sábado, 29 de septiembre de 2012

De Genghis Khan a Sam Bigotes


Con qué velocidad se pasa de la apoteosis y la omnipotencia al ridículo más humillante.
En apenas 15 días, nada más que dos semanas, el kirchnerismo pasó de llevarse puestos a quienes se le plantaran y a comerse el mundo sin un escarbadientes a ser un hato de papeloneros ridículos que inspirarían vergüenza ajena si no inspiraran más ganas de patearlos en el piso. De Genghis Khan a Sam Bigotes en una nadería en tiempos históricos.
Empezó con el formidable cacerolazo del 13 de septiembre, cuando centenares de miles de argentinos se pudrieron de esperar acción de una oposición acomodaticia e inútil y salieron a darle a la kakidad una noche que nunca olvidará por más bravatas e insultos que escupan en respuesta.
Después del cacerolazo vino una modesta semana de calma, hasta el día en que se supo que una simple despachante de aduana había tenido más pelotas que todos los empresarios de la Unión Industrial y se había atrevido a denunciar a la justicia a la bestia bípeda que se autoproclamó zar de la economía nacional.
El intento del régimen de hacer "business as usual" y mandar a la causa a una muerte lenta e indecorosa a manos del impresentable Oyarbide murió cuando le tocó sufrir en carne propia un cacerolazo al citado magistrado; no tardó el Señor del Anillo Dilatado en deshacerse de la causa que le había tocado con esa suerte maravillosa que un país entero no deja de preguntar que por qué no la puede usar en la lotería en vez de malgastarla en cagar causas judiciales con los argumentos más absurdos posibles.
La denuncia ya había expuesto a Poronga por lo que es, un cagón miserable que agrede y amenaza a mujeres. Sí, a mujeres, justo en el gobierno de esa que siempre supo que tooooooooodo le iba a costar más por ser mujer y que vino a poner la cara por el género. En realidad no debería sorprender; si siguen hablando de igualdad de género mientras incorporan al perpetrador del homicidio piromaníaco de su propia esposa, es que la cara la tienen hecha de uranio empobrecido. Que sería lo único empobrecido del kirchnerismo, valga aclarar.
Pero cuando le tocó el turno al propio Poronga de recibir la visita de las cacerolas, el muy cagón huyó a Zona Norte y dejó un cinturón defensivo de batatas del Mercado Central alrededor de su departamento. Es bien macho para mandar a meter cacerolas por el orto, pero eso sí, mientras las cacerolas estén de este lado de la General Paz y él del otro.
Y para rematar, las maravillosas disertaciones presidenciales en Georgetown y Harvard. Los que tenían alguna idea ya podían paladear que a la Yegua, mujer que le tiene asco a la idea de una aparición pública que no esté digitada en un 99%, la iba a pasar bastante mal en estas situaciones, pero nunca para tanto.
En Georgetown debería haberse avivado que lo suyo no es hablar. Derrapó en las respuestas, derrapó en los modales, demostró su completa falta de contacto con la realidad negando la inflación que todos los días le quema los bolsillos al país, hizo el ridículo insinuando que podía hablar con "miyones y miyones de argentinos", deliró feo con escenas de periodistas que le gritan y le patean la puerta de los despachos y se mostró en general como es en realidad: una pobre mina resentida, bruta, pedante y desagradable.
Pero Georgetown fue sólo la entrada para el plato principal que fue Harvard. La mina que no puede mostrar su diploma de abogada, que tiene bajo siete llaves su registro universitario de la UNLP y que no se le conoce matrícula en algún colegio de abogados de la República dijo que la tarasca la había juntado siendo "una exitosa abogada y una exitosa presidenta", por sólo mencionar alguna de las increíbles y vergonzosas salidas que trató de esbozar ante las preguntas de unos chicos que le deben haber dado a entender que ella no tiene la propiedad de la juventud.
Encima de todo, el maltrato y la humillación. La Yegua mostró la capa de resentimiento y desprecio que tiene incluso sin necesidad imperiosa de hacerlo. Podría haberle dicho al chico que le preguntó que él estaba en Harvard cuando había otros en la Argentina que ni siquiera terminaban la primaria. Pero claro, eso además hubiera implicado reconocer que en la Patria de la Felicidad y la Buena Onda la deserción escolar es pavorosa. En cambio, se dedicó a humillar gratuitamente a una universidad que ya quisieran muchas otras en este país, con su infraestructura colapsada, sus pasillos roñosos y sus paredes tapizadas de capas geológicas de afiches, acercársele al menos en términos de cuidado de instalaciones y aspecto general.
Todo eso para terminar con el ya célebre "eso es para La Matanza, estamos en Járvar". Deschavada por completo: en su odio y resentimiento hacia un distrito que no ha hecho más que votar por ella de manera consistente, y en la falsedad de su persona, que no tiene problema alguno en reconocer que en La Matanza se comporta de una manera que no usaría en otros ambientes más finos. Como Járvar, por ejemplo.
Una mina rencorosa, resentida, miserable, vana, soberbia, pedante y desubicada en tiempo, forma, espacio y modales.
Me dan un poco de bronca los que le pegan a los chicos de Georgetown y Harvard por la calidad o pertinencia de sus preguntas, más cuando vienen de gente que en casi diez años de kakismo jamás fueron capaces de ponerla ni la cuarta parte de nerviosa que se la vio en sus disertaciones. Se olvidan que los que tienen que hacerle preguntas inteligentes y punzantes no son estudiantes que todavía no consiguieron sus títulos universitarios, sino los periodistas y dirigentes opositores que hasta ahora no han logrado acercarse a algo similar a lo que vimos en esas noches mágicas en los Estados Unidos.
Que el Gobierno argentino haya quedado descolocado por seis preguntas de estudiantes universitarios habla muy mal de un régimen encabezado por una mujer que no puede hacer frente ni a una charla universitaria sin llenarla de aplaudidores y chirolitas; habla muy mal de un país en donde puede llegar al máximo cargo una persona tan poco experimentada en rendir cuentas de manera abierta; habla muy mal de una dirigencia opositora que no fue capaz de lograr ni siquiera esto.
Y para rematar el absurdo, lo tenemos a Pito Fáez diciendo que los que le hacían las preguntas a la Vaca Estúpida eran chicos "con tan poco swing". Vaya uno a saber qué quiso decir con eso el drogadicto cuyo asco por media ciudad no le impide tratar de juntar buenas moneditas en conciertos porteños.
Ya estamos viendo a los kirchneristas hablándose encima con pavadas sobre conspiraciones, sobre la mano negra de Magnetto y del PRO digitando los eventos de Harvard y de Georgetown, sobre cómo en vez de ser un papelón fue un triunfo excelso de la Presidenta, sobre cómo ella nunca dijo lo que infinidad de videos, testimonios, ojos y oídos la vieron y la escucharon decir.
Y se hundirán en el ridículo. Ese ridículo en el que cayeron en apenas dos semanas y del que parecen obsesionados en salir... cavando a través del suelo.

