a maltraer del kakismo en una línea temporal y en una sucesión de causa y efecto, además de indagar a fondo si la tesis de Alberto Fernández y otras viudas del modelo de que "el kirchnerismo de Néstor era bueno y virtuoso y el cristinismo de Cristina es malo y vicioso" tiene algún asidero real o si, por el contrario, el segundo no es más que la conclusión natural de las tendencias que ya en su seno llevaba el kakismo desde 2003 y que a la larga o a la corta terminaron por imponerse.
También explica de manera coherente varios fenómenos singulares de la década garcada, como por ejemplo:
Las diez decisiones (aunque algunas son más bien eventos y reacciones) en cuestión son la intervención del INDEC, la Resolución 125 y la guerra gaucha que le siguió, la estatización de las AFJP, el adelantamiento de las elecciones de 2009 y las candidaturas testimoniales, la Ley de Medios y la guerra contra Clarín, el ciclo de desfalcos que empezó con la "crisis" del Banco Central en 2010 y que desembocó en el cepo cambiario, la muerte de Kirchner y el aprovechamiento que se hizo de su figura, el desmanejo de los servicios públicos, el abortado intento de ir a la "sintonía fina" en materia de subsidios, y por último toda la sanata de "Cristina Eterna".
El libro es un tanto árido cuando se detiene a hablar de procesos y mecanismos económicos (al menos lo es para mí que no me funciona la cabeza para el esoterismo de las ciencias económicas), y no oculta que ciertas líneas económicas del período de Néstor (la era del "miren lo que hago y no lo que digo") le resultan interesantes a los autores, pero cumple muy bien con su tarea de colocar todas esas cosas que en su momento nos enfurecieron o nos tuvieron a maltraer del kakismo en una línea temporal y en una sucesión de causa y efecto, además de indagar a fondo si la tesis de Alberto Fernández y otras viudas del modelo de que "el kirchnerismo de Néstor era bueno y virtuoso y el cristinismo de Cristina es malo y vicioso" tiene algún asidero real o si, por el contrario, el segundo no es más que la conclusión natural de las tendencias que ya en su seno llevaba el kakismo desde 2003 y que a la larga o a la corta terminaron por imponerse.
También explica de manera coherente varios fenómenos singulares de la década garcada, como por ejemplo:
- la incomprensión absoluta de los Kirchner acerca de la importancia de la actividad empresarial y su imposibilidad para ver a la libre empresa como un actor beneficioso (son rentistas que se criaron en una provincia donde los únicos empresarios eran los que lucraban y curraban con la obra pública)
- la falta de reacción empresarial ante el manotazo a las AFJP (como las AFJP cobraban comisiones no por el rendimiento de los fondos sino sobre el ingreso de nuevos afiliados, y como para 2008 las afiliaciones masivas de los que contribuían al viejo sistema de reparto se habían terminado y sólo iban sumando clientes conforme se incorporaban nuevos aportantes a la población económicamente activa, para los bancos las AFJP se habían convertido en un inmenso lastre a futuro por el que pagarían fortunas sin recibir comisiones)
- la brutalidad e incoherencia del modelo (las grandes decisiones del régimen son reacciones desproporcionadas a situaciones puntuales y coyunturales que no las ameritan, como si para reventarse un grano uno se clavara un puñal en la cara),
- el verso de la "no criminalización de la protesta social", cuando en realidad sólo tercerizaban en grupos adictos el control de la calle y se reservaban la posibilidad de actuar "institucionalmente" contra grupos y movimientos que no le resultaban afines.
- y muchas otras.
Dejo a modo algunos párrafos de la obra que les pueden resultar de interés:
¿Cómo pasamos de caminar junto a Brasil, Chile y Colombia a ser agrupados displicentemente en el "eje bolivariano" compuesto por Venezuela, Cuba, Nicaragua y Ecuador? Si bien en la historia no suele haber causas únicas ni fechas determinantes, si tuviéramos que datar el momento en el que la Argentina se desvió de su cmino virtuoso de crecimiento, desendeudamiento y recuperación de la moneda, esa fecha sería el 29 de enero de 2007. La intervención del INDEC, que tomó a todos por sorpresa, fue la primera señal (a la sazón, minimizada o desatendida) de lo que estaba por venir.
(...)
Hay algo de ominosa anticipación en el affaire INDEC, algo de lo que, sólo con el tiempo, se reconocerá como los elementos de estilo de la gestión Kirchner: confrontación, intransigencia y, en última instancia, crudo cortoplacismo. El affaire INDEC también ilustra el patrón secuencial de respuesta (primero perpleja, luego moderadamente indignada, finalmente resignada) de la población, los mercados, la sociedad civil e incluso la oposición política que, al menos desde 2007, parece bailar al ritmo de las aceleraciones, los volantazos y las frenadas del gobierno.
