sábado, 29 de junio de 2013

Para reflexionar

Originalmente iba a escribir un artículo más largo que esto, pero se me complicó el día y no voy a llegar, así que simplemente voy a dejar esta foto para que reflexionen bien sobre lo que nos está pasando como sociedad y como país... y para que nos preguntemos bien en manos de quiénes estamos.



La foto hace innecesarios comentarios más extensos.

Saludos y disculpas, tanto por no publicar algo mejor como por publicar esta foto.

sábado, 22 de junio de 2013

"¡Ay, Patria mía!" (un desagravio a Manuel Belgrano)




"A quien procede con honradez, nada debe alterarle. He hecho cuanto he podido y jamás he faltado a mi palabra."

"Bien puede pesarle a todos los demonios, pero en mí no tendrán jamás cabida."
"Desde la más remota antigüedad hasta nuestros días, la historia de los siglos y de los tiempos nos enseña cuánto aprecio han merecido todos aquéllos que han puesto el cimiento a alguna obra benéfica a la humanidad."
"Deseo ardorosamente el mejoramiento de los pueblos. El bien público está en todos los instantes ante mi vida."
"Deseo que todos sepan el bien para alegrarse, y el mal para remediarlo, si aman a su patria; así que nada oculto ni ocultaré jamás."
"El estudio de lo pasado enseña cómo debe manejarse el hombre en lo presente y por venir."
"El hombre, por su naturaleza, aspira a lo mejor."
"El honor y el premio son los resortes para que no se adormezca el espíritu del hombre."
"El interés es el único móvil del corazón del hombre y bien manejado puede proporcionar infinitas utilidades."
"El mejor medio de socorrer la mendicidad y la miseria es prevenirlas y atenderlas en su origen, y nunca se puede prevenir si no se proporcionan los medios para que se busque su subsistencia".
"El miedo sólo sirve para perderlo todo."
"El modo de contener los delitos y fomentar las virtudes es castigar al delincuente y proteger al inocente."
"En mis principios no entra causar males sino cortarlos."
"En vano los hombres se empeñan en arrastrar a su opinión a los demás, cuando ella no está cimentada en la razón.
"Fomentar la agricultura, animar la industria y proteger el comercio son los tres importantes objetos que deben ocupar la atención."
"Era preciso corresponder a la confianza del pueblo, y me contraje al desempeño de esta obligación, asegurando, como aseguro, a la faz del universo, que todas mis ideas cambiaron, y ni una sola concedía a un objeto particular, por más que me interesase: el bien público estaba a todos instantes ante mi vista."
"Esta paz tan estimable se compra al duro precio de la sangre y de la muerte."
"Este país, que al parecer no reflexiona ni tiene conocimientos económicos, será sin comercio un país desgraciado, esterilizada su feracidad y holgando su industria."
"Estoy muy acostumbrado a contrastes y más espíritu tengo en ellos que en las prosperidades; me ocurre siempre en éstas que después del buen tiempo viene el malo y en éste que ha de venir aquél."
"La agricultura es la madre fecunda que proporciona todas las materias primeras que dan movimiento a las artes y al comercio."
"La sombra de la Junta que traigo conmigo hace prodigios; la Junta será la vencedora, no yo; su nombre solo con el aspecto de nuestros bravos atrae a los afectos y aterra a los malvados."
"La vida no es nada si la libertad se pierde."
"Lo que creyere justo lo he de hacer, sin consideraciones ni respetos a nadie."
"Los gobiernos ilustrados, conociendo las ventajas que prometen el premio y el honor, han echado mano de estos principios motores del corazón humano para todas las empresas."
"Los hombres no entran en razón mientras no padecen."
"Me glorío de no haber engañado jamás a ningún hombre y de haber procedido constantemente por el sendero de la razón y de la justicia, a pesar de haber conocido la ingratitud."
"Me hierve la sangre, al observar tanto obstáculo, tantas dificultades que se vencerían rápidamente si hubiera un poco de interés por la Patria."
"Mis ideas no se apartan de la razón y justicia que concibo, ni jamás se han dirigido a formar partidos, ni seguirlos."
"Mis ideas se conforman con las de usted y nada me anima mas que el bien de la Patria, cuya inclinación conozco en usted auxiliada de las luces que yo quisiera tener."
"Mis intenciones no son otras que el evitar la efusión de sangre entre hermanos."
"Mucho me falta para ser un verdadero padre de la Patria, me contentaría con ser un buen hijo de ella."