sábado, 22 de septiembre de 2012

Así está la cosa


Creo que a la luz de la última sarta de declaraciones, las cuales van desde las imbecilidades seriales de Abal Medina a las prepoteadas de "sabemos cómo tomar la calle" del sekretario de Incultura Jorgito Coscia, y desde las anibaladas hasta los comentarios despectivos de la mismísima Vaca Estúpida, no nos debe quedar ninguna duda de que el Gobierno Nacional le ha declarado la guerra a sus propios ciudadanos. Y que no queden dudas de que la ofensiva cuenta con la autorización de Ella.
No es de extrañarse. Después de todo, lidiamos con gente con una visión del mundo y de la vida tan perversa y degenerada que es incapaz de aceptar la existencia de otras personas enteramente independientes de su visión del mundo y de su enfermizo sentido de misión. En la cosmología kirchnerista, nacida del resentimiento genético del difunto Virolo y del desequilibrio mental de la Viuda, sólo hay dos seres humanos enteramente reales: Él y Ella. 
El resto de las unidades de carbono que habitamos el planeta tenemos dos propósitos fundamentales: o nos sometemos en cuerpo y alma a los caprichos de ambos (de Ella en estos tiempos de viudez) con el servilismo del rastrero, la alegría del esclavo de alma y el fanatismo de quien pasó por la castración mental del adoctrinamiento, o nos condenamos a nosotros mismos a sufrir castigos, penas y agravios por haber tenido la osadía de desafiar sus designios. 
En el mundo kirchnerista, en el Relato, sólo hay esclavos o enemigos, y las dignidades, derechos y privilegios se otorgan o se niegan en base a esa categorización. No hay seres humanos.
Digo esto para que nadie se haga ninguna ilusión acerca de lo que nos espera por haber tenido el tupé de tomar la calle el 13 de septiembre y decirle a la Señora y a su coro de chupamedias que existimos y que no tienen ni el monopolio de la palabra ni el monopolio de la razón. Es de esperarse que caiga sobre nosotros, en las mil y una formas que ha sabido aplicar el kakismo, la venganza que le espera a quienes osan desafiar al Relato y a la Relatadora.
Es el destino que le tocó a Blumberg. Es el destino que le tocó a la Mesa de Enlace. Es el destino que le tocó a los opositores que no aceptaron jugar un papel de pantomima aceptable para el régimen. No veo por qué haya de ser diferente para nosotros.
Por más palabras dulzonas que puedan pronunciar entre gárgaras los festejantes de la Vaca Estúpida, y por más llamados pegajosos al diálogo y a la conciliación que puedan venir de boca de la propia Forraona, sepamos que ellos siempre tienen el puñal a mano y que cuando menos la veamos venir, lo vamos a sentir entre las costillas. Puede venir en la forma de una quita brutal de subsidios, puede venir escondido en el articulado del Código Civil Zaffaroniano, puede venir a través de un nuevo plan para ahogar alguna expresión de productividad existente fuera del kirchnerismo. Pero va a venir, no me quedan dudas.
Ahora, pasando a algo más agradable, hay una nueva fecha de a de veras para volver a la calle: el 8 de noviembre. Entiendo que muchos hayan estado tan ansiosos como para agarrar el 28 de septiembre que andaba dando vueltas por ahí, pero hay que entender algunas cosas: quienes salimos a la calle en ese jueves maravilloso no somos militontos bancados de arriba como las hordas a las que la Señora puede apelar para que le levante el ánimo con una marchita cada vez que se le ocurra, somos laburantes que tienen una vida por fuera de la política a la que no pueden simplemente poner en stand-by a voluntad. Hubo gente que fue porque fue capaz de irse preparando y de dejar todo en orden antes de mandarse a la calle, y esa misma gente sencillamente no lo puede hacer cada vez que quiera.
Además, la repetición constante cansa, agota y embota, y como dije la semana pasada, si se recurre a marcha tras marcha con poco tiempo de separación, eventualmente se convierte en la caricatura con la que sueña 6-7-8 y el resto de la prensa militante: un puñado de caceroleros en una esquina perdida, de preferencia una esquina concheta de Recoleta.
El 8 de noviembre es una fecha lejana en principio, pero apropiada: septiembre es demasiado cercano y octubre está demasiado cargado de movimientos, entre ellos los que puedan producirse por el segundo aniversario de la muerte del tomuer. Ya sacudimos la estantería saliendo a la calle, y ahora hay que ver cómo reaccionan ellos, tanto en el Gobierno que nos provocó a salir a putear como en la oposición que nos quitó cualquier alternativa efectiva por su propia incompetencia y mediocridad, al desafío planteado el 13 de septiembre.
Podrá parecer erróneo ceder así la iniciativa, pero tratemos de recordar que en su abrumadora mayoría, la noche del 13 fue un llamado de atención, no una ofensiva destituyente como la quieren pintar ellos. Ya veremos qué cosas hacen y dejan de hacer que le darán su carácter al 8 de noviembre.
Por último, habría que plantearse que la marcha no puede ser la única alternativa para hacer conocer el disgusto que provoca esta gente. Puede haber otra serie de herramientas al alcance de la imaginación. El otro día me acordaba del apagón que le hicieron a Menem en el 96, si mal no recuerdo... ¿por qué no volver a eso?
Qué se yo, es cosa de imaginar un poco. Y de desconcertar al enemigo.
En fin, hasta la próxima.