* * * * * * * * * *
El término improvisado no es aquí casual: denota el inmediatismo, que fue una de las marcas de las políticas públicas del kirchnerismo. La intervención del INDEC que nos sacaría de los mercados internacionales fue la desproporcionada respuesta a un 2% de inflación en enero de 2007. El incremento de las retenciones por decreto que desató la guerra gaucha fue la respuesta de Moreno y Lousteau a la urgencia por recuperar el margen fiscal debilitado por la campaña de 2007, sin pagar el costo político del ajuste. Y la estatización de las AFJP fue el salto hacia adelante frente a la exclusión de los mercados -exclusión que se volvió más evidente en mayo de 2008 tras el 15% de interés en dólares que cobró el gobierno de Chávez para prestarnos mil millones de dólares-. A simple vista, ninguna de estas medidas parece haber sido parte de un plan.
La apropiación de las reservas siguió el mismo patrón: fue el alambre con el que los consejeros económicos del kirchnerismo decidieron remendar un esquema -la compensación de la sangría de dólares financieros con el redireccionamiento de dólares sojeros obtenidos por las retenciones a las exportaciones- que comenzaba a descoserse con la apreciación cambiaria. Y, como en otros casos, sería el inicio de un derrotero que nos congelaría en una frágil autarquía financiera y nos llevaría directo a la fuga de capitales de 2011 y al cepo cambiario y comercial de 2012.
* * * * * * * * * *
Ahora que esa violencia salía a la luz (con el asesinato de Mariano Ferreyra), quedó impugnada la supuesta condición "no violenta" del proyecto oficial, que el gobierno pretendía siempre validar en el hecho de que, salvo excepciones, "no se reprimía la protesta social", fuera ésta protagonizada por los gremios, por los movimientos piqueteros o por otros actores. Lo cierto era que la violencia política distaba de haber desaparecido, ni el kirchnerismo había dejado jamás de participar en ella. Lo que había sucedido en estos años era que, fruto de la renuncia de los gobiernos a poner la fuerza pública al servicio del orden, otros cumplían informal e ilegalmente esa función, cuando los mismos gobiernos o sus aliados sutilmente lo requerían. Además, era debido a esa indisposición a usar la fuerza pública que se había vuelto factible, y hasta cierto punto legítimo, que cada grupo hiciera un uso particular de la violencia para imponer sus intereses. Un barrabrava ferroviario, mano derecha del jefe del gremio, José Pedraza, lo explicó en esos días a los medios con precisión sociológica, al justificar su actividad en grupos de choque que se dedicaban a evitar que grupos sindicales rivales cortaran vías férreas o realizaran otras medidas de fuerza: "Lo que no hace la Policía, lo que no hace la Justicia, lo vamos a hacer nosotros".
Por supuesto, esta tendencia a tercerizar la represión no debía considerarse el resultado de una mera distracción o "error". En primer lugar, porque era de larga data y respondía siempre a un preciso cálculo de costos y oportunidad. Podía rastrearse su origen por lo menos hasta principios de 2002, cuando los Kirchner abortaron los incipientes caceroleos en Río Gallegos, que amenazaban su domicilio y el de otros funcionarios, armando patotas que a palazos dispersaron a los manifestantes mientras la policía observaba de lejos. Con lo que quisieron dejar sentado que, a diferencia de De la Rúa o el propio Duhalde, ellos no necesitaban de los uniformados para defenderse del mal humor social, porque se defendían solos y los protegía "la militancia".
Además, la renuncia a aplicar la ley y a ejercer la coerción legítima no era general ni uniforme: se practicaba muy selectivamente, posibilitando la ambigüedad de un poder que, cuando le convenía, podía ser muy "institucional", pero cuando no, se reservaba el derecho de actuar por encima o por debajo de las instituciones. Así había hecho, tanto en Santa Cruz como a nivel nacional, al ignorar bloqueos, piquetes y otras formas de acción directa si se dirigían contra intereses ajenos pero no cuando apuntaban contra los propios; y en esos casos utilizar patotas o, si ellas no alcanzaban, también a la policía o la gendarmería: recordemos si no las muy distintas varas que usó para manejar los piquetes contra las pasteras del río Uruguay y los de la crisis de la 125, que debieron lidiar primero con Moyano y D'Elía, y luego también con intervenciones policiales.
