sábado, 25 de mayo de 2013

Nada que festejar hoy

No sé si desearles un feliz 25 de mayo, teniendo en cuenta que cuando (Dios mediante) terminemos por dejar atrás toda esta insanía, esta fecha va a tener un costado infame por ser precisamente aquello que hoy se trata de exaltar a costa de la Revolución de Mayo: el inicio del régimen más corrupto y corruptor de la historia argentina.

Mis emociones respecto del 25 de mayo son encontradas. Por un lado, me niego a entregarles a estos hijos de puta este día que elegimos como símbolo de nuestra voluntad de ser una nación libre (aunque la independencia formal tuviera que esperar seis años, dos meses y catorce días más) sólo porque se les cantó usurparlo, al igual que otras tantas cosas que usurparon, para sus mezquinos fines políticos, pecuniarios y megalomaníacos.

La fecha patria del 25 de mayo existió desde mucho antes que viniera esta manga de hijos de puta a chorearse todo lo que no estuviera clavado al suelo o a la pared, y va a seguir existiendo por mucho tiempo después de que Él y Ella ocupen el lugar de infamia absoluta en la historia y en la memoria nacional que se supieron ganar a pulso.

Los eventos de 1810, la destitución del virrey Cisneros, la jura de la Primera Junta de Gobierno y el principio del fin del régimen colonial español van a seguir siendo por mucho tiempo más aquel punto histórico que, para bien o para mal, llevaría a crear una nueva nación en lo que hasta entonces había sido el rincón más desolado y dejado de la mano de Dios de todo el Imperio Español.

Y sin embargo...

En un día como hoy no puedo dejar de pensar en ese otro 25 de mayo, hace diez años, cuando volvía de embolarme con "Matrix Recargado" para prender la tele y poner la jura de ese bizco gangoso que prácticamente se había colado a la Rosada por la ventana del baño, mientras ordenaba una pila de apuntes (que me habían costado la friolera de sesenta pesos) comprados para un parcial bien fiero que se venía.

Como tantos otros, demasiados, era poco lo que sabía de Kirchner en ese momento. Lo tenía como un enigma, aunque ya había empezado a dar algunas señales bastante incómodas para mi gusto, empezando por la total ausencia de un capítulo dedicado a la defensa nacional en su plataforma de campaña (qué inocente que era, pensar que ahora ni siquiera se toman el laburo de mentirnos con una plataforma de campaña antes de una elección), su creciente insistencia en mechar al Proceso en cada entrevista que daba... y en el mismísimo discurso en el Congreso, su insistencia en "FF.AA. comprometidash con el futuro, y no con el pashado".

Claro que esas eran boludeces que sólo le interesaban a un loco de la guerra como yo, mientras que el país entero sólo quería sacudirse de encima el mal trago de 2001, la anarquía aliancista, los tropiezos de Duhalde y lo cerca que había estado Menem de volver a la presidencia. Tanto que muchos que deberían haber estado más atentos estuvieron dispuestos a darle un voto de confianza a ese santacruceño grandote y torpe, con pinta de boludo y modales aparentemente campechanos y desenfadados.

Así fue que el Extinto tuvo el tiempo necesario para organizar el saqueo y lanzar el copamiento de las Instituciones, a tal punto que para cuando muchos se dieron cuenta, ya era demasiado tarde y su viuda podía empezar a realidad su tristemente célebre "vamos por todo".

Todavía pagamos el precio. Y va a faltar mucho para que terminemos de saldar esa deuda.