sábado, 15 de septiembre de 2012

Ecos de las cacerolas



Después de lo del jueves, hay un margen de esperanza.
Innumerables personas que pertenecen a aquel grupo que los que estamos un poco consumidos por la política vivimos puteando por "sólo joder cuando les tocan el bolsillo" salieron a hacer que la Vaca Estúpida se tragara su bravata blasfema de decir que hay que tenerle a ella un poquito del miedo que se le tiene a Dios. Y de paso, salieron a desmentirnos a los que opinábamos como decía al principio de este párrafo, y darnos a entender que el detonante no es necesariamente el bolsillo, sino la manía del régimen de no dejar vivir a nadie en paz.
Llegar a Plaza de Mayo y encontrarla medio llena cuando todavía faltaba una hora para que oficialmente empezara la protesta fue algo maravilloso. Cantar el Himno Nacional a voz en cuello y oírlo en boca de miles y miles de personas fue escalofriante. Y saber que definitivamente no se está solo en la sensación de que algo anda muy mal con el país al que uno tanto quiere a pesar de lo mucho que lo irrita de vez en cuando, es un bálsamo para el alma.
Había gente cantando, comentando, festejando los carteles que no tenían las consignas berretas y repetidas de las marchas políticas habituales, sino expresiones de ingenio, preguntas sencillas y reclamos claros. Había, por sobre todas las cosas, banderas argentinas flameando por todos lados.
Y del otro lado del vallado, en los edificios oficiales donde sólo había algunas persianas levantadas para que algunas caras nerviosas miraran lo que pasaba, y en cuyas terrazas había gente sacando fotos vaya uno a saber por qué, quedó el odio que nutre y rezuma el régimen.
Y ese odio salió con toda la furia de un animal herido el viernes.
Después de decir que el millón de personas que salió a protestar el jueves hablando exclusivamente de la Argentina lo hacía porque le preocupaba más lo que pasaba en Miami que en San Juan (y a esto habría que decirle que bien le podría haber preguntado a los 10.000 sanjuaninos que cacerolearon mientras la Yegua daba su discursito autista ante el centenar de aplaudidores de siempre), Abal Medina salió con el viejo, trillado y cansado cliché de decir "que se unan para hacer un partido y que ganen las elecciones". 
No hay nada que me guste más que recibir clases inconsultas de democracia de parte del hijo de un montonero de mierda y de populismo del hijo del abogado del hombre más rico del mundo.
La de Abal Medina, nombre que por otro lado sólo debería adornar un legajo penitenciario y no un despacho oficial, fue tan sólo una de las mil y una descalificaciones que puso la horda. Luisito D'Elía, cuyos célebres "sinco piiiibe" están todos ahora con conchabos de veinte lucas por mes en el Estado, repitió sus viejas y habituales pelotudeces acerca de "clases altas" y demás. Caníbal Fernández habló de "fiestita de quince", evidentemente porque la vio desde adentro de un baúl. La víbora de Carlotto habló de "gente bien vestida" como si eso fuera un problema y como si a ella la viéramos con ropa remendada y de varios años.
Y los megáfonos del régimen llegaron al ridículo en su afán por demostrar que efectivamente se puede tapar el sol con un dedo: Télam habló de camionetas de Patricia Bullrich guiando a la gente y de una plaza vacía salvo por grupos que se reunían en torno a la camioneta de Pato, a las cámaras de la tele y a un puesto de hamburguesas; Vagina/12 se empeñó en mostrar sólo fotos de señoras mayores de Barrio Norte e ignorando a los innumerables menores de 30 (como quien les escribe hoy) que desmentimos el verso de que la juventud "está con Esha"; Víctor Hugo anduvo más sofista que nunca al decir que no significaba nada porque ya se sabía que había un 46% que no la había votado; los seissieteocheros se consolaban hablando de "venenos"; Artemio López gesticulaba su particular escuela de matemática que postula que dos más dos no es cuatro sino lo que Ella quiere que sea. Y los medios de la Kadena Nacional del Verso y la Desvergüenza mostrando pelotudeces y titulando barrabasadas para preservar una fantasía que se les caía a pedazos.
Para completarla, ahora resulta que del "retiro espiritual" con pinta de consumo masivo de psicofármacos y antidepresivos que la Yegua se dio tras escapar de San Juan a El Calafate (porque qué mejor que tener a Máximo, verdadero especialista en sobredosis, por si se pasan con el empastillado), la única idea que se les cayó es la de redoblar la apuesta, darle para adelante con los insultos y armar contramarchas que le levanten el ánimo a la viudita triste. Como el bíblico rey Roboam gritándoles "mi dedo meñique es más grueso que la cintura de mi padre" a los que le venían a pedir que aliviara las cargas que le había impuesto su padre Salomón a Israel (1 Reyes 12, 1-17), los kirchneristas escapan hacia adelante a base de terquedad y soberbia, aunque el mundo se les caiga a pedazos a su alrededor.
Todo este revuelto gramajo de clichés discursivos y operativos, de lugares comunes repetidos como loritos, de empecinamiento en negar una realidad que les grita desde las fotos de cuadras y cuadras del centro porteño y de plazas de todo el país cubiertas de gente que simplemente pedía a gritos que no le rompieran más las pelotas, que dejaran de pegarle por decir que la meada que el Gobierno nos hace por la cabeza es meo y no lluvia, dio una impresión de absoluta y rotunda confusión en el régimen, como si los hubiera tomado por completa sorpresa, como si realmente no pudieran creer que la realidad hubiera tenido el descaro destituyente y contrarrevolucionario de no confirmar sus ilusiones ideológicas de ver esto limitado a mil tipos en Plaza de Mayo y a otros mil en Cabildo y Juramento y en Callao y Santa Fe.
