domingo, 31 de diciembre de 2006

Occidente perdió otra oportunidad…

El asesinato de S. Hussein es un error más de occidente frente a la guerra contra el terrorismo. De hecho, las mismas imágenes de S. Hussein yendo a la horca no sólo chocan al hombre occidental del siglo XXI sino que además demuestran la bajeza moral con la que se está combatiendo esta guerra que parece no tener una salida para ninguna de las partes.
Considero que condenar a Hussein a la horca a través de un juicio de imparcialidad dudosa y bajo los linimientos de Estados Unidos, lejos de ponerle fin a una era de violación de derechos humanos, muertes y guerras fratricidas en la región, no fue un movimiento ni inteligente ni acertado.
Querría destacar principalmente tres aspectos por los que considero que esto fue un error, referidos a consideraciones meramente pragmáticas, dejando de lado demás consideraciones morales.
Creo que fue un error de “imagen”. La forma en la que se condenó a morir al ex dictador iraquí es digna de siglos pasados. Occidente, que tanto acusa a oriente y a los extremistas musulmanes de vivir en tiempos medievales condenando a sus mujeres “infieles” a morir dilapidadas, al avalar esta condena, no se diferencia en este sentido de sus enemigos. No sólo se condenó a Saddam a morir en la horca, sino que esto fue televisado y millones de personas pudieron verlo en directo y a través de las miles de repeticiones. USA quedó en la mente de todo el mundo directamente ligada a una condena medieval que no se condice con la imagen progresista y moderna a la que nos tienen acostumbrados y, sobretodo, que nos identifica con ellos en esta contienda a los demás occidentales.
Por otro lado, la cuestión me parece un error estratégico en términos de alianzas. Un país para entrar a la Unión Europea debe, entre otras cosas, abolir la pena de muerte. Esto le cuesta mucho a países como Turquía por ejemplo. El aval de la condena a S. Hussein dividió más a las posiciones de la UE y de USA frente a la guerra en Irak, en un momento más que complicado para los Estados Unidos que están preocupados en cómo salir de la maraña en la que se metieron y que ya les costó más de 3000 muertos, muchos dolores de cabeza y muchos otros aliados perdidos.
Por último considero que este es un error estratégico de fondo. Un estado fallido es un estado débil en diversos sentidos susceptible de albergar en su seno criminales de diversas calañas que pueden ser una afrenta mundial. Irak es un estado fallido que USA intenta recomponer con parches y manotazos de ahogado. Realmente considero que avalar la condena de un ex líder iraquí es más de lo mismo para los iraquíes. En lugar de enseñarles una nueva forma de lidiar con sus ex líderes condenados y con los errores del pasado, se les muestra que la solución es la misma que viene practicando desde hace años (de hecho la mayoría de los líderes iraquíes de los últimos tiempos han sufrido muertes similares una vez caídos en desgracia, basta recordar por ejemplo el caso de Nuri Said, ex primer ministro que fue asesinado y dejado en la calle para que los autos lo pisasen como a un perro en la ruta).
En suma, más allá de las condenas morales que se merece una condena a muerte de cualquier persona, creo que este hecho constituye un error garrafal en la estrategia de fondo, de alianzas y de imagen de los aliados frente a la insurgencia iraquí y el combate contra el terrorismo.

El año que termina, de Bernard-Henry Lévy en el Corriere della Sera (o del regreso a la Bestia Política de Lilith)

En el último día del año, me pareció interesante compartir con los lectores bestiales extractos de este artículo publicado en el famoso diario italiano y conocer sus opiniones.

“Fue el año en que USA entendió que su amado presidente es un incompetente y un mentiroso. (…) Fue el año de las mujeres notables (Angela Merkel, Ségolene Royal, Michéle Bachelet, Ellen Jonson Sirleaf en Liberia). (…) Fue el año en que en Cuba comenzó a apagarse el más viejo dinosaurio del comunismo mientras no muy lejos de allí, en Venezuela, se construía su perfecto clon (…). Fue el año en el que se constató que 32 muertos en Beit Hanoun (la ciudad de Gaza marco de los combates entre israelíes y palestinos) se resaltaron 100 veces más y por lo tanto tuvieron más importancia que los 250 mil muertos en Darfur. Fue el año en que la humanidad quedó como siempre de brazos cruzados frente a un genocidio anunciado y en acto. (…) Fue el año en que la lucha de clases definitivamente cedió el puesto frente a la lucha de la memoria. (…) Fue el año en el que las reservas de divisas de China llegaron a l000 billones de dólares (amenazando con hacer explotar el sistema financiero internacional). (…) Fue el año en que se confirmó que la verdadera desinformación no es más la falta o la poca información ni siquiera la censura, pero, por el contrario la desinformación está en la inundación, en el flujo ininterrumpido de noticias, de comentarios (…) de los blogs. Fue el año del blog y punto. Es decir de un planeta que se mira el ombligo. (…)
Fue el año en donde se vio claro que el Final de la Historia, como la Revolución, no será una cena de gala.”

Dándole duro al Gerez

En la Argentina en serio, el ratón Pérez te trae plata si se te cae un diente, los Reyes Magos entran con camellos y todo a tu casa para dejarte regalos, a la escuela la inventó Sarmiento y la palabra de Néstor Kirchner salva, sana y santifica.

Se requiere un grado de ingenuidad rayano en la estupidez para pensar que los gritos de Néstor por cadena nacional hicieron temblar a los secuestradores para que largaran al testigo ultra-kakista Luis Gerez de donde sea que estuviera. Sin embargo, ése es el cuento de hadas que nos tratan de vender desde el Gobierno Nacional y desde la Provincia. Continuación del mito argentino que afirma que Néstor es capaz de alterar la realidad pegando cuatro gritos y variación de la leyenda soviética que atribuía a Stalin todo lo bueno que pasaba en la sociedad. Con el agravante de que se acusa alegremente a un miembro de la oposición de organizar un secuestro capaz de evadir toda investigación durante tres días.