"Nada importa saber o no la vida de cierta clase de hombres que todos sus trabajos y afanes los han contraído así mismo, y ni uno solo instante han concedido a los demás; pero la de los hombres públicos, sea cual fuere, debe siempre presentarse, o para que sirva de ejemplo que se emite, o de una lección que retraiga de incidir en sus defectos."
"Nadie me separara de los principios que adopté cuando me decidí a buscar la libertad de la patria amada, y como éste solo es mi objeto, no las glorias, no los honores, no los empleos, no los intereses, estoy cierto de que seré constante en seguirlos."
"Ni la virtud ni los talentos tienen precio, ni pueden compensarse con dinero sin degradarlos."
"Ninguna cosa tiene su valor real, ni efectivo en sí misma, sólo tiene el que nosotros le queremos dar; y éste se liga precisamente a la necesidad que tengamos en ella; a los medios de satisfacer esta inclinación; a los deseos de lograrla y a su escasez y abundancia."
"No busco el concepto de nadie, sino el de mi propia conciencia, que al fin es con la que vivo en todos los instantes y no quiero que me remuerda."
"No busco glorias si no la unión de los americanos y la prosperidad de la Patria."
"No es lo mismo vestir el uniforme militar, que serlo."
"No hallo medio entre salvar a la patria o morir con honor."
"No hubiese un español que no creyese ser señor de América, y los americanos los miraban entonces con poco menos estupor que los indios en los principios de sus horrorosas carnicerías, tituladas conquistas."
"Nuestros patriotas están revestidos de pasiones, y en particular, la de la venganza; es preciso contenerla y pedir a Dios que la destierre, porque de no, esto es de nunca acabar y jamás veremos la tranquilidad."
"Parece que la injusticia tiene en nosotros más abrigo que la justicia. Pero yo me río, y sigo mi camino."
"Que no se oiga ya que los ricos devoran a los pobres, y que la justicia es sólo para aquéllos."
"Que nos entristezcamos o nos alegremos, la mano que todo lo dirige, no por eso va a variar: esta es una verdad evangélica."
"¿Qué otra cosa son los individuos de un gobierno, que los agentes de negocios de la sociedad, para arreglarlos y dirigirlos del modo que conforme al interés público?"
"Quiero volar, pero mis alas son chicas para tanto peso."
"Renuncio a mi sueldo de vocal de la Primera Junta de Gobierno porque mis principios así me lo exigen."
"Se apoderaron de mis ideas de libertad, igualdad, seguridad, propiedad, y sólo veía tiranos en los que se oponían a que el hombre fuese donde fuese, no disfrutase de unos derechos que Dios y la naturaleza le habían concedido."
"Se deben poner escuelas gratuitas para la niñas, de se les enseñará la doctrina cristiana, a leer, a escribir, coser, bordar, y principalmente inspirarles amor al trabajo, para separarlas de la ociosidad, tan perjudicial o más en las mujeres que en los hombres."
"Sin educación, en balde es cansarse, nunca seremos más que lo que desgraciadamente somos."
"Sirvo a la Patria sin otro objeto que el de verla constituida, ése es el premio al que aspiro."
"Soy muy amante de que todas las ciencias se sepan por principios y nadie pueda tener conocimiento de aquellas sin estar instruidos en éstos."
"Su único fin debe ser por un avenimiento... o veremos transformarse el país en puros salvajes..." 
"Todo depende y resulta del cultivo de las tierras; sin él no hay materias primeras para las artes, por consiguiente, la industria, que no tiene cómo ejercitarse, no puede proporcionar materias para que el comercio se ejecute."
"Trabajé siempre para mi patria poniendo voluntad, no incertidumbre; método no desorden; disciplina, no caos; constancia no improvisación; firmeza, no blandura; magnanimidad, no condescendencia."
"Yo espero que los buenos ciudadanos de esta tierra trabajarán para remediar sus desgracias. Ay Patria mía."
"Yo no sé más que hablar la verdad y expresarme con franqueza: esto me lo he propuesto desde el principio de la revolución y he seguido y seguiré así."
"¡Juro a La Patria y a mis compañeros, que si a las tres de la tarde del día inmediato el virrey no hubiese renunciado, a fe de caballero, yo le derribaré con mis armas!"


"Si Belgrano viviera... ¿con quién creen que estaría? ¿A quien apoyaría ese hombre de la industria nacional, que hablaba del comercio, de los pueblos originarios? Les puedo hacer esa pregunta y les puedo asegurar que no te equivocás." mugió la Vaca Estúpida en Rosario el pasado jueves.
No. No me equivocaría. Sé con quién estaría Belgrano.
Y sobre todo, sé en contra de quién estaría.

sábado, 15 de junio de 2013

El Modelo en imágenes

Sin palabras.






