Y como el emperador desnudo del cuento, quedó en evidencia su caradurez y delirio. La de multimillonarios roñosos puteándonos por pedir que no nos esquilmen. La de revolucionarios de salón tildándonos de burgueses pero sin tener el menor empacho en quedarse con nuestro dinero. La de "militantes" profesionales, que jamás en la puta vida hicieron algo que no sea lucrar con la función pública, irritados porque los que pagan la fiesta tuvieron el tupé de salir a quejarse. La de esa verdadera Sociedad de Fomento de Puerto Madero que es el kirchnerismo hablando de "Barrio Norte", "Palermo", "Recoleta" y "Belgrano" como si por vivir en esas zonas de la Reina del Plata sus habitantes hubieran renunciado a sus derechos.
En fin.
Quisieron creer que se trataba de unos pocos miles de burgueses irritados porque no se puede comprar dólares o porque viajar es cada vez más difícil. Y aunque las cámaras suyas y ajenas insistieron en decirles que eran mares de gente de todos los estratos de la sociedad clamando para que la cortaran con la soberbia y la prepotencia, para que dejen de robar y se ajustaran a la Constitución y las leyes, insistieron e insisten con este "relato" que ya está viejo y gastado. Quizás piensan que repitiéndolo y repitiéndolo van a lograr volver en el tiempo y transformar a esa noche maravillosa en la caricatura mental e ideológica que prefieren ver.
Es que, en el fondo y a flor de piel también, están asustados. Aterrados. Y tienen razón de estarlo.
Lo del jueves fue la pesadilla recurrente del kirchnerismo hecha carne: una Plaza de Mayo, y varias plazas más en varias ciudades de varias provincias, llena de gente coreando cosas como "¡se va a acabar/se va a acabar/la dictadura de los K!"
Para peor, la marcha del jueves no tuvo a un Blumberg como foco central al cual se lo pudiera destruir con un pecadillo expuesto. Ni siquiera tuvo una Mesa de Enlace a la cual minar y dividir con negociaciones falsas, propuestas parciales, fintas y trucos. En contraposición a las marchas arreadas del pejotismo, con micros escolares ocupando calles enteras, globos de agrupaciones llamadas "la no sé quién" y qué se yo, con megáfonos, palcos y discursos, la marcha del jueves fue un bendito desorden ordenado, con grupos que cantaban lo que querían, pero especialmente el himno, y sin incidentes serios que lamentar.
Y encima el pasto de la Plaza de Mayo quedó prolijito. A diferencia de lo que piensa el miserable de Abal Medina, es porque nos enseñaron que el pasto no se pisa. Y menos todavía se caga o se llena de basura. Para basura ya lo tenemos a él, a la Kámpora, a los chupamedias y adiktos del régimen, y a los kolaboracionistas.
Pero que la oposición no crea que ganó con esto. Una marcha como la del jueves no es una señal de triunfo sino una demostración de fracaso. Del fracaso de las instituciones que tendrían que haber cagado a patadas a esta vieja totalitaria y a su banda en cuanto empezaron a cagarse en las leyes, en lugar de acompañar y festejar todo. Del fracaso de una clase política acomodaticia, gritona para afuera y cagona para adentro, que no podría reconocer un principio ni con un artículo de la Wikipedia. Del fracaso de una oposición que se opone más a sí misma que al régimen, y que sólo pone ingenio en encontrar excusas para votar lo que pide la Viuda diciendo que todavía están en contra de ella.
Varias veces he dicho en este lugar que la oposición tiene que ponerse a la altura de las circunstancias. El jueves, un millón de personas le dijeron, directa o implícitamente, que si no se ponen a la altura de las circunstancias también a ellos se los va a llevar la ola.
Y hablando de la ola, ¿cómo sigue? ¿Hace falta desensillar hasta que aclare o darle y darle para adelante con marcha tras marcha?
Gran pregunta. La primera alternativa conlleva el riesgo de que se disipe el estado de ánimo colectivo que se manifestó el jueves, la segunda implica el peligro de que se agote la protesta hasta su desaparición. En lo personal, y a falta de algo mejor, prefiero lo primero antes que lo segundo. Mejor que quede una sola gran protesta grabada a fuego en el ánimo del país que ver cómo ésta se desdibuja con innumerables protestas cada vez más chicas hasta terminar en la caricatura que quiere el régimen.
Pero no contaba con que el régimen nos hiciera un favor en tal sentido.
Creo que la gran mayoría de los que protestaba pedía que aunque sea se tuviera en cuenta sus opiniones y que el gobierno recapacitara. A la luz de las declaraciones de ayer y de las contramarchas que aparentemente están planeando, no sólo no va a haber reflexión de ningún tipo sino un contraataque a toda máquina con lo único que tiene el Gobierno: el aparato rentado, los insultos ideológicos, la cerrazón mental. Exactamente lo contrario de lo que se pidió el jueves. Exactamente lo mismo que irritó a un millón de argentinos a punto tal de convencerlos de tomar las plazas del país.
Se vienen días interesantes. Quizás, incluso, hagan honor a la frase de Churchill tras enterarse de la victoria sobre los alemanes en El Alamein: "Ahora, esto no es el fin. Ni siquiera es el principio del fin. Pero es, quizás, el fin del principio".
Al menos, eso espero.