Mejor me guardo los deseos.

sábado, 18 de mayo de 2013

Qué pena me dan los camporitas


A veces me pregunto si alguno de los militontos que se pone la camiseta de La Cámpora, va a hacerle pogo a la Señora en el Salón de las Mujeres Argentinas o se proclama orgullosamente como "un soldado del Pingüino" no siente aunque más no sea un cachito de bronca al enterarse de cómo la fueron juntando en pala aquellos orgullosos exponentes de la pingüinera o de la naciente "burgueshía nashional" que quería el Virolo en su momento. 
Qué se yo, si fuese un camporita (lo que hubiese requerido previamente de una lobotomía con remoción de dicho lóbulo y su reemplazo por copiosas cantidades de estopa y un cassette viejo de Víctor Heredia) me irritaría bastante tener que poner en suspenso mi vida para ir a levantarle el ánimo maníaco-depresivo a la Vaca Estúpida haciendo número en algún acto después de enterarme que hasta el jardinero del Tomuer rascó tanta guita que pasó a convertirse en un empresario hotelero.
Digo, tantos muertos que ir a defender, tantas órdenes irracionales a las que ponerles la cara, el cuerpo y la ejecución, tantas contradicciones a las que borrar alternativamente de la cabeza y de la palabra aplicando el doblepensar de George Orwell ("la facultad de sostener dos opiniones contradictorias simultáneamente, dos creencias contrarias albergadas a la vez en la mente"), tantos porcentajes del sueldo donados compulsivamente a la causa, tantas entradas compradas para hacer que la película de Néstor remontase un poco en la taquilla, y ahora resulta que el camino al éxito pasaba por ser el chofer, el vocero, el jardinero o el secretario privado de Él o de Ella, sin hacer una mierda de "militancia".
Y hasta me daría más bronca ver a quien trato poco menos que como un semidiós bajado a la Tierra en un traje de "Nestornauta" choreado a Oesterheld abrazando una caja de seguridad en un arrebato de "¡éxtasis!", como si fuese una especie de Rico McPato tercermundista.
Si fuese camporita me resultaría muy difícil asimilar esas imágenes, porque no condicen mucho con la imagen de "militante" y de "montonero honorario" que se hizo ladrar en vida el Virolo con la ayuda de un montón de idiotas útiles (algunos, porque hubo demasiados que de idiotas no tenían nada) a los que tuvo contentos con guita, cargos y presos; más bien ayudan a recordar que el Pingüino De Las Tierras Frías Que No Vino A Dejar Sus Convicciones En La Puerta De La Casa Rosada peló la pala y empezó a juntar platita ejecutando hipotecas que la Circular 1050 de Martínez de Hoz había tornado impagables, dejando a familias enteras sin hogar.
De no ser porque estiró la pata dos años y medio antes, el Virolo sería hoy uno de los pocos que lamentarían el deceso de Jorge Rafael Videla, ya que sin las decisiones de este último el primero jamás habría podido poner los cimientos de su fortuna. Ironías de la vida.
En suma, me reventaría mucho todo lo que hago en pos de una revolución que lo único que hizo fue dejar a los choreos de Menem (ese que ahora mismo necesitan para tener mayoría en el Senado) y sus cómplices como la obra de pungas aficionados.
Pero quizás exagero con la caracterización. Después de todo, aún no hay pruebas concluyentes de que la conciencia de los camporitas se vea turbada por estos acontecimientos, por lo menos no mientras sigan lloviéndoles cargos públicos que ocupar con sueldos de puta madre cuando ni siquiera son capaces, al decir de cierto político, "de atender un kiosco y calcular el cambio de un Beldent".
Al respecto de ese último párrafo, un desafío bastante fiero del pospingüinismo va a ser enseñarles a esas hordas de militontos que no tienen derecho natural a cobrar sueldos de al menos cinco dígitos así como así, y que al igual que el resto de los mortales, van a tener que laburar para ganarse el pan que hasta entonces les regalara Ella.
Va a ser como tener legiones enteras de chicos sacados de una secta y bien necesitados de desprogramación.