En suma, en el principio kirchnerista de negarse a manejar la protesta social recurriendo a la policía y demás fuerzas de seguridad, reemplazándolas por patotas "militantes", residía su responsabilidad, por lo menos en el contexto en el que el crimen de Ferreyra se había gestado. Dicho principio, insistamos, no debe interpretarse como si el gobierno tolerase que cualquiera usara el espacio público a su gusto. Significaba que lo controlaría no de cualquier forma sino a través de un vínculo privilegiado con, y un recurso más o menos constante y siempre selectivo a, los llamados "movimientos sociales". En buen romance, fuerzas de choque que le aseguraban tanto que se cortara una calle, vía ferroviaria, acceso a una empresa o boca de expendio de un negocio cuando le convenía, como que se frustraran esos intentos cuando iban contra sus planes.
* * * * * * * * * *
Duele de leer como la gran puta, pero lo recomiendo. Algo hay que hacer para poner en perspectiva esta década desquiciada.
Hasta la próxima.
(Vamos por todo / Eduardo Levy Yeyati y Marcos Novaro - Buenos Aires : Sudamericana; 2013)
Hasta la próxima.
(Vamos por todo / Eduardo Levy Yeyati y Marcos Novaro - Buenos Aires : Sudamericana; 2013)
sábado, 1 de junio de 2013
Recambio
A la gorda Garré le toca un exilio dorado en Washington, vaya a saber uno por qué razón. Ciertamente no se deberá a su desempeño como ministra de Defensa y después de Seguridad, ya que en el primer cargo malgastó años de relativa bonanza económica en no pedir un mango para su cartera, dedicarse a pelotudeces y entregarle el dominio del Ministerio y de las FF.AA. a Verbitsky y sus huestes para darle rienda suelta a la venganza montonera, mientras que en el segundo alternó entre hacer cagadas, no hacer nada, dejarse prepotear por el impresentable de Sergio Berni y propiciar con su incompetencia el primer acuartelamiento uniformado de alcance nacional en más de veinte años.
Con ese historial, la gorda se va a rascar los higos a la capital del Imperio, para dedicarse a un cargo tan inútil como ella misma: la representación ante la insulsa y cada vez más irrelevante OEA. Cualquier paralelismo entre dicha organización y las perspectivas de la carrera política de Nilda Cabernet corren por cuenta del lector.
Lo sorprendente es que para reemplazarla hayan elegido a quien la reemplazara en su momento en Defensa, a Arturo Puricelli. El amigo Puricelli es el clásico funcionario peroncho que para cada gobierno peroncho resulta apto para todos los cargos por ser un bueno para nada. Su única virtud redentora en comparación con Garré es no haber demostrado la malicia y el odio hacia todo lo militar que dejaba entrever la gorda, pero fuera de eso es difícil encontrarle algo decente a la gestión ministerial que permitió que embargaran la fragata Libertad en Ghana, que mantiene las reparaciones del rompehielos Almirante Irízar en una lentitud exasperante y costosa, que tuvo varada a la corbeta Espora en Sudáfrica por un buen rato, que presenció la primera campaña antártica fallida en décadas y que encima de todo convivió con presupuestos de miseria fúnebre para el sistema de defensa nacional.
Ese tipo, ese salame, es el que ahora va (en teoría) a decidir y dirigir el aparato de seguridad estatal. Pueden empezar a temblar ahora mismo.
Y como para completar el recambio de figuritas, ahora lo tenemos a Agustín Rossi como ministro de Defensa. No me voy a gastar en preguntarme si el Chivo tiene la más puta idea acerca del quehacer militar y de lo que implica la defensa nacional, porque vistos los antecedentes del régimen ya bastante sería que no compartiese su odio virulento, insensato, resentido e interesado hacia todo lo relativo a las Fuerzas Armadas.
Eso sí, qué castigo, qué ingratitud... el tipo logró hacer pasar cada sapo por Diputados, mantuvo a todo su bloque con los pies dentro del plato, y lo exilian a una cartera que ellos mismos odian. Así es el kirchnerato: ingrato hasta la hijaputez.
En última instancia, nada cambia. No importan los nombres que pongan; son sólo figuritas irrelevantes. Las prioridades son otras, como por ejemplo dárselas de promotora de los "pueblos originarios" por chorearse una estatua de una plaza ya choreada mientras en el norte sus aliados políticos fajan a diversas comunidades aborígenes.
Así estamos: este es el país de Ella, nosotros sólo pagamos los impuestos.
Hoy la hago corta. No hay muchas energías para más.