Incluso el ministro de Inseguridad de la provincia, León Arslanián, afirmó que el discurso de Kirchner había sido "providencial" para liberar al testigo. Pequeño acto fallido que demuestra que la provincia de Buenos Aires necesita de la Divina Providencia para su seguridad, ya que Arslanián ha probado ser un verdadero inútil en su tarea.

Lo mejor que le puede pasar a un secuestrado en la Argentina es pertenecer a alguna organización militante pro-Pingüinista, ya que los secuestros extorsivos (tan parecidos a aquellos que hacían los "jóvenes militantes" tan admirados por el Pingüinato) que todos los días sufren los ciudadanos comunes no alcanzan para moverle el amperímetro al Gobierno, ya sea para ofrecer recompensas de 400.000 pesos o para reclamar la aparición por cadena nacional.

Les deseo un feliz y próspero 2007 para todos. ¡Feliz Año Nuevo!

sábado, 30 de diciembre de 2006

El valor de la ciudadanía

El voto es universal, secreto y obligatorio, nos dicen nuestras leyes. Sin embargo, todos sabemos que en las elecciones se abstiene de votar una importante cantidad de personas autorizadas para hacerlo. Las razones que motivan la abstención son variadas: rechazo de todos los candidatos, falta de convencimiento en la efectividad del voto, inconveniencias de tiempo y lugar, etcétera.

Mi opinión es que la sociedad no tiene una clara concepción del valor de la ciudadanía. La posibilidad de emitir el voto y elegir a las autoridades representa una de las mayores responsabilidades que se le puede conferir a una persona en la sociedad actual; sin embargo, parece que no existe una cabal comprensión de lo que esa responsabilidad implica.

En parte puede deberse a que el único requisito que nuestra sociedad impone para otorgar la ciudadanía es haber llegado vivo a los dieciocho años de edad. La ciudadanía es así, para algunos, algo que le es impuesto desde arriba; una carga que lo obliga más o menos cada dos años a perder parte de un domingo metiendo papelitos en una caja. Una manera de recuperar la concepción del voto como algo valioso es limitando su disponibilidad, es decir, convirtiéndolo en un bien escaso.

El mundo actual hace inconcebible el pensar un sistema en el que la ciudadanía no sea simplemente otorgada al alcanzar una edad determinada. Pero esos sistemas han existido en el pasado. En la República Romana, por ejemplo, podía concederse la ciudadanía a aquellos que hubieran completado un período de servicio de 25 años (!) como auxiliares del Ejército. Otros sistemas a lo largo de la Historia experimentaron con el voto censitario, es decir, basado en la propiedad. En el campo de la ciencia ficción, el escritor norteamericano Robert A. Heinlein, en su novela Starship Troopers (1959), postula una sociedad en la que la "ciudadanía", es decir la facultad de elegir y ser elegido para cargos públicos, debe ser ganada mediante la prestación de algún servicio a la sociedad, demostrando así la voluntad de anteponer el bienestar común por sobre el interés personal. Existe una película de 1997 basada en la novela. Si quieren ver explosiones y tiros, véanla; para comentario político (pero poca acción), es preferible el libro.

Creo que vale la pena pensar a la ciudadanía como algo a ser ganado mediante el esfuerzo, no simplemente recibido. Implicaría considerar a la ciudadanía como el resultado final del interés de una persona por el bien común de su sociedad, en la cual la facultad de emitir el voto y de postularse como candidato a los puestos de gobierno sea otorgada a aquellos que a lo largo de un período determinado tuvieron la voluntad de trabajar por el bienestar de esa sociedad. Aunque más no sea por entender que la responsabilidad de tomar parte en la formación de las autoridades es algo demasiado importante como para regalarse sin más.

Podemos concebir entonces un sistema político en el cual la ciudadanía, entendida como la facultad de votar y ser votado para los cargos públicos, esté limitada a aquellos que hayan cumplido un plazo de servicio a la sociedad política, sea en actividades de interés público como la educación, la salud, la defensa, el empleo público u otras actividades de asistencia social.

Con un sistema así, podríamos asegurarnos que quienes están facultados para votar sean bien conscientes del valor del voto, aunque más no sea porque hicieron un esfuerzo y sacrificio importante para poder alcanzar esa facultad. Ante aquellos que afirman que un sistema así es antidemocrático porque limita la facultad del voto, puede responderse que la limitación es estrictamente una cuestión de voluntad: el que quiera votar, podrá hacerlo una vez que cumpla con un servicio.

Por supuesto, esto chocaría con un concepto que se halla en la base de los sistemas republicanos de gobierno: "no taxation without representation". Es decir, que el Estado no puede imponer cargas a la sociedad sin concederle una adecuada representación en sus órganos legislativos. Limitar la ciudadanía y crear un sistema político en el cual puedan establecerse impuestos sobre sectores no representados sería así injusto.

Una solución a este problema sería establecer un "segundo camino" para la obtención del voto, basado en el pago regular, sin evasión alguna, de los impuestos normales que le corresponden por su situación social, laboral y económica, durante un período determinado posterior a la solicitud de ciudadanía, siempre y cuando el total pagado de impuestos exceda el total de los servicios que el solicitante reciba del Estado (es decir, que contribuya más de lo que recibe). Este período debería ser considerablemente mayor al plazo de servicio (como mínimo, el doble de largo o, si se quiere establecer un plazo fijo, cinco años), y representaría el tiempo necesario para que una persona pueda establecerse por sus propios medios. No se trata de pagar impuestos especiales, sino los impuestos que le corresponden.

Tendríamos así un sistema en el cual la ciudadanía puede obtenerse de dos maneras: mediante el esfuerzo (medido en servicio a la sociedad) o mediante la contribución debida (medida en impuestos abonados). Quien quiera obtener el voto pero no esté dispuesto a hacer el esfuerzo, deberá pagar sus impuestos durante un plazo mayor. Y quien quiera votar pero no pueda pagar impuestos, podrá hacerlo mediante el esfuerzo de colaborar por el bien común.