sábado, 11 de mayo de 2013

La invitación del Quinteto


El Kichi, uno de los Cinco Grandes del Buen Humor que pasan por ser el equipo económico de la Vaca Estúpida, salió a decir algo del estilo de que lo que nos están diciendo es que invirtamos nuestros ahorros en el circuito productivo.
Primero y principal, pocas cosas me alegran más que escuchar a un marxista kirchnerista diciéndome lo que tengo que hacer o dejar de hacer con mis ahorros. Lo disfruto casi tanto como escuchar a montoneros, señores feudales y pichones de totalitarios dándome clases de tolerancia y democracia.
Voy a ponerlo en términos que hasta un kirchnerista podría llegar a entender: nadie pone guita en donde sabe que de seguro la va a perder tarde o temprano. Y jugarse en el llamado "circuito productivo" en donde los únicos que ganan son los políticos y los que les soban las medias o les hacen de testaferros mientras que el resto son sólo futuros sujetos de saqueo o culeo institucional no es algo que a muchos le resulte una alternativa ganadora.
Los criterios pelotudos del tipo de "ya ganaron demasiado" y "hay que aceptar rentabilidades negativas" sólo tienen sentido en la mente de salames pedantes como Kicillof, un tipo que se cree capaz de dirigir una economía nacional con una planilla de Excel cuando sólo tuvo un negocio propio en su puta vida (un bar, si mal no recuerdo) y encima lo hizo quebrar.
Por cierto, al comentario de "ya ganaron demasiado" se le responde con un "¿y a vos qué te importa, forro?", mientras que al de "hay que aceptar rentabilidades negativas" se le debe devolver un "andá vos a invertir, producir y pagar sueldos laburando a pérdida, imbécil", salpimentado con un buen "total vos estás colgado de la teta de Papá Estado y si te falta guita, sólo prendés la maquinita de hacer plata o le subís los impuestos a los pelotudos que garpan la fiesta".
Pero volviendo al tema principal y para beneficio de la inocentona audiencia que cree que si sube el dólar es porque hay una conspiración de la CIA y de la sinarquía internacional contra la Patria Patriótica y el Pueblo Popular, si el dólar sube es porque la gente (desde los empresarios hasta el salame que puede conseguir un puñado) quiere resguardarse ante dos cosas: primero, ante la inflación desaforada que acaba con cualquier plan a largo plazo porque no se sabe cuánto más va a tener que pagar más adelante por lo que necesita, y segundo, ante la absoluta imposibilidad de saber qué carajo se le va a ocurrir a esta banda de cretinos para cubrir los efectos de sus cagadas anteriores.
La pequeña locura de ver cómo un gobierno que estranguló la disponibilidad de dólares y que cazó a pequeños ahorristas y "abuelitos amarretes" pasó a darle la bienvenida a las fortunas en negro en una operación de blanqueo en la que incluso se le pagan intereses a los blanqueadores es sólo una muestra de lo impredecible del régimen. Otra muy clara y evidente fue la estatización de las AFJP en 2008 poco más de un año después del llamado a pasarse "voluntariamente" del sistema privado de jubilaciones al público de reparto ("oportunidad" que casi nadie "aprovechó" en su momento, valga aclarar). 