Estoy seguro de que hay muchas fotos más, incluso cientos, que ilustrarían mejor la locura de la "década ganada" en que imperó el Modelo.

Lo que subí acá, ya de por sí habla bastante.

sábado, 8 de junio de 2013

Recomendación literaria

Hace unos días que vengo leyendo "Vamos por todo: las 10 decisiones más polémicas del Modelo", de Eduardo Levy Yeyati y Marcos Novaro, y aunque todavía no lo terminé, lo recomiendo a todo aquel que esté interesado en tener una perspectiva de la década garcada del kirchnerato que exceda al día a día enfermizo en que nos obligan a vivir los pedos mentales de la Presidenta y su equipo, el desquicio generalizado y la inflación desbocada.

Las diez decisiones (aunque algunas son más bien eventos y reacciones) en cuestión son la intervención del INDEC, la Resolución 125 y la guerra gaucha que le siguió, la estatización de las AFJP, el adelantamiento de las elecciones de 2009 y las candidaturas testimoniales, la Ley de Medios y la guerra contra Clarín, el ciclo de desfalcos que empezó con la "crisis" del Banco Central en 2010 y que desembocó en el cepo cambiario, la muerte de Kirchner y el aprovechamiento que se hizo de su figura, el desmanejo de los servicios públicos, el abortado intento de ir a la "sintonía fina" en materia de subsidios, y por último toda la sanata de "Cristina Eterna".

El libro es un tanto árido cuando se detiene a hablar de procesos y mecanismos económicos (al menos lo es para mí que no me funciona la cabeza para el esoterismo de las ciencias económicas), y no oculta que ciertas líneas económicas del período de Néstor (la era del "miren lo que hago y no lo que digo") le resultan interesantes a los autores, pero cumple muy bien con su tarea de colocar todas esas cosas que en su momento nos enfurecieron o nos tuvieron a maltraer del kakismo en una línea temporal y en una sucesión de causa y efecto, además de indagar a fondo si la tesis de Alberto Fernández y otras viudas del modelo de que "el kirchnerismo de Néstor era bueno y virtuoso y el cristinismo de Cristina es malo y vicioso" tiene algún asidero real o si, por el contrario, el segundo no es más que la conclusión natural de las tendencias que ya en su seno llevaba el kakismo desde 2003 y que a la larga o a la corta terminaron por imponerse.

También explica de manera coherente varios fenómenos singulares de la década garcada, como por ejemplo:
  • la incomprensión absoluta de los Kirchner acerca de la importancia de la actividad empresarial y su imposibilidad para ver a la libre empresa como un actor beneficioso (son rentistas que se criaron en una provincia donde los únicos empresarios eran los que lucraban y curraban con la obra pública)
  • la falta de reacción empresarial ante el manotazo a las AFJP (como las AFJP cobraban comisiones no por el rendimiento de los fondos sino sobre el ingreso de nuevos afiliados, y como para 2008 las afiliaciones masivas de los que contribuían al viejo sistema de reparto se habían terminado y sólo iban sumando clientes conforme se incorporaban nuevos aportantes a la población económicamente activa, para los bancos las AFJP se habían convertido en un inmenso lastre a futuro por el que pagarían fortunas sin recibir comisiones)
  • la brutalidad e incoherencia del modelo (las grandes decisiones del régimen son reacciones desproporcionadas a situaciones puntuales y coyunturales que no las ameritan, como si para reventarse un grano uno se clavara un puñal en la cara),
  • el verso de la "no criminalización de la protesta social", cuando en realidad sólo tercerizaban en grupos adictos el control de la calle y se reservaban la posibilidad de actuar "institucionalmente" contra grupos y movimientos que no le resultaban afines.
  • y muchas otras.

Dejo a modo algunos párrafos de la obra que les pueden resultar de interés:
¿Cómo pasamos de caminar junto a Brasil, Chile y Colombia a ser agrupados displicentemente en el "eje bolivariano" compuesto por Venezuela, Cuba, Nicaragua y Ecuador? Si bien en la historia no suele haber causas únicas ni fechas determinantes, si tuviéramos que datar el momento en el que la Argentina se desvió de su cmino virtuoso de crecimiento, desendeudamiento y recuperación de la moneda, esa fecha sería el 29 de enero de 2007. La intervención del INDEC, que tomó a todos por sorpresa, fue la primera señal (a la sazón, minimizada o desatendida) de lo que estaba por venir.

(...)