Para pensarlo.

viernes, 29 de diciembre de 2006

Animarse a más

Que la tecnología transformó totalmente la manera de hacer política, es un hecho que se cae de maduro. Los partidos políticos quedaron desplazados como filtros de demandas populares. La televisión propició la personalización de la política, los actores dejaron de ser las clásicas instituciones partidarias, para reciclarse en algunos líderes sociales (no siempre provenientes del ámbito netamente político) que por la facilidad que tienen para instalar su imagen en la TV, consiguen instalarse, sin mucho problema, en la arena electoral, sin necesidad de comités barriales, plataforma sólida, una serie de seguidores potables y aquellas bases que eran esenciales (o así lo creíamos) a la realidad de los partidos políticos.
El uso de la técnica a veces beneficia a la pluralidad, porque dejó de ser necesario tener una estructura como la peronista o la radical (en su momento) para lanzarse a competir democráticamente. Pero lamentablemente, con este gobierno tan invasor de las libertades que supone la democracia (libertad de expresión, de asociación, etc) dejó de ser fácil el acceso al espacio mediático para la oposición.
A pesar de todo, la técnica demostró ir más allá. El partido político Unión por Todos (claro ejemplo del fenómeno relatado en los párrafos anteriores) creó el primer canal político de la web. Éste contiene una serie de grabaciones en torno a debates, propuestas, etc. que por la dificultad que encontraron para hacerse oír en los medios de comunicación tradicionales, establecieron para poder llegar a más gente y a la vez fomentar la participación.
Quise resaltar este proyecto, del que recientemente me enteré, como una exhortación a “animarse a más” (cual slogan de una marca conocida). Ésta es una muestra de que si bien la oposición parecería estar maniatada, puede encontrar este tipo de rebusques para hacerse oír.
Nosotros desde el blog, buscamos algo parecido, pero la tecnología nos sigue demostrando que siempre se puede ir más allá y tenemos que aprender a que eso redunde en la calidad de nuestra democracia.

Ley de Educación Nacional

Hace más de una semana se aprobó la Ley de Educación Nacional y no hicimos comentarios al respecto. Simplemente quiero empezar por el nombre. Esta ley derogó a la Ley Federal de Educación. Esta llevó a cabo un proceso de descentralización en el sistema educativo, promoviendo el valor de la autonomía de las escuelas. Esto llevó a la ausencia del debate por un rol homogeneizador de la educación. La Ley de Educación Nacional, como su nombre lo dice, va a llevar a un movimiento inverso, es decir, a la preocupación por la consolidación de lo nacional desde el sistema educativo. Esto implica la promoción de un concepto de ciudadanía, de un concepto de identidad argentina y de valores comunes que nos unen como nación.
Si bien esto fue llevado a cabo por la educación en Argentina a fines del siglo diecinueve principios del veinte, hoy en día nos encontramos con nuevos desafíos. Ya no es la escuela la única transmisora de valores, sino que los medios de comunicación se han convertido en los legitimadores de los valores del sistema productivo, que afecta a la persona en su vida cotidiana. Así, se produce el encuentro, cuya conflictividad depende del comportamiento de los actores, entre la cultura nacional y los valores de los actores globales. Ciertamente es una tensión presente en todos los países, y parece que en Argentina esta relación va a sufrir cambios. No parece haber una propuesta sólida, pero sí la voluntad de debatir rescatando nuevos valores.

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martes, 26 de diciembre de 2006

Issues de la semana 16/12 - 22/12




sábado, 23 de diciembre de 2006

Un regalo de Navidad para mí

Nuestra pseudo-Ministra de Defensa, mi muy estimada amiga Nilda Garré, se metió en un pequeño entredicho internacional con sus palabras ligeras sobre la realidad política de Chile. Refiriéndose al velatorio de Pinochet en la Escuela Militar del Ejército chileno, Nilda, quien poco sabe de las Fuerzas Armadas argentinas y mucho menos de la de Chile, sentenció que el acto "pone en evidencia que hay que profundizar el proceso de democratización, porque no puede hoy ningún sector de ninguna fuerza armada reivindicar, ni siquiera parcialmente, a alguien que rompió el orden institucional". Menos a alguien a quien Nilda se refirió como "un personaje siniestro". Para completarla, Nilda se agrandó y dijo que en la Argentina "hay una mayor profundidad en todo el proceso de democratización de las Fuerzas Armadas".

Desde Chile, que es un país en serio, la respuesta a esta kirchnereada no se hizo esperar. Las comisiones de Defensa del Senado y de la Cámara de Diputados de Chile anunciaron que le pedirán a la presidenta Michelle Bachelet que presente una queja formal ante el gobierno argentino por esta intromisión. Para que no quede como una reacción de la derecha, el presidente de la Comisión de Defensa del Senado chileno y principal impulsor de la medida, Patricio Hales, es de la Concertación, es decir, del partido de Bachelet, a quien muy dudosamente se puede tildar de derechista. El senador Hales pidió además que en la queja se solicite al gobierno argentino
"que se reserve opiniones sobre política y fuerzas armadas chilenas". En diplomático básico: que se calle la boca y que no hable de lo que no sabe.

¡Gracias Papá Noel, por hacer feliz al niño que llevo dentro!

¡¡Feliz Navidad para todos los lectores bestiales!!

viernes, 22 de diciembre de 2006

Una voz contraria

"Hace más de dos años que un puñado de idiotas decidió cortar la frontera entre la Argentina y Uruguay, en nombre de vaya uno a saber qué estímulos paranoicos pseudoambientalistas"

Son palabras duras de leer. Especialmente en un país en donde se ha elevado a la Asamblea de Gualeguaychú al grado de héroes nacionales y donde disentir con su causa pasó a ser herejía.

Eduardo Montes-Bradley, un director de cine argentino, decidió filmar un documental sobre "la lucha" de Gualeguaychú y los comportamientos de sus habitantes. Su motivación es sencilla y clara: "Me tienen podrido". Su hartazgo respecto al conflicto insensato se traduce en frases cortas y duras, como "Gualeguaychú es una bosta".