Los efectos de convertir a la Justicia en un virtual apéndice del Ejecutivo y de castrar el régimen de salvaguardias legales contra abusos del Estado están aún por verse, pero pronto calificarán como otra de las impredecibles locuras seriales, súbitas y suicidas del régimen. Y nadie nos garantiza que esta invitación "voluntaria" a blanquear e invertir en el "circuito productivo" no sea seguida en poco tiempo más, cuando quede claro que los únicos que la aprovecharon fueron los narcos, los contratistas y los testaferros que el Gobierno tiene de amigos, por una confiscación lisa y llana. Así es la desconfianza que inspira el régimen de la Vaca Estúpida.
Respecto al otro factor, lo que tipos como el Quinteto de la Muerte de Lorenzino, Kicillof, Moreno, Echegaray y Marcó del Pont no entienden o no quieren entender es algo sencillo: la Argentina no tiene derecho a tener moneda propia porque después de pasar por cinco denominaciones (peso moneda nacional, peso ley, peso argentino, austral y nuevo peso argentino, para los que no lo recuerden) en cincuenta años, sus propios ciudadanos no confían ni en esa moneda ni en la autoridad que la emite, y no le asignan ni siquiera el valor nominal que dice tener. A lo sumo la aceptan como instrumento de cambio para las operaciones cotidianas, con lo que el papel pintado que tenemos cumple una de las funciones de una moneda nacional, pero sólo un suicida la usa como depósito de valor.
Y la culpa la ha tenido de manera sistémica y constante ese mismo fenómeno que lleva a Moreno a amenazar empresarios y a Lorenzino a querer huírle a las periodistas griegas como si portaran la peste bubónica: la inflación.
En un país como la Argentina tenemos demasiada experiencia con inflaciones de todo tipo como para hacernos los nabos sobre qué provoca estos fenómenos: la combinación letal de una impresión descontrolada de moneda para solventar el gasto público desaforado, aumentos de sueldo muy por encima de los niveles de productividad para tener contentos a los sindicalistas (al menos hasta que ni siquiera esos aumentos alcancen para compensar la suba en los precios), y políticas de "incentivo al consumo" que mantienen artificialmente bajos los precios, impidiendo que las empresas puedan aumentar la productividad o pagar los aumentos de sueldo que el gobierno manda con tanta liberalidad.
El kirchnercristinismo ha sido un culpable doloso, consciente y constante de esos tres generadores de inflación: la emisión descontrolada, los aumentos absurdos de salarios y los controles de precios. Los resultados los pagamos todos los días.
Ni qué hablar de la confianza que puede inspirar un "modelo" que en diez años se las arregló para que la Argentina pasara del autoabastecimiento petrolero a la extinción de reservas y a la importación de petróleo y gas natural a países "amigos" que cobran precios usureros, de tener una ganadería señera y emblemática a exportar menos carne vacuna que Uruguay o Paraguay y de tener una agricultura diversificada, rica, pujante y competitiva a nivel mundial a ser un país de monocultivo que todos los días le reza a China para que siga comprando la santa soja. 
La única respuesta válida a una exhortación a invertir en el "circuito productivo" hecha por una banda de exterminadores seriales de riqueza (de cierta riqueza, tendría que aclarar, porque sí que cultivaron e hicieron crecer otro tipo de riquezas) debería ser un sopapo y una exhortación igual de vehemente a que se vayan a cagar.
Y lo que haga o deje de hacer con mis ahorros es asunto mío, no de un cuarentón pendeviejo patilludo que levanta deditos, proclama el marxismo mientras tiene una estancia en Colonia y es tan cagón que se escuda en su propio hijo cuando lo escrachan.