sábado, 8 de septiembre de 2012

Sin margen para la inocencia


Hace un tiempo, en ocasión de no sé qué cosa referida al Código Penal Zaffaroniano, la Vaca Estúpida dijo que a veces se sentía un poco Napoleón o algo por el estilo.

Hace unas semanitas, con el verso del Polo Cinematográfico en la Isla Demarchi, nos contó que por su vocación de construir Ella se sentía como si fuera la reencarnación de un gran arquitecto egipcio.

Y la semana pasada nos enseñó que sólo hay que tenerle miedo a Dios y a ella, pero un poquito.

Bueno, ahora que pasó del complejo de Napoleón al del faraonato para desembocar en la megalomanía de creerse ahí nomás de Dios, ¿podemos decir que no queda margen para negar que perdió toda ubicación en tiempo y espacio y que está más chitrula que una cabra dopada con éxtasis hasta los párpados?

Quizás lo que podríamos hacer, ya que estamos, es consentirle la fantasía, pegarle un halito sobre la cabeza, unas alitas en la espalda y cambiar a la locutora oficial por una procesión de angelitos encabezados por un eunuco que cante las glorias de Ella y Él con una trompetita.

Es más, para el papel de eunuco propongo a Hermes Binner, a quien no le falta tiempo para decir lo bien que le parecen las propuestas de la Señora y cómo las va a votar. Hasta está hecho el trabajo previo de convertirlo en un eunuco, ya que a Binner evidentemente le han extraído quirúrgicamente los genitales.

Hablando un poco más en serio, quien piense que la megalomanía de la señora y de sus asesores es cosa de joda, tan sólo tiene que recordar que hace un par de años nomás ella dijo que ojalá fuera una genia así hacía desaparecer a unos cuantos.

Y en el Aló Presidenta del lunes, ¿con qué nos salió? Con que era una "GenIA". A la que encima le tenemos que tener miedo al igual que a Dios. Pero sólo un poquito, ¿eh?

Por ahora. Chupemos, argentinos, chupemos, que ella nos avisa.

Quien tenga oídos para oír, que oiga. Como dije la semana pasada, ya no queda margen para hacerse el inocente.

Menos todavía cuando un hijo de un regimiento mecanizado de putas como Axel Kicillof puede decir muy suelto de cuerpo que si no hicieron quebrar a una empresa que emplea a miles y miles de personas sólo porque su presidente hizo críticas públicas al gobierno fue porque no quisieron hacerlo.