El documental "No a los papelones" se estrenará el 12 de enero. Lamentablemente, se estrenará en Montevideo, ya que ningún cine de nuestro país se quiso hacer cargo de proyectar el documental. Como si eso fuera poco, el documental y su director fueron criticados a muerte por los programas de espectáculos/chimentos de la televisión argentina. Los mismos programas y conductores que festejan las obras "transgresoras" de muchos otros; eso sí, cuando no golpean sus propios mitos.

Los mismos que cuando cayó el mito de la contaminación ambiental, empezaron a derramar lágrimas sobre la "contaminación visual", ignorantes del detalle que Botnia está a 27 kilómetros de Gualeguaychú y a 13 kilómetros de Ñandubaysal. La distancia que separa a la "papelera de la muerte" de la playa que buscan proteger frente a la imagen horrible de la obra en construcción es la misma distancia que, aplicada a Capital Federal, separa al Acceso Norte (General Paz y Panamericana) de la Estación Constitución. ¿Se puede ver Estación Constitución desde la General Paz? No.

Desde el más allá, el viejo censor Miguel Paulino Tato sonríe; ya no es necesario el viejo Ente de Calificación Cinematográfica para cortar las películas. Basta con la "justa indignación" políticamente correcta de periodistas, cineastas y comentaristas, muchos que en una oportunidad denunciaron ser víctimas ellos mismos de la censura.

Les dejo algunos trailers de "No a los papelones" para que hagan su propio juicio.






jueves, 21 de diciembre de 2006

Popurrí político

Ataques del Presidente... y no precisamente de la Nación

El presidente de River Plate, José María Aguilar, encontró un nuevo pasatiempo para distraerse de las críticas que recibe: atacar las posturas políticas de su colega de Boca Juniors, Mauricio Macri. Este debate futbolístico-político de alto nivel es una continuación de la frase que Aguilar lanzó el fin de semana pasado: "Boca es la nave insignia de la derecha".

Aguilar se dedicó a criticar la falta de definiciones de Macri en temas como política exterior, política educativa, redistribución del ingreso, etc. Por un lado, es realmente bueno que nos pongamos a analizar a nuestros referentes políticos en busca de sus propuestas.

Por el otro lado, es una vergüenza que un hombre que con su mala administración llevó a la crisis a River se dedique a criticar las posiciones políticas de una persona que, como mínimo y mal que nos pese a los riverplatenses, supo hacer en Boca lo que Aguilar no pudo en River.

La Argentina da para todo.

No sólo hay vagos en la secundaria

El conjuez federal de Córdoba encargado de la causa por la voladura de la Fábrica Militar Río Tercero (ocurrida en noviembre de 1995), Diego Estévez, usó un documento muy especial para refutar un estudio realizado por expertos que afirmaba que la explosión había sido intencional. El juez se valió de una monografía que bajó del famoso sitio "El Rincón del Vago". Para los que no lo saben, el Rincón del Vago es un sitio español que se dedica a proveer monografías sobre muchos temas a estudiantes secundarios cortos de tiempo, imaginación o voluntad.

Independientemente sobre la causa de fondo (si la explosión fue intencional o un accidente), este episodio debería poner bastante en duda el funcionamiento de la justicia y los métodos a los que recurre.

Su Señoría, largue la pachorra...

No pudo con su genio

Nuestro Presidente Kirchner no pudo evitar hacer referencia a la búsqueda de Julio "Wally" López durante el acto de egreso conjunto de los cadetes de las tres Fuerzas Armadas en el Colegio Militar de la Nación. Se ve que extrañaba sus viejas actitudes de "patear al perro militar" y quiso ganarse algunos puntos por simbolismo al reclamar la aparición del testigo estrella en un acto en la más emblemática institución educativa militar del país.

También muestra inconscientemente que las cosas no marchan del todo bien para su administración; recordemos que Kirchner, casi por instinto, provoca un incidente mediático con los militares cada vez que necesita distraer la atención de sus desmanejos.

Ahora bien, López aparecería si la política del Gobierno no se redujera a organizar marchas contra sí mismo y a despotricar desde el atril.

martes, 19 de diciembre de 2006

Internet, escurridiza

Hace una semana se hizo el famoso encuentro de bloggers Le Web 3 en París, con la voluntad de reflexionar sobre blogosfera, web 2.0, economía de Internet, etc. en Europa, para alzarse como otro polo que compita con la producciòn estadounidense. Lugar ¿perfecto? para hacer campaña política. Sarkozy y Bayrou aprovecharon la situación para dar discursos.
Desde hace una semana se lee en blogs y páginas web lo desubicados que estuvieron los políticos en el congreso y el repudio de los bloggers.
Pareciera que, desde sus inicios, cuando hackers estadounidenses democratizaron el acceso a Internet, se convirtió en un espacio que empresarios y políticos quieren conquistar. Por momentos parecía que la cultura de la libertad absoluta (software libre) y la solidaridad estaba siendo modificada por intereses económicos y políticos, pero web 2.0 parece escaparse de quienes quieren ponerles las manos encima.
David Weinberger

lunes, 18 de diciembre de 2006

Issues de la semana 9/12 - 15/12


sábado, 16 de diciembre de 2006

Alguien a la derecha, por favor

La Argentina es un país increíble. Tan increíble es, que es el único país del mundo que no tiene derecha política. Si hay que creerles a los políticos y a los medios, entonces vivimos en un enorme y feliz país progre donde la derecha no existe; sólo hay muchos y variados tonos de "centroizquierda". Nuestros "referentes políticos" evitan ser caratulados como "de derecha" como si eso fuera la Peste Negra - vean incluso cómo Macri y López Murphy hacen malabares verbales para no quedar marcados como derechistas.

Es que se ha hecho tanta mala prensa que la palabra "derecha", tal como se la trata hoy, evoca en la imaginación del argentino incauto las caricaturas de cogotudos de triple apellido con miles de hectáreas que le pagan miserias a sus pobres peones y que sueñan con "volver al modelo agroexportador", militares altos, flacos, de ojos hundidos que manejan unos Ford Falcon verdes sin patente mientras leen una lista de nombres y direcciones de "militantes sociales" y obispos gordos, llenos de oro y que piden apedreamientos para las mujeres que usan pollera.