sábado, 4 de mayo de 2013

Propuestas para el día después


Ya sé que resulta utópico hablar de estas cosas cuando el país está hundido en el fango, la mediocridad y la barbarie, pero como quiero creer que la salida de estos hijos de perra es una inevitabilidad histórica y tarde o temprano nos libraremos de ellos, más vale que vayamos pensando un poco sobre cómo sacar a la Argentina de la merda y cómo evitar que volvamos a pasar por algo como esto.
En este caso, me gustaría hablar un poco sobre algunas propuestas de orden institucional, que aunque no creo que sean panaceas y barreras invencibles, sí podrían ayudar un poco a revertir el desastre y construir algo parecido a un orden institucional y republicano con división de poderes.

PODER LEGISLATIVO
  1. El Congreso pasa a ser un Parlamento Federal para reflejar su mayor grado de influencia institucional en el Poder Ejecutivo.
  2. La Cámara de Diputados se compondrá por miembros elegidos por el voto directo de la ciudadanía, distribuidos entre las provincias y la Ciudad de Buenos Aires de manera proporcional a su población, con un mínimo absoluto de tres diputados por provincia o ciudad autónoma.
  3. Cada provincia o ciudad autónoma será dividida en una cantidad de distritos electorales equivalente a las dos terceras partes de la cantidad de diputados que envíe al Parlamento. Los distritos serán lo más iguales que sea posible en cantidad de electores, y sus fronteras respetarán la división administrativa interna de la provincia o ciudad autónoma, pudiendo estar compuestos por uno o varios partidos, departamentos o comunas, según corresponda. Cada distrito enviará un diputado a la Cámara, correspondiéndole la banca al candidato que haya sacado al menos 40% de los sufragios o que, habiendo sacado una cantidad no inferior a 30%, tenga al menos diez puntos porcentuales de ventaja sobre el segundo; en caso de no cumplirse estos requerimientos, se procederá a una segunda vuelta entre los dos candidatos más votados.
  4. El tercio restante de los diputados de una provincia o ciudad autónoma serán asignados de la siguiente manera: todos los sufragios válidamente emitidos se distribuirán entre los partidos siguiendo el sistema D'Hondt para dar con la cantidad total teórica de bancas que le corresponde a cada partido. Del total de cada partido se sustraerán las bancas conseguidas por el mismo en los distritos electorales; las bancas restantes (o todas ellas en el caso de un partido que haya sacado una cantidad de votos que lo habilite a entrar en el reparto pero sin que hubiera ganado en alguna circunscripción) les corresponderán a los candidatos de distrito que más votos hubieran obtenido sin haber sido electos.
  5. El Senado se elegirá de manera concurrente con las elecciones de cada provincia o ciudad autónoma, y la duración de sus mandatos estará atada a la de las instituciones que representan. Cada provincia o ciudad autónoma tendrá tres senadores: uno elegido en la misma fórmula y boleta que el gobernador y vicegobernador, uno por el partido con más bancas en la legislatura local y uno por el que le siga en número de escaños.
  6. El Senado será una cámara exclusivamente revisora, salvo en proyectos de coparticipación o de modificación en cualquier sentido de las facultades provinciales y del gobierno federal.
  7. El Senado tendrá derecho de prestar acuerdo ante cualquier nombramiento del Poder Ejecutivo; la Cámara de Diputados tendrá derecho de presentar mociones de censura contra los miembros del gabinete.
  8. A partir de la sanción de una ley correrá un plazo a determinar, en el que cualquier modificación, derogación o reemplazo de la misma exigirá una cantidad de votos numéricamente superior a la conseguida en ambas Cámaras para su aprobación.
  9. Ninguna ley que establezca o modifique un impuesto, tasa o tributo tendrá una vigencia superior a los doce años (dos mandatos presidenciales o cuatro períodos de la Cámara de Diputados); pasados los doce años, la vigencia de los impuestos requerirá de una renovación expresa cada tres años, sin la cual se considerará automáticamente derogado el impuesto en cuestión y extinta la obligación de tributarlo.
  10. Posibilidad de revocación por referéndum de los mandatos de los diputados y senadores.
  11. Posibilidad de iniciativa legislativa de los ciudadanos, ya sea mediante petitorio suscrito por un porcentaje del padrón electoral nacional a determinar (en cuyo caso será directamente tratado en el recinto) o mediante propuesta aprobada en un referéndum por la mayoría de los electores de un distrito de la Cámara de Diputados (en cuyo caso será presentado por el diputado correspondiente y seguirá el proceso legislativo normal a partir de entonces).