Pensar que a principios del menemato a Moisés Ikonicoff lo forzaron a renunciar a la Secretaría de Cultura por amenazar a una empleada de Aeroparque con hacer que la echaran por no darle favores especiales.

¿Qué se siente estar peor en términos morales que en la tan cacareada época de Menem?

Y frente a la amenaza de la Señora y de la banda de totalitarios que la rodean, ¿qué tenemos?

A una manga de castrados morales, kirchneristas latentes y acomodaticios que cuando no están dedicados a torpedearse los unos a los otros, se matan en pensar qué argumentos van a encontrar para votar a favor de lo que venga del Gobierno; los radicales porque nacieron boludos y boludos se van a morir, los peronistas "disidentes" porque siempre se los puede adornar con algo, los habitantes de ese closet kirchnerista que se hace llamar "Frente Amplio Progresista" porque en el fondo a lo único que se oponen es a que esté Ella en el gobierno, y los del PRO porque se sienten incómodos si pasan más de dos semanas sin cometer alguna pelotudez suprema y supina.

Ellos no van a salvar a la Argentina. A la Argentina o la salvamos nosotros o no la salva nadie.

El mesianismo y la esperanza irracional en los líderes providenciales nos han llevado a la catástrofe; qué mejor momento que el actual para purgarnos de estos vicios, ahora que nuestros "dirigentes" o son locos mesiánicos, o son colaboracionistas o padecen de severo retraso mental.

El que la Argentina merezca salvarse de lo que le está pasando es algo que sólo los argentinos podemos decidir.

Suena hasta tonto, pero es la pura verdad: la Argentina sólo demostrará que merece salvarse cuando sean los propios argentinos los que la salven.

No me voy a cansar de repetirlo.

Y tampoco me voy a cansar de repetir que no es momento de tibios y que ya no hay espacio para la inocencia.

En frente tenemos a una banda de facinerosos, totalitarios y criminales, encabezados por una desequilibrada mental blasfema que ya se ha comparado con Dios, y que no deja pasar un día sin cortarnos libertades, convertir a nuestro país en una tiranía bananera y contaminar nuestro futuro.

Si eso no le alcanza a muchos para darse cuenta de dónde estamos, es cosa de ellos. No quiero quejas después.

A la primera generación de Montoneros y a sus socios erpianos y demás pendejos mesiánicos la derrotaron las Fuerzas Armadas sólo para que después una población que las había llamado a gritos ante la incompetencia e indolencia de sus dirigentes les echara en cara todo lo actuado.

Bueno, ya no hay FF.AA. para enfrentar a esta segunda generación (y que nadie se atreva a decirme que no son precisamente eso, menos después de enterarnos todos que existe el "Día del Militante Montonero").

Ahora sólo estamos nosotros. No hay militares para pedirles a moco tendido que hagan el laburo y después putearlos por cómo lo hicieron. Ahora la culpa de lo que pasa, y de lo que dejamos que pase, es toda nuestra. Y también será toda nuestra la responsabilidad de lo que se haga para parar a esta lakra.

Hagamos lo que hagamos, y dejemos de hacer lo que dejemos de hacer, vamos a tener que vivir con eso.

Quien tenga oídos para escuchar, y ojos para ver, que escuche y vea.

Hasta la próxima.

sábado, 1 de septiembre de 2012

Un segundo vistazo


En los meses precedentes a las elecciones anduvo circulando un mail en el que se detallaban quince potenciales medidas que la Forraona Neferturri iba a tomar en caso de ganar. En su momento, muchos (quien esto escribe debe confesar su pertenencia a este segmento) tomamos esto como algo un tanto alarmista, que si bien podía circular en las cabecitas calenturientas de la manga de forros de la banda gobernante, tenía que ser demasiado extremo para ellos.

Ahora, releyendo el mail después de todos estos meses... 

¿Qué les parece si revisamos una a una las medidas enunciadas en el mail y hacemos algunos comentarios?

1. Prohibición absoluta de la compraventa de dólares y otras monedas extranjeras. Ante la alta inflación, se desdoblará el tipo de cambio y se pagará los bonos en dólares a un tipo de cambio oficial propuesto. Se implementarán severas restricciones a la importación.

¿Necesitamos enumerar todas las locuras acometidas en este segmento por el troglodita de Moreno, el pendejo mesiánico de Kicillof, el gestapista fiscal de Echegaray y la forrita sonriente de Marcó del Pont?

¿Realmente hace falta relatar cómo empezamos por un "pedido de antecedentes" de la GESTAFIP antes de comprar dólares para terminar con un sistema cambiario delirante a la cubana?

2. Estatización del comercio de granos (como lo sucedido en ocasión de la tristemente célebre "Junta Nacional de Granos"). Esto redundará en una suba virtual de las retenciones, ya que el precio de los granos será fijado por el Gobierno Nacional.

Si no lo anuncian, al menos lo están pensando... como sigan los sojeros queriendo resguardarse con los silobolsas, les van a caer con esta medida. El pelotudo de Buzzi y los de la Federación Agraria van a festejar y los otros putearán, pero realmente no tienen derecho a quejarse de la empomada después de los mimitos que se hicieron con la Viuda en los meses precedentes a la elección.