Pero acá viene lo curioso: no existirán derechistas ni gente que afirme simpatizar con las ideas de la derecha, pero se la culpa de todos los males del país. Casi como si fuera el macartismo al revés, la derecha y sus ideas son influencias negativas que nos amenazan a todos ¿La inflación? Culpa de la derecha que quiere subir los precios. ¿La delincuencia? La derecha, que sólo pide mano dura. ¿El caos económico? Otra vez la derecha, con sus políticas neoliberales. ¿La oposición a Nuestro Presidente? Mentiras ideológicas de la derecha.

A tal punto llega la demonización de la derecha que incluso el presidente de River, en una frase que avergüenza a todos los simpatizantes del cuadro, llegó a defenderse de las críticas que le hacen afirmando que Boca "es la nave insignia de la derecha" y que por eso ese club está exento de crítica. Lamentable por donde se lo mire.

Pretender eliminar a la derecha de la vida política o negar su existencia es absurdo. Lo triste es que los propios progres no se dan cuenta que sin la derecha para hacerle contrapunto y darle significado, la izquierda no es nada más que un conjunto de frases hechas y repetidas sin sentido, cuyas ideas son utilizadas como máscara por inescrupulosos.

Así como la izquierda en sus múltiples cepas dice defender la igualdad, la justicia social, las diferencias y la inclusión, es necesario que en la sociedad exista una derecha seria que asuma la defensa de la libertad, la eficiencia, el respeto por la ley, lo que tenemos en común y la limitación del Estado. Lo que el país y la derecha no necesitan es a un grupo de tibios que intenten esconderse bajo el discurso omnipresente de la izquierda para ahorrarse críticas y mendigar votos del progresismo.

martes, 12 de diciembre de 2006

Old fashion

Hace justojustojusto cuatro años, Neenah Juarez asumía la gobernación de Santiago del Estero. Visto en retrospectiva, hoy no estamos tan mal: Misiones desmostró que se puede hacer república por más teoría de los climas de Montesquieu que quieran meternos en la cabeza.
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No todo es positivo, en estos cuatro años ganaron las instituciones, pero perdió el look de la dirigencia.

lunes, 11 de diciembre de 2006

Issues de la semana 2/12 - 8/12


sábado, 9 de diciembre de 2006

Trivia

Nuestro difunto amigo Norberto Bobbio decía en "El futuro de la democracia" (1984):
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"Hasta ahora no ha estallado ninguna guerra entre Estados gobernados por regímenes democráticos. Lo cual no quiere decir que los Estados democrátivos no hayan hecho guerras, sino que no las han hecho hasta ahora entre ellos."
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Esta observación es muy arriesgada. Me puse a pensar, y se me ocurrieron rápidamente dos guerras que podrían quebrantar esa constatación, pero a decir verdad, eran sólo democracias desde el punto de vista formal, pero no eran democracias reales. Pasaron 22 años de la publicación de este libro y parece que Bobbio continúa teniendo razón.
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¿A alguien se le ocurre alguna guerra que refute la proposición de Bobbio?
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De carne somos

Hoy en La Nación, me sorprendió encontrar una propaganda firmada por Presidencia de la Nación al pie de no una, ni dos, sino tres páginas. En la primera página relataba los récords de producción y exportación del sector agropecuario; en la segunda, el aumento de la rentabilidad y del valor de la tierra respecto de "los noventa", para pasar a la tercera en la que, con tono de terror y letras grandes, preguntaba "¿No será que quieren aumentar el precio del pan, la harina y la carne?".

Cuando empezó el paro, desde el Gobierno se salió a afirmar que no se toleraría ningún corte de ruta por parte del campo, anunciando incluso que esos cortes serían reprimidos. Así es: el mismo Gobierno que dice que "no criminalizará la protesta social" frente a los cortes de piqueteros, sindicalistas y asambleístas, promete reprimir los cortes del campo. Curioso giro: el Gobierno "descubrió" que los cortes de ruta son ilegales.

Todo esto va para demostrar que, por alguna razón, el gobierno encuentra intolerable que el campo le haga un paro. Incluso hasta el punto que tiene que lanzar una campaña de prensa y propaganda contra el paro.

La pregunta es ¿por qué el Gobierno tolera y justifica las tropelías de los piqueteros y las extorsiones de los sindicalistas (ej. Moyano) pero se pone duro contra el campo? Las posibilidades son dos: o el Gobierno no actúa frente a piqueteros y sindicalistas porque los considera irrelevantes (es decir, que lo que ellos hacen no les "pega" tanto al Gobierno como un paro del campo), o los tolera porque simpatiza con sus causas. Las dos alternativas son peligrosas. El Gobierno no puede decidir si aplica la ley o no basándose en la simpatía por las causas o por la gravedad del efecto que tienen las acciones.

Tampoco busco decir que el campo sea completamente inocente: es cierto que a sus dirigentes les parece bien el intervencionismo estatal cuando actúa a favor suyo pero lo repudian cuando afecta sus ingresos. Sin embargo, esto es un mal endémico del empresariado nacional, que está demasiado acostumbrado a que Papá Estado los salve de su propia ineficiencia y los proteja del mal de la libre competencia. Basta ver para eso a la Unión Industrial, que lloró y lloró hasta que les regalaron la devaluación.

El encontronazo se presta también a otras preguntas: ¿qué hay de malo con querer ganar dinero? ¿Por qué consideramos "inmoral" toda búsqueda de ganancias? ¿Quién le dió al Estado el poder de decidir cuánta plata tiene que ganar cada uno? Seamos sinceros: nadie se mete a trabajar o invertir por altruísmo, sino para hacer buena plata.