Hay algo de ominosa anticipación en el affaire INDEC, algo de lo que, sólo con el tiempo, se reconocerá como los elementos de estilo de la gestión Kirchner: confrontación, intransigencia y, en última instancia, crudo cortoplacismo. El affaire INDEC también ilustra el patrón secuencial de respuesta (primero perpleja, luego moderadamente indignada, finalmente resignada) de la población, los mercados, la sociedad civil e incluso la oposición política que, al menos desde 2007, parece bailar al ritmo de las aceleraciones, los volantazos y las frenadas del gobierno.
* * * * * * * * * *
El término improvisado no es aquí casual: denota el inmediatismo, que fue una de las marcas de las políticas públicas del kirchnerismo. La intervención del INDEC que nos sacaría de los mercados internacionales fue la desproporcionada respuesta a un 2% de inflación en enero de 2007. El incremento de las retenciones por decreto que desató la guerra gaucha fue la respuesta de Moreno y Lousteau a la urgencia por recuperar el margen fiscal debilitado por la campaña de 2007, sin pagar el costo político del ajuste. Y la estatización de las AFJP fue el salto hacia adelante frente a la exclusión de los mercados -exclusión que se volvió más evidente en mayo de 2008 tras el 15% de interés en dólares que cobró el gobierno de Chávez para prestarnos mil millones de dólares-. A simple vista, ninguna de estas medidas parece haber sido parte de un plan.

La apropiación de las reservas siguió el mismo patrón: fue el alambre con el que los consejeros económicos del kirchnerismo decidieron remendar un esquema -la compensación de la sangría de dólares financieros con el redireccionamiento de dólares sojeros obtenidos por las retenciones a las exportaciones- que comenzaba a descoserse con la apreciación cambiaria. Y, como en otros casos, sería el inicio de un derrotero que nos congelaría en una frágil autarquía financiera y nos llevaría directo a la fuga de capitales de 2011 y al cepo cambiario y comercial de 2012.
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Ahora que esa violencia salía a la luz (con el asesinato de Mariano Ferreyra), quedó impugnada la supuesta condición "no violenta" del proyecto oficial, que el gobierno pretendía siempre validar en el hecho de que, salvo excepciones, "no se reprimía la protesta social", fuera ésta protagonizada por los gremios, por los movimientos piqueteros o por otros actores. Lo cierto era que la violencia política distaba de haber desaparecido, ni el kirchnerismo había dejado jamás de participar en ella. Lo que había sucedido en estos años era que, fruto de la renuncia de los gobiernos a poner la fuerza pública al servicio del orden, otros cumplían informal e ilegalmente esa función, cuando los mismos gobiernos o sus aliados sutilmente lo requerían. Además, era debido a esa indisposición a usar la fuerza pública que se había vuelto factible, y hasta cierto punto legítimo, que cada grupo hiciera un uso particular de la violencia para imponer sus intereses. Un barrabrava ferroviario, mano derecha del jefe del gremio, José Pedraza, lo explicó en esos días a los medios con precisión sociológica, al justificar su actividad en grupos de choque que se dedicaban a evitar que grupos sindicales rivales cortaran vías férreas o realizaran otras medidas de fuerza: "Lo que no hace la Policía, lo que no hace la Justicia, lo vamos a hacer nosotros".

Por supuesto, esta tendencia a tercerizar la represión no debía considerarse el resultado de una mera distracción o "error". En primer lugar, porque era de larga data y respondía siempre a un preciso cálculo de costos y oportunidad. Podía rastrearse su origen por lo menos hasta principios de 2002, cuando los Kirchner abortaron los incipientes caceroleos en Río Gallegos, que amenazaban su domicilio y el de otros funcionarios, armando patotas que a palazos dispersaron a los manifestantes mientras la policía observaba de lejos. Con lo que quisieron dejar sentado que, a diferencia de De la Rúa o el propio Duhalde, ellos no necesitaban de los uniformados para defenderse del mal humor social, porque se defendían solos y los protegía "la militancia".

Además, la renuncia a aplicar la ley y a ejercer la coerción legítima no era general ni uniforme: se practicaba muy selectivamente, posibilitando la ambigüedad de un poder que, cuando le convenía, podía ser muy "institucional", pero cuando no, se reservaba el derecho de actuar por encima o por debajo de las instituciones. Así había hecho, tanto en Santa Cruz como a nivel nacional, al ignorar bloqueos, piquetes y otras formas de acción directa si se dirigían contra intereses ajenos pero no cuando apuntaban contra los propios; y en esos casos utilizar patotas o, si ellas no alcanzaban, también a la policía o la gendarmería: recordemos si no las muy distintas varas que usó para manejar los piquetes contra las pasteras del río Uruguay y los de la crisis de la 125, que debieron lidiar primero con Moyano y D'Elía, y luego también con intervenciones policiales.