Con ese historial, la gorda se va a rascar los higos a la capital del Imperio, para dedicarse a un cargo tan inútil como ella misma: la representación ante la insulsa y cada vez más irrelevante OEA. Cualquier paralelismo entre dicha organización y las perspectivas de la carrera política de Nilda Cabernet corren por cuenta del lector.
Lo sorprendente es que para reemplazarla hayan elegido a quien la reemplazara en su momento en Defensa, a Arturo Puricelli. El amigo Puricelli es el clásico funcionario peroncho que para cada gobierno peroncho resulta apto para todos los cargos por ser un bueno para nada. Su única virtud redentora en comparación con Garré es no haber demostrado la malicia y el odio hacia todo lo militar que dejaba entrever la gorda, pero fuera de eso es difícil encontrarle algo decente a la gestión ministerial que permitió que embargaran la fragata Libertad en Ghana, que mantiene las reparaciones del rompehielos Almirante Irízar en una lentitud exasperante y costosa, que tuvo varada a la corbeta Espora en Sudáfrica por un buen rato, que presenció la primera campaña antártica fallida en décadas y que encima de todo convivió con presupuestos de miseria fúnebre para el sistema de defensa nacional.
Ese tipo, ese salame, es el que ahora va (en teoría) a decidir y dirigir el aparato de seguridad estatal. Pueden empezar a temblar ahora mismo.
Y como para completar el recambio de figuritas, ahora lo tenemos a Agustín Rossi como ministro de Defensa. No me voy a gastar en preguntarme si el Chivo tiene la más puta idea acerca del quehacer militar y de lo que implica la defensa nacional, porque vistos los antecedentes del régimen ya bastante sería que no compartiese su odio virulento, insensato, resentido e interesado hacia todo lo relativo a las Fuerzas Armadas.
Eso sí, qué castigo, qué ingratitud... el tipo logró hacer pasar cada sapo por Diputados, mantuvo a todo su bloque con los pies dentro del plato, y lo exilian a una cartera que ellos mismos odian. Así es el kirchnerato: ingrato hasta la hijaputez.
En última instancia, nada cambia. No importan los nombres que pongan; son sólo figuritas irrelevantes. Las prioridades son otras, como por ejemplo dárselas de promotora de los "pueblos originarios" por chorearse una estatua de una plaza ya choreada mientras en el norte sus aliados políticos fajan a diversas comunidades aborígenes.
Así estamos: este es el país de Ella, nosotros sólo pagamos los impuestos.
Hoy la hago corta. No hay muchas energías para más.
sábado, 25 de mayo de 2013
Nada que festejar hoy
No sé si desearles un feliz 25 de mayo, teniendo en cuenta que cuando (Dios mediante) terminemos por dejar atrás toda esta insanía, esta fecha va a tener un costado infame por ser precisamente aquello que hoy se trata de exaltar a costa de la Revolución de Mayo: el inicio del régimen más corrupto y corruptor de la historia argentina.
Mis emociones respecto del 25 de mayo son encontradas. Por un lado, me niego a entregarles a estos hijos de puta este día que elegimos como símbolo de nuestra voluntad de ser una nación libre (aunque la independencia formal tuviera que esperar seis años, dos meses y catorce días más) sólo porque se les cantó usurparlo, al igual que otras tantas cosas que usurparon, para sus mezquinos fines políticos, pecuniarios y megalomaníacos.
La fecha patria del 25 de mayo existió desde mucho antes que viniera esta manga de hijos de puta a chorearse todo lo que no estuviera clavado al suelo o a la pared, y va a seguir existiendo por mucho tiempo después de que Él y Ella ocupen el lugar de infamia absoluta en la historia y en la memoria nacional que se supieron ganar a pulso.
Los eventos de 1810, la destitución del virrey Cisneros, la jura de la Primera Junta de Gobierno y el principio del fin del régimen colonial español van a seguir siendo por mucho tiempo más aquel punto histórico que, para bien o para mal, llevaría a crear una nueva nación en lo que hasta entonces había sido el rincón más desolado y dejado de la mano de Dios de todo el Imperio Español.
Y sin embargo...
En un día como hoy no puedo dejar de pensar en ese otro 25 de mayo, hace diez años, cuando volvía de embolarme con "Matrix Recargado" para prender la tele y poner la jura de ese bizco gangoso que prácticamente se había colado a la Rosada por la ventana del baño, mientras ordenaba una pila de apuntes (que me habían costado la friolera de sesenta pesos) comprados para un parcial bien fiero que se venía.