Creo que el Gobierno se arriesga a peores encontronazos con el campo si insiste en responder a sus reclamos con campañas de prensa y amenazas. Después de todo, no conviene al Gobierno enemistarse con uno de los sectores más rentables para su estrategia de "redistribución". La oportunidad se presenta para que haya un diálogo real entre Gobierno y entidades del campo en busca de alternativas, como podría ser enfocarse más en el papel que juegan los frigoríficos en la formación de precios.

jueves, 7 de diciembre de 2006

Carne por Carne

El crimen de Nora Dalmasso, una singular cordobesa estrangulada en una muy particular situación, se ha convertido en el centro de todo eje informativo. La saga tiene de todo: sangre, sexo (con muchos), dinero y poder. Además, por si todo eso fuera poco, es más barato y accesible que cualquier novela policial de bolsillo.
¡¡¡Bingo!!!, gritaron en el gobierno. Justo cuando el campo paraba y algunos tempraneros ya avizoraban el desabastecimiento de carne en el país ganadero... aparece esta trama detectivesca. Especial para comentar en la playa y con reminiscencias al “caso García Belsunce”, pero mucho más porno.
No hay noticiero que no abra con algún detalle más. No hay programa autorreferencial de la TV que no le dedique un segmento, divagando e invitando a cuanto opinólogo se cruce. ¡Cómo no lo van a hacer!, si es tema de tapa en los diarios...
Como anillo al dedo. Hasta Navidad aguanta. El gobierno cambió “Carne” por “Carne”.

Falleció Martín

Ayer a la tarde leí en el diario que la Ley de Educación Nacional (LEN) tenía media sanción y pensé “buenísimo, tengo tema para el blog”. Hoy me levanto y veo en la televisión que murió el estudiante golpeado por un patovica. Me da mucha bronca y vuelve Cromagnon , Bragagnolo , peleas entre rolingas y skinheads.
Busco en Internet “patotas buenos aires” y aparece la frase de Lavagna acusando al gobierno de patotero, los incidentes de San Vicente, las patotas de la FUBA y Alterini, patotas de punteros, los barrabravas.
Entonces pienso: QUIERO COHERENCIA.
¿Con qué autoridad moral van a educar para la pacífica resolución
de los conflictos (art. 11 LEN) si los primeros patoteros son ellos?


Iba a intentar escribir sobre la anomia que experimentan los jóvenes en la calle, la necesidad de fortalecer la escuela, las afirmaciones que sostienen que la escuela se encuentra haciendo una propuesta contracultural y valorar dos puntos de la nueva ley: la exigencia de ética a los medios y la jerarquización del docente. Pero ya no me dan ganas de pensar en todo eso. Van a ser ideas inoperantes si la clase política no reconoce que, en tanto líderes adultos, tienen la responsabilidad de educar con el ejemplo.

Lo que me surge es expresar compasión por la muerte de Martín Castellucci.

miércoles, 6 de diciembre de 2006

Algo habrán hecho para deformar la Historia

Cada época de la Historia tiene su propio historiador emblemático.

En la Argentina, fue Bartolomé Mitre al relator de una historia que buscaba mediante la exaltación de los héroes la construcción de una herencia común para un país que se abría al mundo y a la inmigración. Y más a finales del siglo XX, fue Félix Luna el que se convirtió en intérprete de la historia para el argentino común, con sus descripciones de la vida íntima de los próceres, seguido luego en la misma línea por José García Hamilton. Después vino Pacho O'Donnell, con sus relatos sobre hechos curiosos de la historia argentina.

Ahora, a comienzos del siglo XXI, este sitial parece estar ocupado por Felipe Pigna.

Pigna parece la encarnación de lo que un historiador "argento" debe ser en nuestros días: informal en la palabra y la apariencia, de camisa abierta y barba de cuatro días, accesible, simple y simpático al hablar, políticamente correcto y ligeramente sarcástico. No da la impresión de ser un historiador como cualquier otro; parece más un buen tipo con el que uno puede, docena de empanadas y botella de cerveza de por medio, charlar sobre la Historia de forma amena y desestructurada. Frente a esto y sin faltar el respeto debemos ser sinceros: Félix Luna parece más del estilo de un café en La Biela.

Con el éxito de sus libros, alabados por la prensa por "acercar la historia a la gente común" y "romper los mitos de nuestra historia", alguien pensó en llevarlo a la televisión, a pesar de que el sentido común televisivo gritaba que la Historia no daba rating. Así apareció "Algo habrán hecho por la Historia argentina", en donde Pigna cumple con el papel del buen tipo que le explica de manera amena la Historia al joven argentino promedio, encarnado por Mario Pergolini con su actitud típica de adolescente a pesar de haber pasado la barrera de los cuarenta. Y el programa tuvo un éxito inesperado.

En el programa, que tiene un cierto aire a la trilogía de películas de "Volver al Futuro", se desenvuelve la Historia de nuestro país frente a los nuevos viajeros del tiempo bajados del DeLorean provisto por la concesionaria Cuatro Cabezas: ocurre un acontecimiento histórico frente al cual Pergolini McFly pregunta confundido qué pasó y el Doc Pigna le explica la verdad de la milanesa. Por supuesto, son viajeros que vienen del 2005/2006 y tienden, casi podría decirse naturalmente, a ver las cosas igual que como vemos la actualidad y a explicarlas y juzgarlas con nuestros criterios.

Que Pergolini, como cualquier novato en la historia, vea la historia de esta manera, se puede entender. Pero no se puede entender en el caso de Pigna, quien como historiador debería tener bien claro que los hechos del pasado no pueden juzgarse y explicarse con los valores de ahora, sino con los que corrían en la época. Y mucho menos establecer similitudes entre situaciones muy diferentes en contexto y naturaleza.

Acá está el gran problema de "Algo habrán hecho...": juzga la Historia del país con los valores de 2006. Peor aún: intenta explicarla con esos valores y perspectivas, en lo que parece ser un intento de congraciarse con el clima cultural, social y político dominante, reescribiendo la Historia con sus códigos.