En suma, en el principio kirchnerista de negarse a manejar la protesta social recurriendo a la policía y demás fuerzas de seguridad, reemplazándolas por patotas "militantes", residía su responsabilidad, por lo menos en el contexto en el que el crimen de Ferreyra se había gestado. Dicho principio, insistamos, no debe interpretarse como si el gobierno tolerase que cualquiera usara el espacio público a su gusto. Significaba que lo controlaría no de cualquier forma sino a través de un vínculo privilegiado con, y un recurso más o menos constante y siempre selectivo a, los llamados "movimientos sociales". En buen romance, fuerzas de choque que le aseguraban tanto que se cortara una calle, vía ferroviaria, acceso a una empresa o boca de expendio de un negocio cuando le convenía, como que se frustraran esos intentos cuando iban contra sus planes.
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Duele de leer como la gran puta, pero lo recomiendo. Algo hay que hacer para poner en perspectiva esta década desquiciada.

Hasta la próxima.

(Vamos por todo / Eduardo Levy Yeyati y Marcos Novaro - Buenos Aires : Sudamericana; 2013)

sábado, 1 de junio de 2013

Recambio

A la gorda Garré le toca un exilio dorado en Washington, vaya a saber uno por qué razón. Ciertamente no se deberá a su desempeño como ministra de Defensa y después de Seguridad, ya que en el primer cargo malgastó años de relativa bonanza económica en no pedir un mango para su cartera, dedicarse a pelotudeces y entregarle el dominio del Ministerio y de las FF.AA. a Verbitsky y sus huestes para darle rienda suelta a la venganza montonera, mientras que en el segundo alternó entre hacer cagadas, no hacer nada, dejarse prepotear por el impresentable de Sergio Berni y propiciar con su incompetencia el primer acuartelamiento uniformado de alcance nacional en más de veinte años.

Con ese historial, la gorda se va a rascar los higos a la capital del Imperio, para dedicarse a un cargo tan inútil como ella misma: la representación ante la insulsa y cada vez más irrelevante OEA. Cualquier paralelismo entre dicha organización y las perspectivas de la carrera política de Nilda Cabernet corren por cuenta del lector.

Lo sorprendente es que para reemplazarla hayan elegido a quien la reemplazara en su momento en Defensa, a Arturo Puricelli. El amigo Puricelli es el clásico funcionario peroncho que para cada gobierno peroncho resulta apto para todos los cargos por ser un bueno para nada. Su única virtud redentora en comparación con Garré es no haber demostrado la malicia y el odio hacia todo lo militar que dejaba entrever la gorda, pero fuera de eso es difícil encontrarle algo decente a la gestión ministerial que permitió que embargaran la fragata Libertad en Ghana, que mantiene las reparaciones del rompehielos Almirante Irízar en una lentitud exasperante y costosa, que tuvo varada a la corbeta Espora en Sudáfrica por un buen rato, que presenció la primera campaña antártica fallida en décadas y que encima de todo convivió con presupuestos de miseria fúnebre para el sistema de defensa nacional.

Ese tipo, ese salame, es el que ahora va (en teoría) a decidir y dirigir el aparato de seguridad estatal. Pueden empezar a temblar ahora mismo.

Y como para completar el recambio de figuritas, ahora lo tenemos a Agustín Rossi como ministro de Defensa. No me voy a gastar en preguntarme si el Chivo tiene la más puta idea acerca del quehacer militar y de lo que implica la defensa nacional, porque vistos los antecedentes del régimen ya bastante sería que no compartiese su odio virulento, insensato, resentido e interesado hacia todo lo relativo a las Fuerzas Armadas.

Eso sí, qué castigo, qué ingratitud... el tipo logró hacer pasar cada sapo por Diputados, mantuvo a todo su bloque con los pies dentro del plato, y lo exilian a una cartera que ellos mismos odian. Así es el kirchnerato: ingrato hasta la hijaputez.

En última instancia, nada cambia. No importan los nombres que pongan; son sólo figuritas irrelevantes. Las prioridades son otras, como por ejemplo dárselas de promotora de los "pueblos originarios" por chorearse una estatua de una plaza ya choreada mientras en el norte sus aliados políticos fajan a diversas comunidades aborígenes.

Así estamos: este es el país de Ella, nosotros sólo pagamos los impuestos.

Hoy la hago corta. No hay muchas energías para más.
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