PODER EJECUTIVO
  1. Mandato presidencial de seis años con posibilidad de una única reelección por un período especial de tres años más. De esta manera, se le quita valor al premio (la reelección) y se lo convierte únicamente en un tiempo suplementario. Por fuera del período de seis años y del suplementario de tres, nadie podrá volver a ser elegido Presidente.
  2. Retorno al sistema indirecto de elección presidencial, con un Colegio Electoral constituido por la suma total del doble de la cantidad de diputados y senadores que cada provincia y la Ciudad de Buenos Aires envían al Parlamento. Los votos electorales de cada provincia se asignan de manera proporcional a la cantidad de sufragios obtenida por cada candidato en la misma.
  3. Todos los nombramientos de ministros, secretarios de Estado, directores generales, titulares de agencias y organismos, presidentes y gerentes de empresas estatales, y de representantes del Estado en directorios y empresas, requerirán acuerdo de la mayoría absoluta del total de miembros del Senado.
  4. El Primer Ministro requerirá del consentimiento de una mayoría absoluta del total de miembros de la Cámara de Diputados, y tanto él como cualquier ministro o secretario de Estado del Gabinete podrán ser removidos de sus cargos por un voto de censura aprobado por idéntica mayoría.
  5. Los decretos de necesidad y urgencia requerirán de la firma concurrente del Presidente, del Primer Ministro y de la totalidad del gabinete, y su vigencia no excederá los treinta días sin una aprobación expresa de ambas cámaras por el voto de la mayoría absoluta del total de sus miembros.
  6. Eliminación de la facultad de veto parcial de las leyes; el veto presidencial se aplicará a la totalidad del proyecto aprobado por ambas Cámaras del Parlamento.
PODER JUDICIAL
  1. Corte Suprema de quince miembros ("Ministros de la Corte") con mandato mientras dure su buena conducta; se dividirá en cinco Salas, cada una con un fuero determinado (Criminal, Civil, Comercial, Contencioso Administrativo, y Trabajo y Seguridad Social) y compuesta por un Presidente y cuatro Ministros a determinar por la propia Corte de entre sus miembros (los Presidentes sólo integran la Sala que presiden, el resto de los Ministros puede ser miembro de hasta dos Salas de manera simultánea). El Presidente de la Corte Suprema es elegido de entre los Presidentes de sus Salas y ejerce la presidencia general del Poder Judicial.
  2. La Corte Suprema fallará a través de sus respectivas Salas sobre las causas que reciba por apelación; en las causas en donde tenga jurisdicción originaria o en donde se apele un pedido de inconstitucionalidad, participarán todos los Ministros de la Corte.
  3. La Corte Suprema ejerce el gobierno general del Poder Judicial, incluyendo el nombramiento de funcionarios judiciales y la administración de su presupuesto.
  4. Sólo se podrá reemplazar un máximo de tres vacantes de la Corte Suprema durante un mandato presidencial de seis años; cualquier vacante posterior será cubierta por la propia Corte mediante la designación provisoria de conjueces de entre los miembros de las Cámaras de Apelación o de los Juzgados Federales hasta tanto se la pueda cubrir de manera definitiva.
  5. Consejo de la Magistratura con composición fija: Presidente de la Corte Suprema y otros dos ministros de la Corte provenientes de cualquiera de sus Salas, tres jueces de los tribunales federales, tres académicos del derecho, tres abogados de la matrícula federal, dos senadores del bloque mayoritario y uno de la primera minoría, dos diputados del bloque mayoritario y uno de la primera minoría, y un representante especial nombrado por el Presidente de la República.
AUTORIDADES ELECTORALES
  1. Comisión Electoral Federal independiente del Poder Ejecutivo, compuesta por nueve miembros con mandatos de nueve años. Cada tres años y después de una elección legislativa, cada uno de los tres bloques con más bancas (considerándose las coaliciones de gobierno y las alianzas políticas como un único bloque a tal efecto) de la Cámara de Diputados nominará a un consejero electoral.
  2. La Comisión Electoral Federal habilitará la participación de todo partido y candidato que cumpla con las condiciones establecidas por la Constitución y la ley, asesorará al Parlamento sobre legislación electoral y de partidos políticos, colaborará en proyectos tendientes a mejorar la calidad de las elecciones, organizará las elecciones federales y supervisará su legalidad y normal desarrollo, recibirá e investigará denuncias de fraude o irregularidades de financiamiento, efectuará el recuento de los votos, elevará denuncias al Tribunal Federal Electoral, exigirá y recibirá información detallada de cada partido sobre sus cuentas y aportes de campaña, y publicará dicha información, confeccionará los proyectos de modificación de los distritos electorales luego de recabados los resultados de los Censos nacionales, y elevará los proyectos al Senado para su tratamiento legislativo, e impondrá multas y sanciones a los partidos que violen la legislación electoral y el régimen de partidos políticos.
¿Qué les parece?

Hasta la próxima.

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