Escuchamos así en "Algo habrán hecho..." frases increíbles en boca de un historiador, como referirse a Mariano Moreno como "el primer desaparecido de la Historia argentina", que a la luz de la muerte de Moreno (tres días de agonía en un barco rumbo a Inglaterra) suena no sólo ridícula y sin sentido, sino como un mal disimulado intento de acoplar la historia al humor setentista de hoy.

La Historia argentina, en boca de Pigna y Pergolini, se reduce a un forcejeo constante entre un grupo de "héroes" democráticos, rebeldes, simpáticos, sufrientes y políticamente correctos, y los "malos", bien trajeados, de sombrero de copa o uniforme militar, motivados solamente por el deseo de pagar la deuda externa a toda costa, reducir el Estado y matar indios.

Así, Julio Argentino Roca sólo aparece en campaña y con cara de odio, dando órdenes de masacrar a cuanto indio aparezca, mientras patea un hormiguero para darle dramatismo a la orden, o prometiéndole millones de hectáreas a un grupo de hacendados bien trajeados y excedidos de peso y siempre hablando con frases hechas y pomposas. No se habla del hombre que virtualmente construyó sobre las bases de Sarmiento y Avellaneda el primer Estado verdadero del país.

Carlos Pellegrini aparece por primera vez en el "documental" junto a su gabinete y prometiendo a los aullidos que pagará la deuda externa a como dé lugar y cueste lo que tenga que costar, a lo cual Pigna y Pergolini comentan, con cara de "nada cambia" y sonrisas cómplices, que se trataba de "la misma historia de siempre": pagar la deuda, despedir empleados públicos y embromar al hombre común. Nada se habla de cómo el "piloto de tormentas" sacó al país de la crisis que dejó Juárez Celman al irse. Faltó que lo llamaran neoliberal.

Los únicos soldados buenos que aparecen son los que mueren como carne de cañón o los que están encadenados por desertar; el resto sólo encuentra diversión compitiendo por ver quién mata más indios.

Los indios, además, parecen sacados del cuento del "buen salvaje" de Rousseau: viviendo en comunión con la tierra en pacíficas comunidades de algunos cientos hasta que llegan los soldados blancos a matarlos, violarlos y venderlos como esclavos. No se habla de malones, saqueos, incendios, correrías, ni ninguno de los otros deportes de los "pueblos originarios".

Alem e Yrigoyen son mostrados como héroes nacionales, siempre sufriendo por el pueblo. No importa que Yrigoyen haya sido el primer golpista profesional de la historia nacional con sus tres intentos de golpe (a los que siempre se los llama "revoluciones"; será porque queda bien hacer golpes si el que gobierna no es kirchn... perdón, "nacional y popular"), o que haya inaugurado vicios políticos que hoy continúan, como intervenir provincias donde gana la oposición, sacar de la cárcel a los amigos políticos que cometieron delitos, sacrificar el gobierno en nombre de la ideología, etcétera.

En suma, "Algo habrán hecho por la Historia argentina" es simplemente el relato de la Historia según la ve la Argentina kirchnerizada y la entiende el progre. Que los "malos" de la Historia de Pigna no tengan nada que ver con las figuras históricas que fueron, pareciendo más caricaturas hechas a medida de los insultos de Kirchner es realmente patético. Y triste, ya que para muchos esta "remake" de la historia en clave de CQC va a ser lo único que tocarán de historia argentina en su vida.

Queda esperar que Pigna sea sólo una moda más, de esas que nos parecen arrolladoras e indestructibles y luego se esfuman para volver al lugar de donde salieron.

lunes, 4 de diciembre de 2006

Triunfo bolivariano

"Puede gustar más o menos o nada (...) pero no llegó al poder como llegó Fidel Castro ni como llegó Pinochet. Llegó con las urnas y con las urnas sigue, algo que vale más que la opinión particular que pueda tener un Gobierno o un señor sobre la democracia venezolana (refiréndose a Bush)."
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Frase de José Bono, político español perteneciente al partido Socialista Obrero Español (PSOE). Presidente de la comunidad de Castilla-La Mancha desde 1983 hasta 2004. Ministro de Defensa durante 2004 a 2006.
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A Chavez se lo puede cuestionar de la C hasta la Z, pero que gana con elecciones las gana. Este parece ser el razonamiento de muchos. Es cierto que Fidel Castro llegó de una manera distinta a la de Chavez, pero eso no implica que la democracia de venezuela sea tan democrática como la de otro país. Si bien hay democracia, evidentemente hay regímenes más democráticos que otros, y Venezuela está en un polo.
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Les dejó el nuevo slogan que usa ahora el gobierno bolivariano:

(aguante Telerman y su actitud Buenos Aires!).

La guerra de Mami

Último momento!: La hija de Margaret Thatcher viene a la Argentina. La chica tiene 53 años y es periodista, y va a filmar un documental sobre la guerra de Malvinas haciendo hincapié en los semtimientos de su madre. Se supone que va a aportar una mirada distinta porque la hábil periodista cuenta con los diarios privados que su mami escribió sobre aquellos 74 días de 1982. El nombre del film da risa, Mummy´s Wars (La guerra de Mami). Desde LBP le pedimos al asaltante de Barbara Bush que se contenga. Los tenemos al tanto.

Issues de la semana 25/11 - 01/12


sábado, 2 de diciembre de 2006

Notas del Sábado III: Asambleísmo e instituciones

Sólo desde la fascinación argentina por la democracia directa puede entenderse la buena imagen que tienen todos los movimientos de "asambleístas" en la opinión pública, ejemplificados ahora por la Asamblea Ciudadana Ambiental de Gualeguaychú. Para muchos, el asambleísmo es una manifestación de "ciudadanía" y de "participación" que es un exponente de la calidad de una sociedad - mientras más asambleísta, mejor la sociedad en cuestión.

Al mismo tiempo, nos gusta quejarnos de la calidad de nuestras instituciones: la Presidencia, el Congreso, la Justicia, los gobiernos provinciales y locales, los sindicatos, etcétera, etcétera. Y acá tenemos la contradicción más grande de todas: las mismas personas que lamentan la falta de participación en las instituciones, alientan y apoyan la acción directa por fuera de las mismas. A veces se escucha la muletilla de la mejora de la calidad institucional mediante la manifestación directa de la ciudadanía.