3. Establecimiento de una Reforma Financiera que significará una intervención de hecho del sistema bancario.

Carlitos Heller, el banquero comunista (por definición propia), siempre tiene un proyecto de este estilo bajo el brazo, por si no alcanzara con los retos presidenciales en los que exige que aporten a "la producción" y, cuándo no, más escobas caminantes invocadas por el aprendiz de brujo Kicillof.

4. Se procederá a la estatización de Siderar. Se observará un incremento de la injerencia estatal en las empresas privadas. Tal como ya ha hecho el líder bolivariano Hugo Chávez Frías en Venezuela.

No sabría decir de lo de Siderar, pero en la medida en que todos los días le meten el pijazo de "obligación de invertir en proyectos productivos" a algún sector, sumado a la obligación de pedir permiso a algún camporita para subir tarifas, rajar gente o limpiar el baño, podemos decir que estamos bien en esta línea.

5. Aprobación y reglamentación de la Ley Moyano-Recalde, que apunta a la participación de los trabajadores en las ganancias de las empresas. Aumento del impuesto a los bienes personales y de ganancias para los sueldos más elevados.

"Veremos" dijo el ciego, ahora que Moyano es un enemigo del pueblo popular y de la Patria patriótica... pero que la usina de Echegaray vive sacando nuevos "no-impuestos" camuflados de retenciones, tarifas, tasas y demás, lo podemos ver todos los días.

6. Ley de Alquileres: se prohibirán los desalojos por falta de pagos. Ante la falta de abono mensual del alquiler, el propietario deberá someterse a una mediación a través del Ministerio de Trabajo, que designará un árbitro con plenos poderes para obligar a la negociación. Los ajustes locativos serán determinados por decreto. El inquilino tendrá derecho a dos renovaciones automáticas al vencimiento del contrato.

¿Cuántos calientasillas del Congreso andan rondando con proyectos de leyes de alquileres a la espera del dedazo sagrado de la Viuda que le asegure un trámite "Activia" por el Congreso? ¿Qué sorpresas se esconderán en el capítulo de propiedad del Código Civil Zaffaroniano que están defecando Lorenzetti y compañía?

7. Implementación del Plan "Salud Para Todos", que obligará a las obras sociales a prestar asistencia médica a todos los trabajadores, aún cuando estén en negro. Para ello, recibirán de nuevo a todos los empleados en relación de dependencia, a quienes se les prohíbe optar por la medicina prepaga. Como resultado, bajará drásticamente la calidad del servicio, determinando el cierre del 80% de las empresas de medicina prepaga que serán estatizadas, o bien quedarán en manos de los sindicatos.

Hace un tiempo, si mal no recuerdo, obligaron a las prepagas a afiliar incluso a quienes vengan con condiciones preexistentes. Siempre es el primer paso. En la medida en que sigan vaciando cajas, que no sorprenda que les toque a las prepagas también en un futuro más cercano que tardío.

8. Aborto libre y gratuito. Los prestadores médicos tendrán obligación de practicarlos con establecimiento de fuertes multas en caso de negarse.

Se dice que de momento la oposición de la Señora es lo único que mantiene aplastado este tema. Sin embargo, reitero: veamos qué sale del Código Civil Zaffaroniano... seguramente hay mucho que los medios prefieren ignorar para pasar tomas de embarazadas sobándose las panzas.

9. Adoctrinamiento político-ideológico desde la niñez. Se implementarán programas educativos obligatorios que incentivarán el culto a la personalidad. Este proceso ya ha dado comienzo, con la eliminación de marchas e incluso la insignia patria en numerosos centros educativos. En algunos casos puntuales, se acompaña la bandera argentina junto a la de naciones limítrofes.

¿Algo así como las "actividades sociales" de La Cámpora en las escuelas, con el jueguito pedorro del Héroe Colectivo y el dibujo aún más pedorro de El Nestornauta? ¿O la permanente defensa que hace la Viuda por Kadena Nacional de la politización de los chicos? ¿O el agrado que le provoca al ministro Sileoni que los pibes tomen escuelas? ¿O la alegría que siente el chorro Bouloudou por la "militancia" en secundaria y primaria? ¿O el reclamo que hace la vieja inmunda de Herpes de Bonafano para que haya militancia "hasta en el jardín de infantes"? ¿O el proyecto del prófugo Anibaúl Fernández para que voten los pendejos de 16, lo cual es consecuencia natural y esperable de todo lo anterior?

10. Restricciones a los subsidios a las escuelas privadas, en especial religiosas. Intervención en sus planes de estudio imponiendo el criterio anterior.

Un paso lógico y esperable una vez que los camporitas se hayan apoderado de la educación pública.

11. Desmembramiento del Grupo Clarín. Fin del proveedor de servicios de Internet Fibertel y restricciones a toda la grilla de canales de cable del Grupo. Considerar la renovada ola de presiones acontecidas desde el lunes 15 de agosto -luego de las Primarias- en perjuicio de magistrados que se oponen a la "Ley de Medios" oficialista.

Tanta ansiedad de la Bos Stultus y de su séquito por llegar al 7 de diciembre, fecha en que expira la cautelar que logró el Grupo Clarín, no presagia nada bueno. Menos aún la "hipótesis Fontevecchia", según la cual esa fecha va a venir con incursión de la Gendarmería y con ignorancia calculada de los canales de noticias que integran la "Cadena Nacional de la Alegría y la Buena Onda" (K5N, Krónica, Kanal 26 y los otros kanales que no ven ni sus productores).