Como tantos otros, demasiados, era poco lo que sabía de Kirchner en ese momento. Lo tenía como un enigma, aunque ya había empezado a dar algunas señales bastante incómodas para mi gusto, empezando por la total ausencia de un capítulo dedicado a la defensa nacional en su plataforma de campaña (qué inocente que era, pensar que ahora ni siquiera se toman el laburo de mentirnos con una plataforma de campaña antes de una elección), su creciente insistencia en mechar al Proceso en cada entrevista que daba... y en el mismísimo discurso en el Congreso, su insistencia en "FF.AA. comprometidash con el futuro, y no con el pashado".
Claro que esas eran boludeces que sólo le interesaban a un loco de la guerra como yo, mientras que el país entero sólo quería sacudirse de encima el mal trago de 2001, la anarquía aliancista, los tropiezos de Duhalde y lo cerca que había estado Menem de volver a la presidencia. Tanto que muchos que deberían haber estado más atentos estuvieron dispuestos a darle un voto de confianza a ese santacruceño grandote y torpe, con pinta de boludo y modales aparentemente campechanos y desenfadados.
Así fue que el Extinto tuvo el tiempo necesario para organizar el saqueo y lanzar el copamiento de las Instituciones, a tal punto que para cuando muchos se dieron cuenta, ya era demasiado tarde y su viuda podía empezar a realidad su tristemente célebre "vamos por todo".
Todavía pagamos el precio. Y va a faltar mucho para que terminemos de saldar esa deuda.
Mejor me guardo los deseos.
Mis emociones respecto del 25 de mayo son encontradas. Por un lado, me niego a entregarles a estos hijos de puta este día que elegimos como símbolo de nuestra voluntad de ser una nación libre (aunque la independencia formal tuviera que esperar seis años, dos meses y catorce días más) sólo porque se les cantó usurparlo, al igual que otras tantas cosas que usurparon, para sus mezquinos fines políticos, pecuniarios y megalomaníacos.
La fecha patria del 25 de mayo existió desde mucho antes que viniera esta manga de hijos de puta a chorearse todo lo que no estuviera clavado al suelo o a la pared, y va a seguir existiendo por mucho tiempo después de que Él y Ella ocupen el lugar de infamia absoluta en la historia y en la memoria nacional que se supieron ganar a pulso.
Los eventos de 1810, la destitución del virrey Cisneros, la jura de la Primera Junta de Gobierno y el principio del fin del régimen colonial español van a seguir siendo por mucho tiempo más aquel punto histórico que, para bien o para mal, llevaría a crear una nueva nación en lo que hasta entonces había sido el rincón más desolado y dejado de la mano de Dios de todo el Imperio Español.
Y sin embargo...
En un día como hoy no puedo dejar de pensar en ese otro 25 de mayo, hace diez años, cuando volvía de embolarme con "Matrix Recargado" para prender la tele y poner la jura de ese bizco gangoso que prácticamente se había colado a la Rosada por la ventana del baño, mientras ordenaba una pila de apuntes (que me habían costado la friolera de sesenta pesos) comprados para un parcial bien fiero que se venía.
Como tantos otros, demasiados, era poco lo que sabía de Kirchner en ese momento. Lo tenía como un enigma, aunque ya había empezado a dar algunas señales bastante incómodas para mi gusto, empezando por la total ausencia de un capítulo dedicado a la defensa nacional en su plataforma de campaña (qué inocente que era, pensar que ahora ni siquiera se toman el laburo de mentirnos con una plataforma de campaña antes de una elección), su creciente insistencia en mechar al Proceso en cada entrevista que daba... y en el mismísimo discurso en el Congreso, su insistencia en "FF.AA. comprometidash con el futuro, y no con el pashado".
Claro que esas eran boludeces que sólo le interesaban a un loco de la guerra como yo, mientras que el país entero sólo quería sacudirse de encima el mal trago de 2001, la anarquía aliancista, los tropiezos de Duhalde y lo cerca que había estado Menem de volver a la presidencia. Tanto que muchos que deberían haber estado más atentos estuvieron dispuestos a darle un voto de confianza a ese santacruceño grandote y torpe, con pinta de boludo y modales aparentemente campechanos y desenfadados.
Así fue que el Extinto tuvo el tiempo necesario para organizar el saqueo y lanzar el copamiento de las Instituciones, a tal punto que para cuando muchos se dieron cuenta, ya era demasiado tarde y su viuda podía empezar a realidad su tristemente célebre "vamos por todo".
Todavía pagamos el precio. Y va a faltar mucho para que terminemos de saldar esa deuda.
Mejor me guardo los deseos.