¿Por qué pasa esto? La primera respuesta puede ser desconfianza respecto de las instituciones formales. Pero parece notarse un importante elemento de "lavado de culpas" en la obsesión nacional por la participación directa: ¿Qué mejor manera de desentenderse del mal estado de las instituciones (cuyos miembros fueron votados) o del manejo de la cosa pública (ignorado hasta que molesta al ciudadano) que protestando y exigiendo a los gritos el cambio en las calles?

Contrario a lo que afirman sus defensores, la "democracia directa" del asambleísmo es contraria a la mejora de la calidad institucional. Tomemos como ejemplo la actual crisis de la UBA, donde los movimientos políticos que proponen "un Estatuto más democrático" bloquean con su acción directa la normalización institucional de la universidad más grande del país. O la actual crisis con Uruguay, donde la intransigencia de una asamblea autoconvocada de residentes locales impide con sus actos de presión que las instituciones de ambos países lleguen a una salida concertada.

Si en verdad queremos mejorar la calidad de nuestras instituciones, lo mejor que podemos hacer es ser más informados sobre cómo funcionan, indagar mejor a los candidatos que se presentan, participar más conscientemente en las elecciones o, si alguno siente la necesidad, entrar en política activa y oxigenar los partidos políticos. Pero no se soluciona nada fantaseando con el asambleísmo y tratar de redescubrir la pólvora fracasada de la democracia directa.

Notas del Sábado II: Baldazo de realidad

Cuando se tratan temas relativos a la defensa nacional, es común escuchar de boca de nuestros responsables políticos que "las hipótesis de conflicto ya no existen"; es decir, que nuestro continente es por obra y gracia de la democracia un lugar tan pacífico que ya no existen ni existirán problemas entre nuestros países. Más pacífica aún es la región, dan a entender esas mismas figuras, cuando en la mayoría de los países gobiernan presidentes de signo político parecido: la muerte de las hipótesis de conflicto no era tan proclamada cuando Carlos Meza gobernaba en Bolivia o Jorge Batlle en Uruguay, pero sí cuando fueron reemplazados por Evo Morales y Tabaré Vázquez respectivamente.

La loca disputa por Botnia entre Argentina y Uruguay es un baldazo de esa agua fría llamada "realidad" para los sepultureros de las hipótesis de conflicto.

A primera vista, tenemos dos países culturalmente casi idénticos, con una herencia común, vínculos sociales fuertísimos y una relación diplomática y comercial mayormente positiva y sin incidentes. Más aún, en estos momentos circunstanciales de la historia ambos países son gobernados por presidentes de similar orientación política (cuesta recordar ahora la ayuda que Kirchner le prestó a Tabaré durante la campaña previa a las presidenciales uruguayas de 2004) y que solían proclamarse como amigos.

De pronto, tenemos un conflicto internacional entre estos dos países, insultos y agravios mutuos, presentaciones judiciales de cada parte en contra de la otra, e incluso la escalada de desplegar tropas en Uruguay ante posibles actos de violencia por parte de la Asamblea de Gualeguaychú y la falta de control del gobierno argentino.

Moraleja para diplomáticos y planificadores de la defensa: Por más hermandad o confluencia política que haya entre los países, siempre pueden surgir conflictos entre ellos, no siempre con años de anticipación, sino que pueden aparecer sorpresivamente en medio del clima regional más tranquilo.

Notas del Sábado I: Típico

En México están bastante inquietos: los partidarios del ex candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador no paran con su campaña "contra el fraude", llegando incluso a tomar el recinto del Congreso para evitar la jura del presidente electo Felipe Calderón y protagonizando incidentes durante la jura misma. López Obrador, por su parte, desconoce el resultado de las elecciones y hasta se hizo proclamar "presidente legítimo" de México, anunciando que su "programa de gobierno" consistirá básicamente en complicarle la existencia al gobierno legítimo del país. Incluso llegó a pronunciar una frase lamentable: "nada de normalidad democrática mientras no haya democracia en nuestro país", con lo cual apuesta a desestabilizar a México sólo por haber perdido una elección

¿La lógica detrás de todas estas acciones de la izquierda mexicana? Si López Obrador, niño dorado de la izquierda mexicana, perdió las elecciones aunque más no sea por un mísero porcentaje, sólo pudo ser a causa del fraude. No importa que el gobierno mexicano, los órganos de control electoral y los observadores internacionales hayan validado la limpieza de las elecciones.

Sería bueno que la izquierda entienda alguna vez que no tiene derecho divino a gobernar y que puede (glup) perder elecciones con todas las de la ley. Sería mejor todavía que madure (no sólo la izquierda mexicana, sino las otras cepas continentales) y que acepte definitivamente someterse a las reglas de juego constitucionales, terminando con estas payasadas de "movilizaciones", "proclamaciones" y "campañas" que enrarecen el clima de nuestros países y reconociendo que en la política a veces se gana y a veces se pierde.

En suma, que cuando ganen sean moderados y cuando pierdan sean buenos perdedores.

viernes, 1 de diciembre de 2006

El Papa oró hacia La Meca

Después del discurso que dio en Ratisbona, Benedicto XVI va a sanar las heridas provocadas al Islam. Es la primera vez que un Papa reza en una mezquita hacia La Meca. El gesto reafirma la convicción de que cristianos y musulmanes alaban a un Dios único.

Leer esta noticia en el diario hoy fue como una bocanada de aire fresco (en este verano insoportable!!). Que no se produzca un quiebre entre las religiones es un aguante más a mantener relaciones pacíficas con el mundo musulmán. Por un momento pareció que todo se iba de las manos, pero finalmente el conflicto dio lugar a un hecho que va a quedar en la historia de la Iglesia. Esperemos que la respuesta tienda a la reconstrucción de las relaciones.


(se creían que iba a hablar de la militarización de Botnia, no? No, lo dejamos para otro post)
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