12. Persecución contra jueces opositores; el resto será disciplinado, conforme las necesidades del Poder Ejecutivo. Plan que también se encuentra en proceso, pero que se verá profundizado con el correr de los meses.

Es un país donde el incombustible Oyohervido sigue siendo juez... está todo dicho.

13. Despenalización definitiva de la tenencia, distribución y consumo de marihuana y otras substancias hasta hoy ilegales. Diversos fallos -en especial aquellos originados en la Corte Suprema de Justicia de la Nación; Juez Eugenio Zaffaroni- confirmarán a la Argentina como narco-friendly (amigable para traficantes de drogas).

Reitero: veamos qué sorpresas nos trae el Código Civil Zaffaroniano. Por otro lado, ya Anibaúl nos ha dado muchas muestras de que no le joroba mucho el tema del narcotráfico. Y ya que estamos, ¿en qué quedó el aporte de los carteles mexicanos y de los traficantes de efedrina a la campaña de la Señora en 2007?

14. La Corte Suprema de Justicia establecerá que la propiedad privada es relativa, sujeta al bienestar general y a las necesidades de la sociedad ("Doctrina" planteada por Horacio Verbitsky). Ola de expropiaciones, sostenida desde el Ejecutivo y funcionarios adscriptos.

A esta altura el Código Civil Zaffaroniano tiene pinta de una cajita de nauseabundas sorpresas. En este caso particular, el paso en falso de Rossi y Alak para obligar a los countries a permitir el libre tránsito y el proyecto de facilitación de expropiaciones que da vueltas por el despacho de De Vido son señales de alarma bastante importantes.

15. Reforma de la Carta Magna, a criterio de permitir la reelección indefinida de figuras que comulgan con el actual régimen.

Si todavía quedan chichipíos (sobre todo en el FAP, donde abundan los corazoncitos sensibles que les encanta demostrar su oposición votando a favor) que creen que la movida konstitucionalista tiene otro fin que no sea perpetuar a la Loka en el cargo, bueno, lo más delicado que le puedo decir es: wake up and smell the fucking coffee. No tenemos enfrente a una Primera Ministra escandinava: tenemos a la hija bastarda de Imelda Marcos, Elena Ceausescu y Papa Doc.

No nos engañemos. Se vienen tiempos pesados en la Argentina. Muy pesados. El aire huele raro.

Vale la pena reiterar esto una y otra vez, hasta que les quede claro a todos: el tiempo para la inocencia ya se acabó.

Hoy en día, con las cosas que están pasando y con los ruidos que se están escuchando, nadie tiene derecho a continuar alegando su propia candidez.

Hoy en día, alegar inocencia es encubrir el colaboracionismo.

Y para los tiempos que corren, y para los que se vienen, es necesario que algún partido de la oposición (idealmente todos, pero con cómo están las cosas me conformo con uno) haga suyo el siguiente listado:

1) Una visión expresa y declarada de la Argentina que quiere alcanzar. No vamos a llegar a ningún lado con pseudo-opositores que coinciden en absolutamente todo con el régimen excepto con que sea el régimen el que gobierna. No necesitamos kirchneristas bajas calorías o de marca genérica. Tampoco nos alcanza con gente que sólo nos diga que está todo mal y que a lo sumo nos prometa ilusiones baratas de campaña: necesitamos un partido de oposición que se anime a decir en voz alta, poniendo la cara para el cachetazo si hace falta, qué clase de país quiere y cómo piensa lograrlo.

2) Ningún compromiso con el régimen. En serio, cada vez que un "opositor" sale a aclarar que la medida del oficialismo es buena "en principio" o que coincide o que "hay que estudiarla", tengo ganas de fajarlo con un garrote con clavos oxidados. No importa lo "buena" que pueda ser la última ocurrencia de la Loka: el hecho de que sea ella (o sus akólitos) quien la proponga debería ser argumento necesario y suficiente para rechazarlo de plano, porque si algo demostraron los casi cinco años que lleva desgraciando al país, es que nada de lo que hace tiene otra intención que no sea aumentar su poder personal, su fortuna personal y satisfacer sus kaprichos aunque el país arda en el proceso. Y tener una manga de pelotudos a los que sólo se les ocurre jugar a los moderados y que parecen más ansiosos de encontrarle cosas "buenas" al régimen que de oponérsele en serio, no es más que tener el lubricante a mano para la empomada anal. 

Y para terminar, dejo acá las preguntas que les deberíamos hacer: Cristina, ¿cómo fue que llegamos a la tragedia de Once? Y ya que estamos, ¿dónde está la plata de Santa Cruz? Boudou, ¿de quién es Ciccone Calcográfica? Pino Solanas, ¿por qué decidió encubrir a Cristina y a Boudou votando a favor de la expropiación de Ciccone? Binner, ¿cómo se puede votar todo lo que quiere el Gobierno y a la vez proclamarse "opositor"? Aníbal, ¿cómo hizo para respirar en el baúl cuando estuvo PRÓFUGO?

Hasta la próxima
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